Serios problemas sociales y de difícil solución enfrenta el mundo entero; problemas sociales que se crean exprofeso para mantener el poder político y económico, y que este permita desarrollar la ignominia.
El sistema económico capitalista, ahora, en su fase imperialista, pretende hacerse del control total del mundo entero para beneficio de los pocos poseedores de los medios de producción que acumulan cuantiosas fortunas y que no les bastará la vida entera para consumirlo todo. Esa riqueza que acumulan unos cuantos, es a costa del sacrifico de todos los trabajadores, de enfermedades e ignorancia de la clase trabajadora y de sus familias, víctimas del sometimiento y la manipulación.
Los ricos, con su dinero, son dueños de muchas voluntades que gobiernan en muchos países del mundo, por eso dictan a su antojo el destino mísero de millones de almas, e imponen el capital a su ley, a su antojo y arbitrio. Son capaces de manipular y crear condiciones favorables a sus mezquinos intereses, aunque en ellos vaya de por medio la vida de muchos miles de hombres, mujeres y niños. Y para muestra de ello, tenemos la suerte que vive el pueblo ruso en Ucrania.
Estados Unidos (EE. UU.), como representante fiel del modelo económico capitalista, busca, a toda costa, el dominio mundial para garantizar las materias primas que necesita su descomunal maquinaria industrial, y a la vez, necesita mercados libres de restricciones locales que consuman sus mercancías producidas.
Crear proyectos bélicos, es para EE. UU., una tarea de sobrevivencia y de urgencia vital para imponer su modelo económico en todos los países del orbe, como un modelo de vida a imitar, y no admite un ejemplo de vida social diferente, como Venezuela, Cuba, China y otros, so pena de ser aniquilado de inmediato con cualquier elaborado pretexto.
El pueblo rusoparlante de Ucrania, hoy, es víctima de las ambiciones imperialistas de los EE. UU., y sus aliados, de la elite gobernante en Ucrania, que llegó al poder auspiciado por los intereses norteamericano con visión expansionista y de dominio.
El gobierno de Ucrania fue armado militarmente por EE. UU., como parte de un proyecto bélico para hacer la guerra a Rusia con años de planeación dentro de una estrategia geopolítica del imperio capitalista.
La ambición enfermiza de poder económico, es el motivo de la guerra actual. La OTAN, es una alianza de países capitalistas para la autoayuda militar. Y EE. UU., busca incluir a Ucrania en esta alianza para instalar bases militares en la frontera ucraniana apuntando con miras a la capital rusa. Para la economía norteamericana, como dije líneas arriba, no es admisible que haya otro país que le haga competencia, como Rusia, que se atreve a desarrollar su economía un tanto a favor de su pueblo y los países afines, como se demostró con la reacción inmediata de prevención para enfrentar la llegada de la pandemia de covid-19.
Por el número de muertos contabilizados en EE. UU., en comparación con Rusia, observamos la reacción del Gobierno norteamericano, sorprendido, ante las miserias de su infraestructura de salud que se exhibió en el mundo entero y, no obstante, tanta riqueza económica acumulada, tiene el deshonroso primer lugar por defunciones por la pandemia.
EE.UU., arma militarmente a Ucrania para provocar a Rusia, y al masacrar al pueblo de origen ruso en la misma Ucrania, para que entre en defensa y con ello tener el pretexto perfecto para la condena mundial de tan terrible invasión rusa. ¡Maquiavélico!
Pero en México no estamos en bonanza. La clase gobernante en nuestro país está cortada con la misma tijera capitalista, y nos mienten con descaro, con su macabra actuación de, primero los pobres. Por ejemplo, la inseguridad en Colima es noticia nacional y no tiene horario de descanso; a cualquiera hora del día o noche chillan las sirenas de las ambulancias o las policiales para que, con urgencia, atiendan a los moribundos que aumentan todos los días.
Decía yo, líneas arriba, que los problemas se crean a propósito para justificar enormes desembolsos económicos, para la compra de patrullas o gastos en seguridad, pese a los nulos resultados, ya que los muertos no cesan ni los problemas sociales.
En el municipio de Tecomán, un grupo de solicitantes de vivienda se ha organizado en el Movimiento Antorchista para buscar solución a su carencia. Ya tiene casi un año que se les prometió la venta de un predio, propiedad del Gobierno del estado mismo que se compró con recursos públicos para la vivienda popular, pero las autoridades no cumplen tal promesa.
Más de uno se pregunta, ahora, si el predio en mención se compró para resolver un problema de la vivienda: ¿por qué aún no se le vende a precio justo, a los tecomenses más necesitados? Se están creando problemas sociales al no resolver las demandas de la gente. Estamos a tiempo de mayores males.
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