Tras 10 días de darse a conocer la nueva variante del COVID-19, en la localidad de Santa Ana, San Juan Guichicovi, muchas familias viven aterrorizadas porque se contabilizan 7 decesos por esta enfermedad y aproximadamente 80 contagiados. Aunado a esto, la preocupación de los vecinos se deriva porque ninguna autoridad de los tres niveles de gobierno se han interesado en frenar los contagios y el deceso de más personas y lejos de ello, se anuncia el regreso a clases presenciales de los estudiantes.
Jorge Luis Rosas Francisco, presidente del comité de Antorcha Campesina en la comunidad, hace un llamado a todas las autoridades a que implementen medidas sanitarias de manera urgente, porque la situación se agrava debido a que muchas familias tienen que exponerse al momento de salir trabajar.
“Muchos jefes de familia, nos vemos en la necesidad de salir a trabajar para llevar el pan de cada día a nuestros hogares, por eso como ciudadano exijo a las autoridades que implementen protocolos de salud y no se nos deje morir, pues hoy vemos que no hay clínicas abiertas, no hay médicos, mucho menos medicamentos, lo que es preocupante. Por eso alzo la voz, para que volteen a ver lo que pasa en mi pueblo”, añadio con voz angustiada Luis Rosas.
Por su parte, Floralia González Antonio, activista social del Movimiento Antorchista, se suma a la exigencia que hace el ciudadano Jorge Luis, toda vez que la pandemia no es nueva sino tiene casi 2 años de su llegada, pero no había golpeado tan fuerte a los pueblos más marginados como actualmente, cuestión que se agrava porque no se tiene acceso a un hospital garantice a la ciudadanía aunque se unas pastillas.
González Antonio finalizó criticando la decisión del Gobierno Federal al dar la instrucción de regreso a clases presenciales el 30 de agosto, pues se sabe que como Santa Ana, hay muchas escuelas que no tienen las condiciones para un regreso a clases seguro.
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