Cd.Victoria, Tamaulipas. La pandemia de covid-19 incrementó la vulnerabilidad de personas con discapacidad porque parte de esa población depende de otros para sobrevivir en condiciones de crisis por falta de empleo y alimentos.
Este es el caso de la señora, Adelfina Castañón, habitante del ejido la Libertad, en Ciudad Victoria, Tamaulipas, ella a sus 56 años de edad, representa el sostén económico de su hijo de 35 años de edad quien padece una discapacidad motora que le impide valerse por sí mismo.
Adelfina es empleada doméstica y su salario solo le alcanza para medio comer y comprar el medicamento de su hijo.Hoy se encuentra desesperada porque fue despedida por la contingencia sanitaria y ha tocado puertas en varias instituciones para obtener asistencia social, pero sigue sin respuesta su petición.
Su situación se ha complicado al igual que para los miles de familias que pasan por la misma situación.
Ellos se unen a las exigencias para que el gobierno federal, estatal y municipal ejecute un plan encaminado a atender las necesidades de los más pobres de todo el país que no tienen los recursos necesarios para sobrevivir estos días de contingencia.
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