El Gobierno federal reporta un gasto social por 70.4 mil millones de pesos cada trimestre, que representa el doble que en 2018. El 36 por ciento de las familias mexicanas reciben apoyos a través de algún programa social, una cifra récord.
Sin embargo, estas transferencias monetarias llegan a menos hogares en pobreza extrema que en 2018, cuando el gasto era el 50 por ciento menor que ahora. Se gasta más, pero está mal dirigido. Según datos que publica el Inegi de los resultados de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gasto de los Hogares (ENIGH 2022).
La analista y académica Viridiana Ríos comentó que "...López Obrador ha confundido el dar más dinero con llegar a más pobres. Y no es lo mismo…La política social actual no está llegando a los más pobres porque no tiene equipos especializados que les permitan llegar. Atender a la población más vulnerable requiere un esfuerzo especial de búsqueda, en ocasiones en áreas rurales enormemente alejadas. En lugar de ello, el gobierno actual ha depositado la política social en equipos de activistas políticos sin las herramientas que les permitan llegar a las zonas más alejadas y vulnerables. El resultado es una política social de billetazos, dando más dinero, pero no se resuelven del todo porque no se tiene una estrategia para resolver los problemas más complejos".
Hoy se están distribuyendo los programas sociales no solo a los más desprotegidos, sino también a los más ricos, por lo que la verdadera intención de las transferencias monetarias es ganarse la simpatía electorera y no combatir la pobreza.
Pero los engaños de este gobierno son mayores .Las remesas que envían millones de mexicanos que trabajan en Estados Unidos, que ya rebasan los 50 mil millones de dólares, lo anuncia el gobierno federal como un gran logro, pero el envío de remesas son en realidad el resultado de un proceso de exclusión, pues cada año un millón 200 mil mexicanos se suman a la necesidad de contar con un empleo.
Prácticamente, desde el año 2019 la economía nacional no crece y en 2020 debido a la pandemia y a malas decisiones, el Producto Interno Bruto disminuye el 8.4 por ciento, la segunda caída más terrible desde 1932. En 2021 se crece el 5 por ciento, que no compensa la pérdida del año anterior, y solo se crearon 198 mil empleos, muy lejos de lo que requiere el país.
La inversión extranjera ha disminuido a pesar de que en las mañaneras se repite con frecuencia lo contrario y no llega a los montos del año 2013. López Obrador afirma que en su gobierno la deuda pública no ha aumentado, de acuerdo con el portal Estadísticas Oportunas de Finanzas Públicas de Hacienda, si bien ha crecido a un ritmo menor, la deuda total del país fue de 51.5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB 2020), la más alta desde el año 2000.
El gobierno morenista con todos los indicadores económicos y sociales en contra, con una violencia imparable por todo el territorio nacional, el desastre en los servicios de salud, la educación en su peor, escándalos de corrupción, se prepara nuevamente para mantenerse en el poder otros seis años, no le importa mejorar las condiciones mínimas de los más pobres.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario