El día 9 de julio del presente mes, salió en eleconomista.com.mx la nota siguiente: “México se colocó en el último lugar de los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en cuanto a la inversión pública que ejerce como proporción de su Producto Interno Bruto (PIB)”, revelaron cifras divulgadas por la organización. De acuerdo con el reporte “Goverment at Glance 2021”, elaborado por la OCDE y divulgado en el marco de la reunión de los ministros de Finanzas del G20, la inversión pública en México representó 1.3% del PIB en el 2019. “Esto es un decremento de 0.7 puntos desde el 2007, cuando la inversión pública en México era de 2.0% del PIB”, señaló la OCDE…Este dato se ubica por debajo del promedio de los países de la organización, de 3.3% del PIB…Apenas unos escalones arriba de México se encuentra Brasil, con 1.7% del PIB, y Portugal con 1.8 por ciento. En el otro extremo, los datos señalaron que Hungría fue el país con mayor inversión pública en el 2019, con 6.3% del PIB, seguido de Noruega con 6.0% y Corea con 5.4 por ciento…“La inversión pública puede mejorar la productividad y promover el crecimiento económico, así como fomentar el bienestar social (…) La inversión del gobierno a menudo incluye las compras necesarias para implementar políticas a largo plazo, como la inversión en infraestructura de energía verde para respaldar acciones contra el cambio climático”, señaló la OCDE.
Me parce muy importante este tema, y la nota es clara, permite ver por qué en nuestro país hay problemas para que a nuestra gente se le atiendan sus problemas.
La inversión pública es el dinero que el gobierno destina a infraestructura, carreteras, hospitales, escuelas, mejoramiento de vivienda, generación de empleos, incentivar la creación y desarrollo de empresas y mejorar la calidad de vida de los mexicanos, la misma OCDE lo señala en esta nota.
Para realizar todo esto, el dinero saldrá de los impuestos de todos los mexicanos. ¿Qué dice esta nota periodística? Que en México le destinamos a este rubro menos dinero que otros países, somos los que menos dinero invertimos a mejorar la calidad de vida de nuestra gente.
Los países de la OCDE destinan en promedio 3.3% de todo el PIB, aunque como dice la nota hay países como Hungría, que hasta el 6.3% destina, mientras que nosotros sólo el 1.3%. A mi entender, eso se explica por la llamada “austeridad” de la 4T, pero en los hechos, en la realidad, esta política de invertir menos le está generando un daño terrible al país, porque el pueblo sufre, vive mal y con muchas carencias.
En Nayarit, hasta el día de hoy, a medio periodo del gobierno actual, son muy pocas cosas de infraestructura que el Gobierno federal este haciendo. La carretera tan prometida por López Obrador en La Yesca, región de las más marginadas del estado, va lentísima, al ritmo que van, va a terminar su periodo y no la concluirán; la autopista Tepic-Vallarta igual, ya lleva su tiempo y no concluye; en los municipios es generalizado escuchar, cuando la gente va a gestionar una obra, que por respuesta se le diga, “no hay dinero”, “este municipio tiene muchas necesidades pero ahora recibimos menos dinero que otros años”, “no tenemos ni para pagar la nómina ”etc., etc. No hay dinero ni para salarios, menos para obras y servicios, y aunque se diga que el pueblo es feliz, esto es una mentira, los problemas no los borrarán con habladurías.
Tenemos el caso de la comunidad de Cofradía de Acuitapilco, en Santa María del Oro, donde un grupo de familias organizadas en Antorcha tienen ya un año gestionando ante el municipio unos escalones de concretos para que la gente adulta pueda acceder con facilidad a su iglesia que está en una loma. Su lucha ha sido un peregrinar, topándose en primer lugar con la respuesta de que no hay dinero, lo que no ha amilanado el entusiasmo de los demandantes, al contrario, han insistido y han obligado a que el municipio los apoye con material y ellos pagar la mano de obra. Pues a pesar de ese acuerdo, el ayuntamiento, a través de su secretario y del director de obras han cumplido a fuerzas y mal, porque entregaron un cemento ya caduco, y a pesar de ese obstáculo de mala fe, los demandantes aguerridos siguen con su obra, hicieron rifas familiares, solicitaron apoyos aquí y allá, y ya casi terminan esta pequeña obrita pero muy simbólica para los pobres y los luchadores sociales.
Como se puede ver, la poca inversión pública sí afecta gravemente al pueblo pobre, las familias tienen necesidades y no hay recursos para obras. ¿Qué hacer ante esta situación de poca inversión, que la aprovechan los insolentes funcionarios menores para negar solución a los problemas?
La respuesta es sencilla, hay que organizarse, unirse todo los pobres, luchar para exigir al gobierno federal más inversión pública, porque este tiene la obligación de invertir en obras y servicios, para eso son los impuestos que todos aportamos, por lo que, es muy importante saber dónde está el problema y actuar en consecuencia.
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