"El hombre es un ser social por naturaleza", postulado aristotélico que a más de dos mil años describe la necesidad intrínseca del ser humano por relacionarse con sus semejantes para sobrevivir; sin embargo, la historia nos enseña que las relaciones no siempre son equitativas ni funcionales para cohabitar.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) reconoce la existencia de 193 Estados miembros en todo el mundo; además de dos Estados observadores que son la Santa Sede y Palestina. Es difícil precisar la existencia total y exacta de países en todo el mundo, por cuestiones de teoría internacional y práctica diplomática; sin embargo, existen 193 países reconocidos y soberanos distribuidos en todo el planeta.
Medios internacionales han dado a conocer que 130 países del mundo ni siquiera han comenzado con la vacunación para inmunizar a la humanidad contra el coronavirus SARS-CoV-2. La pandemia es resultado de la existencia de un virus, sí, pero también lo es resultado de una falta de organización, voluntad y previsión contra infortunios provocados o naturales.
El dejar en segundo plano el desarrollo científico, tecnológico, y académico del sector salud, ha provocado que no se tengan los recursos técnicos, humanos, ni económicos necesarios para combatir las vicisitudes presentes. Esto provoca que los habitantes de una gran parte del mundo no tengan acceso a las vacunas, no tengan posibilidades de portar gel antibacterial, usar cubrebocas certificados, ni conozcan la sana distancia. El contagio los acecha por sus necesidades.
Es así que se plantean estrategias, con base en lo que se tiene, para inmunizar a la población, empero, pudieran no solo no funcionar, sino que pueden ayudar al virus actual a mutar paulatinamente. Se trata de aplicar al mayor número de personas la primera dosis de la vacuna, y esperar hasta obtener, de quienes la producen, un segundo lote para su segunda aplicación. Si no se aplica adecuadamente, el virus puede encontrar en cuerpos humanos "medio inmunizados” las condiciones para mutar y cambiar las reglas del juego. Sin posibilidades técnicas ni humanas para controlar la pandemia a corto plazo la mutabilidad del virus amenaza a la humanidad nuevamente. Las inmunizaciones correrán el peligro de no ser efectivas.
Pero la pandemia ha descubierto las contradicciones de la economía global con la generación de riqueza para los multimillonarios y ultrarricos del mundo, pero también rompiendo el récord de las personas en pobreza y hambruna. En el informe de la Agencia Hurun Report se dio a conocer que en 2020 hubo 3 mil 228 personas con fortunas superiores a mil millones de dólares, amasando una fortuna por 14 mil 693 billones de dólares, equivalente a una sexta parte del PIB mundial (87 mil 265 billones de dólares). Por lo que en palabras del Presidente e investigador en jefe de Hurun Report, Rupert Hoogewerf, "el mundo nunca ha visto tanta riqueza creada en solo un año, mucho más de lo que quizás se podría haber esperado durante un año tan perturbado por covid-19”. Además de que los nuevos multimillonarios se hicieron gracias a las vacunas contra covid-19.
De acuerdo con el Banco Mundial, la pobreza extrema aumentó por primera vez en 20 años como resultado de la pandemia, y empujó entre 88?millones y 115?millones de personas a la pobreza extrema, de los 150 millones pronosticados para 2021.
Aunque se crea lejana la realidad, en México, la pobreza y desigualdad continuarán. La firma británica Knight Frank estimó resultados favorables para la pequeña población que concentra la mayor parte de la riqueza del país. Para el 2025, proyectó un crecimiento del 32% en el número de millonarios y 26% en ultrarricos, lo que como consecuencia traerá otra ola de desigualdad que eliminará los avances logrados por los gobiernos en el combate a la pobreza. Lo que abrirá la brecha de la desigualdad alimentará "los reclamos por políticas diseñadas para revertir las desigualdades –específicamente impuestos a las fortunas–&rdquo, señala el documento. Y como ejemplo: en 2020, 4 de cada 10 personas recibieron un ingreso laboral inferior al precio de la canasta básica, dando un total de 51.9 millones de mexicanos in acceso a ella (Coneval 2020).
Ahora es más necesario que el país de un giro para buscar un cambio que regule y beneficie a todos sus habitantes. La concentración de la riqueza se ha vuelto más excesiva; el capitalismo, más feroz; la pobreza, más extrema. No es momento de dividirnos, es momento de sacar buenos candidatos que luchen en favor de las masas trabajadoras y empobrecidas. No más promesas de Morena, debemos tener soluciones que se materialicen. Con la pandemia, necesitamos líderes y buenas decisiones por el bien del país. Por el momento, querido lector, es todo.
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