Para donde volteemos a ver, observamos que el país es un desastre; en la salud, economía, inseguridad, en todo, y hoy quisiera referirme al desastre en el que la 4T tiene sumida a la educación de México. De verdad es preocupante el abandono en el que se encuentran las escuelas desde nivel básico hasta superior.
Los niños y los jóvenes resienten este abandono porque los recursos públicos están siendo desviados por el Gobierno federal para cumplir los caprichos de Andrés Manuel López Obrador quien está empecinado con sus obras faraónicas, que siendo claros no ayudarán a sacar adelante al país, en cambio está gastando a manos llenas y con descaro los recursos que pudieran invertirse en mejorar la calidad educativa.
López Obrador instrumentó, desde su llegada al poder y con el claro afán de ir abonando el terreno en su maquiavélica idea de desaparecer las universidades públicas, un campaña de ataques a las universidades a las que tacha de neoliberales y a los estudiantes, de aspiracionistas, al mismo tiempo que eleva a las universidades Benito Juárez, mejor conocidas como universidades del presidente, anunciadas con bombo y platillo, a ellas sí les ha invertido muchos recursos sobre todo para publicitarlas y crear falsas ilusiones en los jóvenes que se inscriben en estas escuelas patito con la esperanza de convertirse en profesionistas, sin saber que las Benito Juárez no cuentan con validez oficial de estudios que emite la Secretaría de Educación Pública (SEP), por lo que no podrán tener en sus manos un título y sus conocimientos escasos serán de técnicos, jamás de profesionales.
“Los primeros egresados de las Universidades del Bienestar se están quedando sin títulos profesionales. Así lo dio a conocer la Comisión Nacional de Derechos Humanos en la recomendación 75/2022 por la violación a los derechos humanos a la libertad en el ejercicio de la profesión y falta de legalidad y seguridad jurídica por la postergación de entrega de títulos profesionales a tres estudiantes de la generación 2016 egresados en 2019 de la Escuela de Derecho “Ponciano Arriaga”, universidad privada que se convirtió en la sede Cuauhtémoc de las UBBJ de la Ciudad de México”, plumaslibres.com.mx.
Estas universidades funcionan en instalaciones construidas al vapor de forma provisional, como todo lo hecho por la 4T, incluso algunas no tienen ni quisiera luz, mucho menos conexión a internet.
Es verdaderamente preocupante esta situación porque los alumnos están egresando de estas universidades sin los conocimientos adecuados para enfrentarse al mundo laboral, en el dado caso de que encuentren empleo.
En los últimos días hemos visto cómo estudiantes de estas universidades se han armado de valor para denunciar que su educación es un fraude, que ni siquiera tienen clases, ni un plantel bien establecido, por ejemplo, la universidad del Bienestar Benito Juárez, con sede en Yucatán, denunciaron las pésimas condiciones de sus salones que tienen goteras; los estudiantes de la Universidad Benito Juárez de la CDMX, ubicada en Tlalpan protestaron en Palacio Nacional, denunciaron que no cuentan con maestros para impartir las asignaturas y que los pocos que hay no están calificados, así como que no cuentan con un inmueble propio y seguro, esto a pesar de que dicha sede ha recibido 12 millones 468 mil pesos desde 2019 para la construcción de esta escuela que no se ha concretado.
"Y se suman a la lista de irregularidades: la sede de Juan Escudero en Guerrero la más grande de los 145 planteles, donde los estudiantes de la carrera de medicina integral y salud comunitaria no han podido estudiar desde el 15 de agosto por falta de maestros”, NRT, México.
A pesar de todo esto, el Gobierno federal anunció que para 2023 se incrementará el puesupuesto para estas universidades en un 37 por ciento, al pasar de mil 75 millones a mil 476 millones de pesos.
Esto es un verdadero crimen el cometido por el Gobierno federal, presidido por López Obrador, hacia los estudiantes, que en su esperanza de progreso han confiado en la palabra de estos funcionarios quienes prometieron una educación de calidad y la realidad muestra que solo es un fraude más que le está costando al país y a los mexicanos miles de millones de pesos.
Todos los estudiantes afectados y los que están por egresar de las universidades del Bienestar patito es urgente que se organicen, que abran los ojos y exijan lo que por derecho les corresponde, porque es un crimen que el Gobierno federal y López Obrador jueguen con sus deseos de salir adelante y que el tiempo que inviertan en estas universidades sea tiempo perdido porque ni siquiera podrán obtener un título que avale sus estudios. Salgan a las calles y expresen su sentir, exijan que la 4T deje de engañar a la juventud con espejitos.
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