El municipio de Huitzilan está ubicado en la Sierra Nororiental de Puebla, de acuerdo a los datos del Inegi este municipio tiene una población total de 15 mil 928 habitantes, la demarcación cuenta con 25 comunidades y su población es mayoritariamente indígena.
Durante muchos años, este marginado municipio estuvo sumido en el atraso y el abandono por parte de las autoridades de todos los niveles de gobierno y sometido a la voluntad de los caciques de la zona, quienes prácticamente disponían de la vida de los indígenas. Fue la familia Aco quien, por muchos años, amasó fortunas aprovechándose de la ignorancia de la gente, de la sumisión y del miedo que les tenían, pues a través de amenazas despojaban a los indígenas de sus tierras, los sometían a jornadas laborales extenuantes y les pagaban precios ínfimos por su fuerza de trabajo. En estos años el poder del cacicazgo era absoluto; quien osaba protestar era asesinado sin mayor preámbulo.
Por esos años, también en la década de los 70, las organizaciones sociales radicales tenían auge en algunas zonas de Veracruz y en una parte de la Sierra Norte de Puebla, y fue así como una de ellas, la Central Campesina Independiente (CCI) encabezó a los campesinos para la recuperación de las tierras y la reivindicación de sus derechos, sin embargo, los líderes de la CCI en la zona tuvieron sus diferencias con sus superiores y decidieron escindirse y formaron la Unión Campesina Independiente (UCI) tomando como estrategia el uso de las armas.
Se inicia así una encarnizada lucha entre la UCI y los pistoleros de los caciques, lucha que cobra la vida de persona de ambos bandos pero que pone en riesgo la vida de cientos de familias, quienes, en muchos casos, optan por la migración a municipios vecinos. Con el tiempo, la lucha de la UCI se desvirtúa, pues al ser asesinados sus principales líderes, se queda al frente gente que conocía poco o nada sobre los ideales de la agrupación, cayendo posteriormente en el abandono de la lucha por los derechos de los indígenas y poniéndose a disposición del mejor postor que pagara sus por servicios.
La explotación y el sometimiento que ejercían los caciques no cesaban, y fue así como un grupo de huitziltecos buscaron el apoyo del Movimiento Antorchista que, por los años 80, iniciaba su trabajo de gestión en la región de Zacapoaxtla. La demanda de los campesinos era la instalación de una tienda de abasto que vendiera los productos básicos a menor precio que los caciques, al resolver esta demanda y organizar a los indígenas huitziltecos, la persecución hacia los antorchistas no se hizo esperar, fue así como el binomio caciques-UCI emprendieron una encarnizada persecución y asesinatos en contra de todo aquel que osara formarse en la filas del Movimiento Antorchista.
El terror de los pistoleros no respetaba nada, pues hasta los presidentes municipales en funciones fueron asesinados, sin embargo, el pueblo de Huitzilan no se amedrentó, pese a pagar con sangre el precio de su progreso y de aspirar a una vida mejor. Con el paso del los años las cosas han cambiado, aunque el peligro siempre ha estado latente, pues los poderosos interese que se han afectado con el progreso de los pueblos no perdonan a quienes han encabezado sus luchas y aún en los tiempos recientes han enlutado las familias de Huitzilan, el caso más reciente y que hasta la fecha no se ha hecho justicia plena es el asesinato del joven presidente municipal en funciones en el año 2017, el licenciado Manuel Hernández Pasión, quien fue artera y cobardemente asesinado en una emboscada camino a Huitzilan de Serdán. Manuel Hernández Pasión no tenía enemigos personales porque él era un hombre pacífico y trabajaba para su pueblo, por eso siempre hemos sostenido que el móvil fue político; los antorchistas de todo el país seguimos esperando justicia de este cobarde crimen.
De ese tamaño es el precio que los campesinos de Huitzilan han tenido que pagar por tener los servicios que ahora tienen, por atreverse a querer vivir como seres humanos; el desarrollo que este municipio enclavado en la Sierra Norte ha alcanzado es impresionante, pues a diferencia de muchos municipios de la región, todas las comunidades tienen carreteras que los conectan con las vías principales de comunicación, tiene una infraestructura educativa que va desde el preescolar hasta la normal superior para quienes deseen estudiar, cuenta con un hospital que da servicio las 24 horas, una ambulancia para el traslado de enfermos de forma gratuita y personal médico adicional que paga el ayuntamiento, para la práctica del deporte los habitantes cuentan con una unidad deportiva con todas las instalaciones necesarias a saber, cancha techada, pistas de atletismo, salas audiovisuales y de computo, gimnasio al aire libre y área de juegos, cancha de futbol rápido con pasto sintético y un auditorio con capacidad para 7 mil personas.
Los recursos del erario, administrados de manera honrada, se distribuyen en acciones de vivienda, apoyo al campo, obra pública como introducción de red de drenaje, construcción de letrinas en los lugares accidentados, aguas potables, pavimentación de calles, construcción de escuelas, etc.
Los tiempos de reacción y de demagogia que azotan al país pretenden confundir al pueblo de Huitzilan de Serdán para que cambien el camino que han emprendido por uno sin la presencia ni el asesoramiento del Movimiento Antorchista, los demagogos y enemigos del progreso, los mismos que asesinaron a cientos de indígenas hoy pretenden erigirse como salvadores de los pobres, pero los hombres y mujeres de bien saben perfectamente distinguir a sus hermanos de lucha de sus enemigos de clase y no se dejarán engañar ni amedrentar.
Son muchos años de sacrificio y de esfuerzo que los más humildes han hecho, y no lo echarán por la aborda, hoy más que nunca el pueblo de Huitzilan de Serdán cierra filas en torno a su organización y a sus autoridades que los han guiado por el camino del progreso y del mejoramiento de sus condiciones de vida, sin duda alguna los huitziltecos no están dispuestos a regresar al oscurantismo y al terror en que los caciques los sumieron por decenas de años y por el contrario seguirán luchando por un mejor futuro para sus hijos como lo soñaron los que cayeron en el camino bajo las balas asesinas, y para ello también cuentan con el apoyo decidido de sus hermanos antorchistas de todo el estado y del país; en hora buena antorchistas de Huitzilan de Serdán y seguir librando batallas en pro del progreso y desarrollo de sus pueblos.
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