En esta temporada la falta de agua afecta a miles de familias de la capital. Según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) en la Ciudad de México, el 32.3 por ciento de la población carece de agua, poco más de dos millones setecientos mil, que no cuentan con agua diariamente. Sumado a que la mayor parte del suministro del vital líquido se hace mediante viajes de pipas, lo cual es insuficiente para enmendar la demanda del líquido.
Además, según datos del Sistema de Aguas de la CDMX (SACMEX), la capital cuenta con 969 pozos de agua, de los cuales solo funcionan 716, lo que significa que 253 no están en operación, esto vuelve más grande el problema de la falta de agua en la ciudad. Si tomamos en cuenta que el 52.5 por ciento de la población en la Ciudad vive en pobreza, según los datos que arrojó el Consejo de Evaluación del Desarrollo Social de la Ciudad de México (Evalúa); de estos, el porcentaje arriba referido carece de agua potable, que coloca como uno de los problemas principales que las autoridades deben atender.
Sin embargo, la poca acción del gobierno capitalino y de las alcaldías ponen en duda el lema del gobierno federal: “Este gobierno es del pueblo”, ¿y el derecho a que los mexicanos tengan agua potable?, pues se queda solamente en el discurso.
Cuando uno se adentra a las colonias más alejadas de la periferia, se convive con los problemas que aquejan a los ciudadanos. En Tláhuac, por ejemplo, dónde el partido en turno parece estar más preocupado por retener el poder que en resolver de fondo los problemas de sus gobernados, y en este caso la falta de agua. He aquí un ejemplo de que las cosas no andan bien, muchas de las colonias urbanizadas como: La Estación, Las Arboledas, Zapotitlán, Santa Ana, por mencionar algunas, donde se supone cuentan con todos los servicios básicos, ahí también padecen de falta de agua y ya no decir en colonias populares donde carecen casi de todos los servicios por estar fuera del casco urbano.
He aquí uno de los tantos problemas que padecen miles de capitalinos, y que el gobierno quiere mitigar mandando unos cuantos viajes de pipas, que lo único que hacen es que la gente se pelee por llenar dos o tres tambos para su familia. ¿Éste es el gobierno de la esperanza? ¿Para qué buscaron el poder si no es para resolver los problemas de la gente? Con todo el poder en sus manos pueden darle una solución de fondo a éste y otros problemas más.
Pero la solución no es esperar que un gobierno resuelva los problemas de la gente, porque no lo han hecho ni de Morena ni de anteriores partidos. La solución se encuentra en los capitalinos, que se organicen y luchen por mejores condiciones de vida, salud, educación, servicios y obras públicas, es decir, que sean los más desprotegidos quienes tomen el rumbo de esta ciudad capital.
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