El 4 de mayo, Miguel Barbosa declaraba que en Puebla no hay presencia de cárteles nacionales que controlen la actividad delincuencial, pero son responsables de introducir droga en el estado.
“Estamos trabajando en materia de seguridad pública, hemos realizado diversas detenciones y desmantelamiento de bandas delincuenciales. Los ayuntamientos no deben permitir que criminales se involucren con el gobierno. No vamos a permitir el solapamiento de parte de las autoridades a la delincuencia. No pacten nada con ellos”, dijo.
Con estas declaraciones pareciera que describe la situación por la que pasa y ha pasado Acatlán de Osorio, desde hace años, y es que a raíz de la detención del presidente Arturo Cajica Gómez, se nota que el rollo que se echa estuvo previamente ensayando no de días, sino de meses, por la forma en que se han suscitado muchos hechos.
Primero, el 22 de abril asesinan al director de Seguridad Pública municipal de Acatlán, Héctor García Álvarez, tras emboscarlo en la carretera donde muere su esposa y sus hijos son gravemente heridos.
Segundo, 27 elementos de la policía municipal de Acatlán también fueron dados de baja y sometidos a proceso, acusados de usurpación de funciones y uso indebido de uniformes y condecoraciones.
Tercero, el presidente municipal de Acatlán de Osorio, Arturo Cajica, fue detenido la tarde del 9 de mayo por agentes de la Agencia Estatal de Investigación (AEI) y quien se encuentra vinculado a un proceso judicial.
La pregunta obligada es ¿qué está pasando con la seguridad del municipio? ¿Porque hasta ahora hace algo el gobierno del estado? Tendrá que ver con que están por venir las elecciones dentro de dos años y están limpiando con la gente que les significa una piedra en el zapato o será que políticamente les conviene. Y es que de la inseguridad en Acatlán, no nos hagamos, no es solo de ahora, hay un mal funcionamiento, un contubernio de las cabezas que viene de arriba, desde que estaba Meli Nava o antes, es sabido por todos los acatecos, pero nadie ha hecho nada.
La gente es violentada, ahora cualquiera con pistola en mano mata, hay robos, secuestros, extorsiones, homicidios dolosos, feminicidios, desapariciones forzadas, entre otros delitos que llevan años aterrando el municipio y ninguna autoridad hace algo, sólo dan el carpetazo. ¿Por qué no mira hacia la Mixteca poblana el gobernador Miguel Barbosa, pero en serio, sin medias tintas o acaso el también tendrá que ver con estos grupos delictivos? ¿Qué necesitamos hacer para que el gobierno empiece a trabajar realmente, quiere más víctimas? Juzgue usted, querido lector.
Por otra parte me llamó la atención el titular de una nota en medios digitales que al calce dice así: Acatlán de Osorio sin alcalde, pero prevalece la gobernabilidad: diputado Eduardo Castillo.
El diputado local por Morena, Eduardo Castillo López, afirmó que en el municipio de Acatlán de Osorio prevalece la gobernabilidad, pese a encontrarse acéfalo su Ayuntamiento, tras vincular a proceso al edil de esa zona de la Mixteca poblana, Arturo N., aseguró que este municipio se encuentra en calma y cuenta con la presencia de la policía estatal y la Guardia Nacional, por lo que los pobladores pueden estar tranquilos. (Contraparte 19 mayo de 2022)
El diputado de extracción morenista coincidió con la postura del gobernador de Puebla, Miguel Barbosa Huerta, respecto a que en el distrito sí hay gobernabilidad tras la detención del presidente municipal, Arturo N., el 9 de mayo. ¿En qué mundo viven, gobernabilidad? sólo que sea con la delincuencia, esa sí que está organizada.
Lo último que trascendió de la capital de Tecuani es que Pedro García Núñez, asume el cargo de presidente municipal suplente, nombramiento que se da a partir del 23 de mayo, quien estará al frente del Ayuntamiento. El ahora nuevo alcalde tomó protesta en una sesión de cabildo y aseguró que será responsable de lo que suceda en su mandato. Sin embargo, diversas fuentes aseguraron que tendrá cautela por el tema de inseguridad que se vive en Acatlán.
Se sabe que el cabildo concedió 90 días de permiso a Arturo Cajica y, mientras tanto, queda al frente su suplente, que aceptó el cargo una vez que sabedor de lo ocurrido accedió a relevarlo. “No es un momento de celebración, tenemos demasiados problemas, tragedias y complicaciones (…) Es un momento para preguntarnos dónde fue que perdimos el rumbo”, declaró, tras ser elegido como nuevo alcalde.
Mientras inician los cambios oficiales en el Gobierno municipal de Acatlán, se espera que los recientes y próximos cambios sean en beneficio del progreso para el municipio. Ahora la pregunta del millón para el Gobernador con este o el anterior alcalde: ¿qué hará el gobierno barbosista para detener a los delincuentes, continuarán impunes los delitos en la Mixteca y seguirá la violencia? Ustedes tienen la última palabra, lectores.
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