Las instituciones educativas tienen la función de transmitir el conocimiento a través de sus maestros. Sin embargo, a lo largo de la historia, la educación ha sido desigual, por ejemplo, desde los antecedentes prehispánicos, los centros de enseñanza llamados: Calmecac y el Telpochcalli estaban destinados para la enseñanza de los hijos de la nobleza, es decir, para hijos de gobernantes, sacerdotes y guerreros. En el virreinato la educación fue una herramienta para evangelizar a los nativos, desde el poder ideológico que tenían los representantes de la Iglesia católica por medio de sus diversos emisarios como los franciscanos, dominicos y agustinos, en ese momento ellos eran los dirigentes de las parroquias. La educación sirvió para dominar ideológicamente a los nativos y hacerlos participes de las costumbres españolas, una vez bautizados, también tenían la obligación de aportar económicamente pagando impuestos. A partir de 1547 fue firmada la primera cédula para que se estableciera La Real y Pontificia Universidad de México. Para seguir transmitiendo la ideología española durante el siglo XVII por orden directa del Rey Felipe IV, la cual indicaba que los obispos de la Nueva España deberían de fundar más escuelas para enseñar a los indígenas los usos y costumbres españolas.
La corriente jesuita cobró una importancia porque ofrecía una educación más amplia, a varios sectores de la población. Para el siglo XIX a raíz de una crisis económica Agustín de Iturbide no contaba con fondos para realizar un proyecto educativo y se le encarga la educación a la Compañía Lancasteriana, una de las propuestas educativas de esta Compañía era que los alumnos más avanzados en el estudio debían de enseñar a sus compañeros menos destacados.
En 1910 Porfirio Díaz inauguró la Universidad Nacional de México tras una huelga en la Universidad, el 28 de mayo de 1929 el presidente Emilio Portes Gil otorgó la autonomía a la Universidad y autorizó la construcción de Ciudad Universitaria donde el primer rector fue Joaquín Eguía Lis. A partir de este momento los universitarios se convirtieron en un sector elemental para aportar sus conocimientos a la sociedad. Poco a poco en el sector educativo se ofrecieron nuevos servicios para competir en el mercado y de esta forma la educación privada se estableció en el país con el surgimiento de Centros educativos como el Tecnológico de Monterrey o la Universidad Iberoamericana que le apostaron a educar a los hijos de empresarios, políticos y representantes de la iglesia.
En la actualidad México es un país muy atrasado en el nivel educativo, siempre ha salido mal en sus pruebas a nivel internacional, a partir de la propagación del Coronavirus en todo el mundo se tuvo que modificar el modo de educar, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el país es uno de los peores evaluados ofreciendo educación en línea. Hay un factor muy relevante, el costo del servicio de internet y la falta de computadoras. Los altos costos para pagar estos servicios han hecho que muchos alumnos renuncien a la educación e ingresen a laborar para ayudar a la economía familiar. Otro factor importante es que en México los maestros son muy mal pagados. Aproximadamente 85 pesos, mientras que en Estados Unidos ganan aproximadamente 414 pesos. El porcentaje de estudiantes mexicanos que cuentan con computadoras es del 44.3% por debajo de países como Chile 60%, España 78.4% y Países Bajos 97.6% que son los que tienen los porcentajes más elevados. El actual gobierno no ha hecho nada para mejorar la situación de los estudiantes, al contrario, cada vez se presentan más deserciones en las escuelas. Pero, además, el nivel educativo no mejora, esta educación desigual provoca que México siga siendo un país poco desarrollado si se le compara con otros países. El gobierno debe cubrir todas las necesidades de infraestructura en las escuelas y dotar de herramientas tecnológicas a los estudiantes, ya que estos tiempos exigen tener dichas condiciones tecnológicas. Además de proporcionar el servicio de internet gratuito a las zonas más marginadas. Los estudiantes deben de exigir sus derechos organizándose y siendo más críticos de esta situación para que el gobierno los pueda escuchar; nuestros jóvenes merecen tener todas las condiciones necesarias para desarrollarse y educarse porque de ellos depende el desarrollo educativo de nuestro país.
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