Hay un refrán popular que dice "del dicho al hecho hay mucho trecho", y se refiere a la gran distancia que en la mayoría de las veces separa los compromisos asumidos y el cumplimiento de los mismos.Y viene a cuento porque el Gobernador del Estado de Quintana Roo, el panista Carlos Joaquín González, en octubre del 2019, en una reunión con la dirigencia estatal del Movimiento Antorchista, ofreció iniciar acciones que benefician a más de 35 mil habitantes de colonias y comunidades pobres de la entidad, y todo quedó en palabras.
En ese entonces y para beneplácito de los colonos, campesinos, amas de casa y estudiantes, el mandatario estatal afirmó, ante la dirigencia estatal Antorchista, que atendería las carencias más urgentes, como apoyos al campo, mejorar infraestructura pública, regularización de la colonia Mártires Antorchistas, programas sociales y ayudar a estudiantes de bajos recursos económicos.
Lo cierto es que las cosas no son como se pintaron y que sí hay mucho trecho entre el dicho y el hecho porque nada de lo acordado se ha resuelto.Aunque nos hemos acercado una y otra vez en busca de un diálogo y respuesta positiva ante las diversas instancias del gobierno estatal, lo único que hemos recibido son pretextos y demagogia.
Lamentamos que el mandatario no haya podido, o no quiera, resolver también el conflicto que se vive en el poblado de Maya Balam.Nadie más que Carlos Joaquín González sabe la verdad de lo que ocurre ahí y aun así no aplica justicia.Sigue el desorden y los enfrentamientos por la posesión de la tierra y por la concesión de transporte de la que se han apoderado un grupúsculo que al parecer gozan de la protección de la misma autoridad estatal, no hay otra explicación lógica a la pasividad demostrada y la pasividad de la Fiscalía por aclarar los hechos violentos ocurridos en el poblado.
Ahora bien, pasemos a las estadísticas, tan sólo en Quintana Roo, en el primer trimestre del año, previo a la emergencia sanitaria por covid-19, la entidad es el segundo estado con mayor endeudamiento per cápita del país, dicho reporte señala que por cada habitante debe 13 mil 133 pesos por habitantes, considerando que en Quintana Roo habitan 1 millón 770 mil 957 personas, es decir, el estado debe a bancos y otras instituciones la cantidad de 23 mil 403 millones de pesos, de acuerdo a los datos de la Secretaría de Finanzas y Planeación, son deudas contraídas pero que en los hechos no se ve ni se palpa en obras o programas sociales para los que menos tienen.
Sin duda, los pobres enfrentan grandes dificultades pues resalta que además de la deuda per cápita, un reporte reciente de la Secretaría de Bienestar señala que 373 mil 735 habitantes de Quintana Roo sufren carencia alimentaria; aunado a que en el primer trimestre del 2020, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, informó que la entidad aumentó dos puntos porcentuales el número de personas que no tiene dinero necesario para adquirir la canasta básica, pasando del 26.5 por ciento a 28.5 por ciento, del total de habitantes.
En mi colaboración anterior, señalé que la pandemia dejó poco más de 100 mil quintanarroenses sin empleo formal por el confinamiento y el cierre de empresas por covid-19, asimismo más de 400 mil trabajadores informales vieron afectados sus ingresos por la drástica disminución del turismo, así son muchos casos en la entidad que revelan la verdadera condición de pobreza y hambre, pero sobre todo la desigualdad social que ha dejado la pandemia, pues otra vez la Secretaría de Bienestar revela que en el estado existen 575 mil 568 personas que viven en pobreza y 60 mil 314 viven en pobreza extrema.Entonces, en dónde está de que el "gobierno es el instrumento del pueblo", donde acabó el lema de "Más y mejores oportunidades".
Como lo dejan ver los datos, las cosas empeoran en la entidad, y queda de manifiesto que no es cierto que el gobierno "Juntos saldremos adelante" de Carlos Joaquín González, esté a la disposición de la clase trabajadora, que esté preocupado por mejorar la suerte de aquella gente que con el sudor en la frente producen las riquezas y en el que muchas veces arriesgan la vida para ganar un salario de hambre.Es la paupérrima situación en la que viven muchos campesinos y obreros de Quintana Roo la que los ha animado a adherirse al Movimiento Antorchista, para luchar y mejorar sus condiciones de vida.
Insistimos en que nada se ha hecho para corregir lo mal que estamos, pues en lugar de progreso solo encontramos maniobras dilatorias.Queda claro que el Gobierno del Estado no está dispuesto a atender y resolver las peticiones de los humildes organizados.Es evidente que desde hace un año han tramado maniobras para no resolver las demandas de la gente pobre que lo único que pide es que el gobierno cumpla con su papel de garantizar el acceso a obras y servicios públicos indispensables para cualquier ser humano.
Sin duda, solamente el pueblo conoce el grado de pobreza y marginación que padece y quien lo dude no hace falta observar con una lupa porque el problema es grande y va creciendo cada vez más.
Por ello, pedimos al gobernador del estado para que intervenga en esta problemática y que garantice soluciones concretas, tal y como se comprometió en octubre del año pasado de lo contrario los antorchistas anuncian una primera marcha de mil 500 colonos y campesinos el día 10 de noviembre, la movilización se realizará simultáneamente: mil en la ciudad de Chetumal y otros 500 antorchistas en la ciudad de Cancún, asimismo instalaremos un plantón por tiempo indefinido hasta ser escuchados.Señor Gobernador tiene usted la última palabra.Antorcha Dixit.
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