Sin duda, la realidad de nuestro país es cada vez más complicada, cada día es más difícil, hablar de algo bueno, de algo que deba celebrarse en nuestra sociedad. Por ejemplo, aumenta la pobreza, dicen especialistas que están por llegar a casi 10 millones, las personas en esta situación, desde que inició el gobierno de Andrés Manuel López Obrador y, algo peor aún, que nuestro país se llena de sangre y violencia cada día que pasa.
Es tanta la violencia, al grado de llegar a los casi 150 mil muertos, muchos de ellos, víctimas inocentes, como por ejemplo, el joven matrimonio del licenciado Conrado N., y la profesora Mercedes N., y su pequeño hijo, tres seres inofensivos que se dedicaban a luchar por una patria más justa para los mexicanos, desde su pertenencia a nuestra organización, para quienes desde estas líneas pedimos justicia.
Ante esta situación tan terrible, solo vemos que el gobierno de la 4T, aunque presume que está transformando el país, en los hechos va de fracaso en fracaso, que ya apareció tal o cual acto de corrupción en alguna dependencia, que el presidente de la república está militarizando a nuestro país y se impone con la fuerza de su partido y sus gobernadores, diputados y senadores y se aprueban leyes o se desmantelan instituciones para controlar a la sociedad y para impedir que quienes nos atrevemos a criticar y señalar sus errores y abusos, podamos defendernos.
Y mientras esto sucede, los partidos opositores a Morena, y sus políticos, no atinan más que a señalar con timidez algunos de estos errores y a pelearles el poder sin ofrecer una alternativa de país distinta y mejor a las que han representado cuando han estado en el poder.
Es en este contexto que la actividad deportiva, en concreto la XXI Espartaqueada de Antorcha, juega un papel esencial para la posibilidad de que surjan condiciones de verdadero cambio en México. Nuestra justa deportiva se denomina Espartaqueada en honor a Espartaco, quien, a pesar de las condiciones de esclavitud tan brutales en las que se vivía en el imperio romano, encabezó un movimiento de liberación, que cimbró los cimientos de la sociedad romana y estuvo cerca de lograr su cometido, con lo cual, su nombre se ha convertido en sinónimo de fortaleza, de valentía y liderazgo.
Es decir, los antorchistas nombramos nuestra justa deportiva, espartaqueada porque queremos infundir esos valores en la sociedad, ya desde la sola concepción de lo que significa, de lo que busca, porque nuestra visión es educar a los niños y a los jóvenes con los valores de la valentía, la fortaleza, el liderazgo, la constancia, y esa educación se inculca en gran parte, con las disciplinas deportivas, que bien entendidas, bien utilizadas, forman ciudadanos con un espíritu aguerrido, decidido, con una una mentalidad de triunfadores, además, de que con los deportes de conjunto, se inculca la unidad, la solidaridad y todas los principios del trabajo en equipo, lo que hace que las personas abandonen sus conductas egoístas e individualistas.
Esto es hoy más importante que nunca, porque tenemos un gobierno que ante su fracaso se vuelve cada vez más autoritario y represor y porque la oposición no aprende la lección y no corrige los errores que permitieron su derrota y la llegada de la 4T al poder, por lo que se necesita un cambio de actitud en los mexicanos.
Pues bien, nuestra Espartaqueada Deportiva es la culminación de un arduo trabajo de dos años, en el que los entrenadores y coordinadores deportivos antorchistas se extienden por todo el país masificando el deporte en las comunidades rurales y zonas urbanas marginadas en las que el deporte no se practica porque se ha vuelto elitista, se ha comercializado y se le ha castrado de sus carácter educativo.
Por ello, no es casualidad, que el gobierno de la 4T no apoye el deporte, sino más bien, es la comprobación, ahora en el deporte y su fomento, de que este no es un gobierno que quiera mejorar el país para las capas populares, porque si así fuera, lo promoviera como una herramienta para aglutinar y organizar a las capas populares y junto con ellas combatir los males sociales y políticos en México.
