En esta ocasión quiero aprovechar la oportunidad que tengo de escribir, para abordar un tema que nos preocupa a muchos mexicanos y que creo les puede interesar a mis escasos lectores, que tienen a bien leer mis colaboraciones quincenales.
Decía Andrés Manuel López Obrador que cuando triunfara Morena, en 2018, no habría más masacres en México, que se iba terminar con la guerra. En lo que va del sexenio, desde que asumió la presidencia de México, su gobierno se perfila para ser el más violento de la historia de nuestro país.
AMLO ha defendido, a capa y espada, su estrategia de seguridad y dice que, aunque no les guste a sus adversarios el camino para la pacificación son los abrazos y no balazos, los cuales ya están dando resultados, según sus datos. Como dice la sabiduría popular, yo no he conocido panadero que hable mal de su pan.
Pero una cosa es lo que López Obrador diga acerca de su estrategia y otra muy contraria lo que la realidad dice de si está dando resultados o no, y la realidad lo desmiente; las cifras dicen claramente que vamos de mal en peor que el suyo es el gobierno de los muertos. A continuación, daré algunos datos del porqué hago esta afirmación.
Desde que llegó López Obrador al gobierno mexicano se han registrado 126 mil 206 mexicanos asesinados (cifra sacada de la página oficial del Gobierno Federal), es el número de homicidios más alto que en el mismo periodo de la administración de Enrique Peña Nieto (124 mil 478) y Felipe Calderón Hinojosa (121 mil 683). Estos datos que menciono dicen, a simple vista, que la estrategia no ha funcionado, porque asesinan a 84 mexicanos por día y, de seguir así, al terminar su gobierno estaremos llegando a los cerca de 200 mil muertos.
En su informe especial “Crimen organizado y violencia en México”, la organización Justice in Mexico hizo un análisis sobre la incidencia delictiva en nuestro país, y afirmó que “varios recuentos sugieren que el número de homicidios intencionales atribuibles a los grupos de crimen organizado mexicanos son sustanciales, y el problema del crimen organizado en México es uno de los peores en el mundo”.
Cuando le preguntaron a López Obrador como frenaría los asesinatos, contestó que era necesario rescatar al campo del abandono, generar empleos en el país, atendiendo a los jóvenes, se les debe garantizar el derecho al estudio y al trabajo, se va a serenar a México, esa es la propuesta que tiene Morena.
Pero al desenvolver su plan, se ve que piensa solo en la justicia social, haciendo a un lado la que brota de una legislación sabia, correctamente aplicada por un verdadero Estado de Derecho, por un Poder Judicial íntegro y respetado. Y este olvido es inadmisible tratándose del crimen organizado. Asesinatos, secuestros, desapariciones forzadas, etc., son cosa de todos los días, y el castigo a los culpables es lo que reclama el indignado clamor nacional. Nadie puede ignorarlo.
Otra razón del fracaso de su estrategia fue el incumplimiento de las promesas que propuso como premisas de su éxito. El campo en este sexenio está más abandonado que nunca, como lo prueban las importaciones de granos básicos y de sus precios de mercado; el desempleo va en aumento por efecto de la pandemia y por el mal manejo de la economía desde 2019.
La educación de los jóvenes nunca había estado tan mal, baja del aprovechamiento escolar; carácter discriminatorio de la educación virtual; deserción creciente por la caída del ingreso familiar; aumento acelerado de la emigración y de los que buscan un empleo sin hallarlo. López Obrador se pasó 18 años criticando a los gobernantes en turno y diciendo que él tenía la solución a todos los problemas del país y hoy que esta en el cargo no sabe dirigir correctamente y lo peor de todo es que miles de familias están pagando los errores de su mala estrategia de seguridad al perder a un ser querido.
Urge un verdadero cambio en la dirección de nuestro país, por eso te invitamos a organizarte con el Movimiento Antorchista Nacional y juntos luchar por un verdadero cambio en bien de todos los mexicanos.
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