La farsa de Morena de la revocación de mandato, que en el fondo fue un engaño para legitimar a al presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), desenmascaró a quienes medran al amparo de la 4T y AMLO, pero con toda la repulsiva y reprobable manipulación, la propaganda llena de mentiras y chantajes groseros a la gente que recibe una pensión que se pagan con su propio dinero, también deja atisbos para salir del callejón sin salida en que ha arrinconado el gobierno morenista al pueblo de México.
La baja participación de los votantes para hacer vinculante los resultados a nivel nacional es una buena señal. En la consulta participaron 16.4 millones de electores, lo que representa a 17.7% de la lista nominal, la cual está integrada por un total de 92 millones 823,216 ciudadanos, muy por debajo del 40% necesario. Lo que significa que más de 76 millones de mexicanos no se prestaron al juego de este engaño y por lo tanto no acudieron a votar.
Resulta interesante el caso de Jalisco en donde solo el 9% del padrón salió a votar, posicionándose como el Estado con menor participación en el revocatorio. La cifra está muy por debajo del 17% de participación que se promedió a nivel nacional. El Instituto Nacional Electoral (INE) había anunciado que podrían participar seis millones 134 mil 265 personas mayores de 18 años con credencial para votar. Pero sólo acudieron 555 mil 668 jaliscienses a algunas de las 3 mil 785 casillas instaladas en los 125 municipios del estado. Así como en el resto del país, en la entidad jalisciense votaron adultos mayores y escasearon los jóvenes. Desde las primeras horas los funcionarios de casilla rebelaron que hubo escasa participación.
Si los electores no acudieron a las urnas es porque se dieron cuenta del engaño. La revocación no es un interés de ellos ni del país. Como se vio, a los morenos les urgía una votación copiosa, abundante, para legitimar al presidente y al gobierno de la 4T. Quieren fortalecer a su líder para que siga gobernando en la forma despótica, arbitraria y equivocada como lo ha hecho hasta hoy. Pero los votantes demostraron madurez ante una consulta revocatoria tremendamente innecesaria y sobre todo costosa.
Especialistas han documentado que cada voto recibido a favor o en contra de que López Obrador permaneciera en el cargo tuvo un costo de 102 pesos, que equivalen a 20 boletos del metro en la Ciudad de México, a cinco kilogramos de tortilla o a un kilogramo de aguacate, fruto que presenta el precio más caro en los últimos meses. Para la organización de la consulta en la que participaron 16 millones de ciudadanos, el INE gastó 1,692 millones de pesos, recursos con los que se pudieron comprar 13 millones de vacunas contra covid para niños. De igual manera, lo gastado debió ocuparse en otra cosa, que no son precisamente en programas sociales, el país tiene muchas necesidades. Este ejercicio fue un derroche de recursos y rompe el discurso de austeridad que pregonan el presidente y de Morena.
Asimismo, en dicha consulta los morenistas y su jefe e ideólogo pusieron en práctica las mañas del viejo PRI. En redes sociales circularon algunas imágenes de relleno de urnas. Si no hay más evidencias es porque en las casillas no hubo representantes de los otros partidos. Se dio a conocer que en 299 casillas ordinarias de la consulta de revocación de mandato, ubicadas en ocho estados gobernados por Morena, votó más del 80% de la Lista Nominal, algo inusual en una elección. En un centenar de esas urnas acudió entre un 95 y 100% de los electores enlistados. En 29 casos más, no sólo votó toda la población inscrita, sino que también se acabaron las 14 boletas adicionales para representantes. Para llegar a esos niveles, implica que en menos de un minuto votó una persona.
Es evidente que fue insuficiente la participación pese a todas las maniobras de Morena y López Obrador. En especial del uso electorero y clientelar de los programas sociales. Los beneficiarios de programas sociales recibieron llamadas condicionándolos a que, si no acudían a votar al próximo 10 de abril, les retirarían la pensión. El testimonio de la familia de Chiapas que circula en redes sociales, lo dice todo. La sed de poder de los morenistas ya cobró vidas y los mexicanos de conciencia limpia debemos indignarnos y repudiar toda la manipulación de la 4T, sus chantajes y mentiras.
No se necesita saber mucho de Teoría del Estado o de ciencia política para percatarnos de que en la próxima elección presidencial el líder de Morena se empleará a fondo para llenar las urnas, AMLO no dejará de hablar de sus obras y logros, por lo mismo él y sus incondicionales no respetarán las leyes electorales. Los gobernadores de Morena se abocarán en la movilización nacional de votantes. Amedrentarán a las autoridades electorales y para que no les impidan mezclar labores de partido y de gobierno.
Pero no es todo. Los morenistas ya se están desentendiendo de todo ropaje democrático. El titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, Pablo Gómez amenaza a los casi 80 millones de mexicanos con la suspensión durante un año de sus derechos ciudadanos reconocidos en la Constitución, como votar, ser votado, libertad de asociación, defender al país, de petición, ser servidor público o presentar iniciativas de ley, por no haber cumplido, según él con su obligación de votar en la revocación de mandato del presidente. De igual manera que sin duda alguna, ante la insuficiente participación que se vio en este ejercicio revocatorio, viene la compra de votos.
Ante este escenario hay dudas de quién podrá detener al lopezobradorismo. La respuesta es: el pueblo de México. Ante cualquier amenaza de algún morenista encumbrado de aplicar la ley, los mexicanos no debemos perder de vista en ninguna circunstancia que son los gobernantes los primeros que están obligados a respetar lo que marca la Constitución y acatar las resoluciones de los Tribunales. Por otra parte, los beneficiarios de los programas sociales deben recordar que el poco dinero que reciben cada dos o tres meses, es de todos los mexicanos y no de AMLO ni de Morena. La salida del callejón está en la entrada misma. O sea, ahora votar en contra del gobierno de la 4T, sin importar sus chantajes, amenazas y la compra de votos que viene.
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