De acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), la pobreza alimentaria es la incapacidad para obtener una canasta básica alimentaria, aun si se hiciera uso de todo el ingreso disponible en el hogar para comprar sólo los bienes de dicha canasta.
Investigadores de la Universidad de Guadalajara (UdeG), a inicios de 2022 alertaron que apenas un 25 por ciento de los jaliscienses pueden comprar algunos productos de la canasta básica, es decir uno de cada cuatro vive con pobreza alimentaria. Tomando en cuenta que, según el INEGI, Jalisco tiene 8 millones 530 mil 830 habitantes, más de 2 millones de personas tienen dificultades para adquirir alimentos incluidos en la lista de la canasta básica y solventar otros gastos de interés doméstico como vivienda, agua, luz, educación, salud entre otras necesidades básicas.
Los académicos de la UdeG revelan que, ante la incapacidad de acceder a la totalidad de la canasta básico o por el aumento en el precio de los productos, así como en la mayor parte del país, las personas sustituyen algunos artículos por otros como la carne por soya o dejan de comprarlos como es el caso del limón, porque existen personas que ganan cuanto máximo un salario mínimo.
En relación con los bajos ingresos, los investigadores del colectivo México Cómo Vamos indican que la pobreza laboral es una situación en la que el ingreso laboral de un hogar no es suficiente para alimentar a todos sus miembros. Hogares en pobreza laboral pueden lograr alimentarse a partir de ingresos no laborales como remesas, transferencias o acceso a programas sociales.
Con respecto al ingreso laboral, el Instituto de Estadística, Informática y Geográfica de Jalisco (IIEG) registró que el primer trimestre de 2022 la entidad, en pobreza laboral alcanzó el 24.8 por ciento. El organismo reveló, la población que no puede adquirir la canasta alimentaria con su ingreso laboral en el Estado fue del 24.8 por ciento. Asimismo, el IIEG informó, a nivel nacional, Jalisco es la entidad federativa que recibió la mayor cantidad de remesas durante el primer trimestre de este año.
En días recientes el gobierno jalisciense con el fin de sustentar el plan de Seguridad Alimentaria, las autoridades en sus discursos aseveraron, a pesar de que el Estado produce el 25 por ciento de los alimentos en el país, diez municipios registran pobreza alimentaria. En efecto, documentos oficiales hacen referencia en los que el campo de Jalisco ha tenido el liderazgo nacional, en productos agrícolas de alto valor comercial como el agave Tequilana Weber, el arándano y la frambuesa. En el valor de la producción, la entidad también fue puntero del país, al acumular 195 mil 252 millones de pesos, muy por arriba del segundo lugar: Michoacán con 104 mil 133 millones de pesos.
Con la entrada a Estados Unidos del aguacate jalisciense, la producción de este fruto se duplicó en seis años. Este crecimiento permitió al Estado posicionarse en el segundo lugar a nivel nacional como el mayor productor del “oro verde”. Los municipios Chiquilistlán, San Gabriel y Tapalpa producen aguacate, pero académicos del Centro Universitario del Sur de la UdeG, alertan que en esta región se presenta escasez de agua potable. A esa grave situación se suma el deterioro de las áreas boscosas ante el avance (regular e irregular) de cultivos como aguacates, berries y papas, que además de la tala de árboles consumen mucha agua y tienen fuerte impacto en el suelo.
Por lo que, con base en estas estadísticas e informes oficiales, pese a las posibles buenas intenciones de la estrategia del Gobierno de Jalisco para combatir la pobreza alimentaria en que se encuentran los municipios de la Huerta, Cuautitlán de García Barragán, Casimiro Castillo, la parte que colinda con Michoacán que son Jilotlán de los Dolores, Santa María del Oro y algunos municipios de la zona norte del Estado como Mezquitic, Huejuquilla y Bolaños que consiste en: que no falte alimento y que haya generación de empleo para que haya derrama económica y haya movimiento de la economía, estas medidas no acabaran con el hambre y solo serán unos paliativos.
La causa de fondo de la pobreza alimentaria es el fracaso de la producción agropecuaria basado en el neoliberalismo, agravado ahora por la pésima administración del gobierno de la Cuarta Transformación. La producción agrícola de Jalisco demuestra que el modelo agrícola de nuestro país está distorsionado, produce mucho y exporta toneladas y toneladas de productos de alto valor comercial, pero por otro lado nos hace sumamente dependientes en alimentos básicos, sobre todo de los Estados Unidos de Norteamérica.
La realidad evidencia cada vez más, a través de las enormes necesidades sociales que está afrontando el pueblo de México, la urgencia de cambiar el actual modelo económico que es tan injusto, brutalmente explotador de los trabajadores y depredador de los recursos naturales, generador de grandes masas empobrecidas y depauperadas. Para tal efecto, debemos entender que los millones de jaliscienses con pobreza alimentaria es resultado del modelo económico neoliberal.
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