Aclaro, al empezar este escrito, que la historia de la sociedad nos permite aprender de ella, siempre y cuando la estudiemos desde un punto de vista crítico. Con la aparición de la escritura, quedaron las huellas de cómo se fundaron y sobrevivieron miles de civilizaciones. Hubo diferencias, por supuesto, entre los mayas y los aztecas. Los galos y los eslavos y mongoles, pero todos buscaban algo, cuando se reunieron en colectivo, que la tribu se hiciera cargo de la seguridad, de la atención de los enfermos o la repartición de la comida.
De los impuestos, hay registros desde la antigüedad griega y romana. Sólo que en aquellos tiempos sólo cooperaban los amos y dueños de esclavos o los que tenían cierta cantidad de tierra. Los esclavos simplemente no contaban, ya que se consideraban animales parlantes. La mayoría de los estados modernos, se ocupan de los impuestos. Hubo una época en que esto no era común. La gente más rica, en los antiguos ayuntamientos se ponían una cooperación entre ellos, por ejemplo, para comprar una campana, arreglar la iglesia y resolver un tema de seguridad.
Para nosotros ya no nos sorprende que nos cobren impuestos, a veces ni nos damos cuenta porque vienen incluido en el precio del producto. Y no nos dejan más remedio. A veces sólo vemos que las cosas están caras, pero no nos explicamos por qué el IVA, ISR, IEPS, IETS, Predial, placas, actas de nacimiento, cuotas de peaje y mucho más. Todo lo recaudado por estos conceptos va a parar a los diferentes gobiernos.
Tan sólo en 2021 ingresaron por concepto de predial 3 783 530 876; Nuevo León ocupa el octavo lugar nacional por ingreso de este concepto, y equivale a un ingreso de 629 pesos por persona. Para lograr que la ciudadanía pague, buscan convencer que con ello tendrán una mejor calidad en los servicios.
Una de las quejas constantes de los gobiernos de los distintos niveles, es que no recaudan lo suficiente. han implementado una serie de medidas para atraer a la gente a que pague el predial, mediante rifas y seguros. Ofreciendo descuentos, etc. y en las placas y tenencia que actualmente oferta el gobierno del estado, para que la gente las pague les dicen que son seguras o que con ello le garantizan su seguridad.
Precisamente, es una de las causas por las que los ciudadanos, en el caso de los pagos que tienen que ir a realizar ellos, es que los compromisos hechos por las autoridades no se cumplen. Las calles son un desastre, las escuelas abandonadas, el alumbrado público, en los hospitales se muere la gente antes de ingresar y de la seguridad, mejor ni hablamos. Puede usted circular por alguna calle de Monterrey o alguna avenida y a leguas se ve que el municipio y/o estado y/o federación no les han puesto atención.
Es decir, el gobierno insiste que se paguen los impuestos correspondientes, pero no se le puede exigir resultados o informes de ese recurso, porque se enojan. El argumento más socorrido para negar cualquier servicio por mínimo que sea, es que no cuentan con dinero.
Y aún así, siguen y siguen buscando de donde sacar más dinero. En el caso del gobierno federal. Dice y repite, una y otra vez que, gracias a su política de austeridad, ha logrado ahorrar más de dos billones de pesos. Pero no se ven donde están. Ya desapareció el Fonden, las guarderías infantiles, el seguro popular, y siguen buscando que organismos desaparezcan para hacerse de dinero.
Ahora, ya desapareció todos los recursos que tenía. Despilfarrados la mayoría de ellos. Buscando donde hay dinero, se dieron cuenta que había recursos guardados en los bancos y en las instituciones bancarias, que van a la beneficencia pública. Y está en proceso la aprobación de la llamada Ley Mier, que reforma el artículo 61 de la Ley de Instituciones de Crédito, para que el dinero que tenga entre tres y seis años sin movimiento, el gobierno pueda disponer de esos recursos. Según informes, ahí están más de 10 mil millones de pesos, que los ciudadanos tienen depositados en los bancos e instituciones financieras, pero que en tres o seis años no han realizado ningún movimiento. Todo ese dinero, ahora el gobierno quiere disponer para seguridad, que como dijimos anteriormente, no se ven los resultados por ningún lado.
Algunos analistas han dicho que los más perjudicados de esta medida, son los adultos mayores, que tienen su cuenta de ahorros y que por motivo de su edad, ya no pueden realizar ningún movimiento. Algunos más han tildado la medida de expropiación, aunque en este caso hay una compensación. Y otros más, lo han tachado de un robo.
Por esta vía el gobierno nuevamente busca perjudicar a los más débiles, a esos mismos que dice defender. Este gobierno se ha dedicado a despilfarrar los recursos de la gente y no le basta con los que tiene, a pesar que dice tener dos billones, este gobierno-vampiro sigue succionando hasta la última gota de sangre a las clases populares. Un agujero negro sería poco comparado con este gobierno.
El pueblo siempre es solidario en las grandes causas, pero cuando ve que su esfuerzo y sacrificio no sirven para nada, deja de aportar o lo hace obligado por las circunstancias. Cuando la gente se de cuenta que sus recursos sean usados de mejor manera, tal vez, por su propia voluntad aportará más a la obra común. Queda patente, una vez más, que el actual gobierno quiere quitar lo poco que aún les queda a las clases populares: la beneficencia pública. En lugar de enfrentarse a las clases poderosas que siguen engordando a su sombra y no dice nada de la reforma fiscal progresiva.
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