La desgracia, caos e incertidumbre es lo que está viviendo la educación mexicana en estos tiempos. La renuente labor por parte del mandatario licenciado Andrés Manuel López Obrador y de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Delfina Gómez Álvarez, de no ejecutar un plan, que verdaderamente llegue a todos los rincones de México, pone al descubierto la ineficiencia, incompetencia del actual gobierno. En el caso de Quintana Roo, la educación sólo llega a los colonias populares, mientras que en las zonas rurales y zonas de asentamientos irregulares son olvidados por completo.
Tan sólo en Quintana Roo, siete de cada 10 personas de las comunidades rurales carecen de conexión a Internet, según la Encuesta sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de Información y Comunicación en los Hogares (ENDUTIH) 2018. Esto nos indica que ya se tenía conocimiento de la falta de cobertura de internet en todo lo ancho del estado.
A pocos meses de que iniciará la pandemia de la covid-19, que está afectando severamente a todo el mundo, el licenciado Carlos Manuel Joaquín González, gobernador constitucional del estado de Quintana Roo, mencionó en un comunicado en el 2019, que se implementaría un programa llamado “Internet en Pueblos de Quintana Roo” que tendría un beneficio para 153 pueblos, con conexión, sin embargo no ha logrado llevar el programa al 100 por ciento, y tampoco ha logrado beneficiar a los estudiantes.
Podemos destacar la enorme y gigantesca brecha que se está haciendo entre la educación urbana y la educación rural, es abismas. Laura Cruz, periodista, menciona que en cuanto a conexión de internet en zonas rurales, Quintana Roo ocupa el lugar 28 a nivel nacional, que va afectar drásticamente a los estudiantes de estas zonas. Así lo afirma Marco Bravo, director del Instituto Quintanarroense de Innovación y Tecnología (IQIT) que reconoció que entre norte y sur de la entidad hay un abismo en la materia educativa.
Si bien es cierto que, la actual administración no son los causantes de la pandemia, lo que si se les reprocha, es de no hacer nada, para poder llevar una educación a todo Quintana Roo y sobre todo no obligar a la Secretaria de Educación en Quintana Roo, de crear un plan educativo para todos. Me atrevo a mencionar que la educación en Quintana Roo, no es pareja. De los 11 municipios que integran el Estado, los más pobres son el de Felipe Carrillo Puerto, Benito Juárez y Othón P. Blanco, siendo este último la capital (Coneval 2018) que se manifiesta en un 70 por ciento de rezago.
Reitero que las acciones que se está tomando a nivel nacional a mando de los morenistas, que encabeza Andrés Manuel López Obrador, no ha sido la correcta, porque en vez de mejorar, está empeorando la condición en las zonas rurales. A su vez el gobernador Carlos Manuel Joaquín, no ha logrado llevar la educación hasta las zonas más alejadas de la capital.
Que va a suceder de seguir por este camino, de indiferencia por parte de nuestros gobiernos:
1. Esta generación se verá dañada, sin educación, sin las condiciones y sobre todo sin una garantía, de que todo regrese a la normalidad.
2.Aumentará la “incorporación prematura de niñas, niños y adolescentes al mercado laboral.
3. La desigualdad en la sociedad será más evidente entre lo urbano y rural.
4. El analfabetismo será a nivel nacional. Así mismo, habrá un retroceso educativo, de por lo menos 9 años.
Ante tal panorama los maestros antorchistas del estado, no cejaremos de denunciar que el plan educativo y los métodos que se están utilizando, para llevar la educación en todo el estado, no está funcionando. Que ustedes gobernantes si están enterados que las zonas rurales y los asentamientos irregulares de las periferias del estado, las familias no cuentan con lo mínimo necesario para tomar las clases de manera digital. Los maestros antorchistas, gritaremos de, de norte a sur, y de este a oeste, que la educación debe ser para todo y por lo consiguiente debe llegar a todos NNA de Quintana Roo.
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