Por ejemplo, recordemos que el año pasado, la exclavadista Paola Espinosa, doble medallista olímpica, aseguró que el deporte en México vive su peor época porque se ha reducido el presupuesto para competidores de alto rendimiento, en concreto en la Comisión Nacional del Deporte (Conade), dirigida por la también medallista olímpica Ana Gabriela Guevara. Pues se extinguió el Fondo para el Deporte de Alto Rendimiento (Fodepar), en medio de un escándalo de corrupción. Por ello, se entiende que los deportistas caigan en manos de las empresas para poder financiarse.
O, el caso concreto de este evento a que me refiero, que en la actual administración estatal, por conducto del subsecretario de desarrollo político, Diego Moisés de la Cruz, se nos diga que al ser este evento un evento organizado por Antorcha y no por las autoridades, estas, no están obligadas a apoyar a los deportistas.
Por lo tanto, en esta ocasión, los más de 600 deportistas oaxaqueños que irán a medir sus habilidades y aptitudes con los de otros estados, tratando de dejar en alto el nombre de esta entidad, tendrán que hacerlo por su esfuerzo y con el único apoyo del Movimiento Antorchista porque, en Oaxaca, los funcionarios creen que el dinero que administran es de ellos y que cualquiera que se atreva a impulsar el deporte tiene que hacerlo por cuenta propia sin sentir la obligación no solo de reconocer, sino de reforzar este esfuerzo que no es para los organizadores, que no es con fines de lucro, sino que es para educar, para impulsar y desarrollar a los oaxaqueños de manera integral.
Ante esto, los antorchistas decimos que es en estas actividades, en esta conducta de solidaridad y apoyo a la sociedad, donde se conoce quiénes son los verdaderos amigos del pueblo pobre y de los sectores que tienen deseos de trascender y de sacar a sus comunidades y entidades adelante.
Por ello, a pesar del nulo o reducido apoyo de las autoridades al deporte, que los antorchistas seamos capaces de organizar el evento deportivo masivo mas importante del país, que reunirá a más de 20 mil deportistas de todas las capas y sectores de la sociedad, es no solo una verdadera hazaña, sino una prueba del compromiso y entrega del movimiento antorchista para con el progreso y desarrollo de los mexicanos.
Así, a lo largo de 21 años, en los que hemos realizado estas justas deportivas, ha quedado claro que el deporte no deja igual al hombre después de practicarlo; algo se modifica en sus músculos, en su corazón y pulmones, pero sobre todo algo se modifica y cambia en el cerebro pues está mejor oxigenado y tiene más agudeza y exactitud que lo hace tener mayor capacidad para resolver problemas complicados.
Quienes nos conocen saben que el significado de la Espartaqueada Deportiva de Antorcha no se reduce a un evento deportivo -más o menos- de los que puedan organizarse en el país, pues la fiesta se engalana desde el día de la inauguración con coloridos y armoniosos desfiles encabezados por atletas de los 32 estados del país.
Todo esto, gracias al esfuerzo de los antorchistas, de los activistas y de los propios deportistas, que, desde meses atrás, realizan actividades económicas para sufragar gastos de hospedaje, alimentación, uniformes, etcétera.
Antorcha no promueve el deporte para crear deportistas que aspiren a ganar mucho dinero y convertirse en estrellas de televisión, ese deporte no lo promueve el antorchismo, pues el deporte que promovemos trata de lograr una transformación integral del individuo, una transformación en todo su organismo y en su cerebro para incrementar su capacidad de analizar y responder a problemas difíciles, lo que importa es hacer deporte y cultura para vivir una vida productiva, solidaria con los demás, no una vida egoísta, sino de hermandad.
Pensar con rigor y buscar las mejores salidas para lo que uno se plantea es lo importante en el deporte que se debe trasladar de la cancha a la vida social, así la tarea verdadera de Antorcha es despertar a la gente, educarla y dotarla de verdadera capacidad de análisis, de reflexión; un pueblo de pie, culto e inteligente que vea claro y esté seguro de que hay un futuro mejor para todos. Porque nosotros en antorcha, estamos seguro que los mexicanos y los oaxaqueños, somos un pueblo con espíritu de lucha y con capacidad para crear un futuro mejor para todos. Y con o sin apoyo gubernamental, seguiremos organización e impulsando a los deportistas y a los mexicanos en general.
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