**En Punta Oriente, los niños de la pujante y exitosa primaria de nueva creación, festejaron motivados y alegres el Día de Muertos con un concurso de altares y de catrinas; pero además de compartir e irradiar la algarabía y su felicidad, aprendieron mucho de tradiciones populares.
Chihuahua, Chih. Uno de los niños que llegó corriendo y gritando, con dulces en la mano y masticando a más no poder, pateó a un perrito de peluche que estaba colocado en el suelo, al pie del Altar de Muertos, y se sintió culpable porque pensó que lo había tirado, así que trató de acomodarlo arriba.Su maestra lo sacó del error y le indicó que el lugar del perrito era el suelo, le explicó que se trataba de la figura de un compañero guardián y guía para el muerto en su camino al inframundo.El chamaquito sonrió y se dio por enterado, al fin y al cabo, no todos los días aprende uno tanto sobre tradiciones populares.
La primaria de nueva creación en la colonia Punta Oriente fue fundada por iniciativa de los padres de familia, como respuesta a la falta de planteles en la zona, y tiene en su haber dos ciclos escolares trabajando con profesores voluntarios proporcionados por el Movimiento Antorchista.Su primer local fue una casita prestada en la vecina colonia Punta Naranjo, pero ahora está instalada, todavía provisionalmente, dentro del complejo del Centro Cultural Punta Oriente.Aquí mismo se hospeda, antes de que se inaugure el edificio y antes de que lleguen los moradores del albergue, una preparatoria de nueva creación con un régimen académico de dos años.
Acá, este primer Día de Muertos estuvo lleno de algarabía porque un ejército de niños inquietos y motivados con el festejo, se movía de un lado a otro, posaban ante las cámaras, se compartían los dulces, jugaban bromas y contaban chistes, esperaban turnos con una madre de familia que los maquillaba y, en general, jugaban como juegan todos los niños de este planeta cuando están motivados por la fiesta.
El primero de los altares visitados por el jurado calificador, fue dedicado por los niños a Seyni Camila Cobos Medina, pequeña que murió asesinada y violada por su secuestrador, cuyo cadáver se encontró en el camino hacia San Diego de Alcalá.La exigencia de que se le haga justicia es una demanda muy sentida de las clases trabajadoras, pero los niños de la primaria, quienes conocieron con detalles de la desaparición, primero, y del descubrimiento del horroroso crimen, después, se identificaron de inmediato con la víctima, porque con la situación de creciente inseguridad que se sufre en Chihuahua, el día de mañana ¡Dios no lo quiera!, cualquiera de ellos podría ser el siguiente objetivo de uno de esos depredadores.A Camila, "Camilita", le llamaron sus iguales, le ofrecieron cacahuates, fruta y naranjas, pero también —y con la sabiduría de gustos que comparten todos los niños en esta cultura— le trajeron atole, su chocomilk y sus juguetes preferidos,
Hubo lágrimas de los infantes, lágrimas de sus mamás y lágrimas de visitantes, cuando supieron que se habían apropiado la desgracia ajera, la habían hecho suya, los pequeñines de la primaria.
El arco de entrada al inframundo, el perrito guardián y guía, la imagen del difunto o difunta homenajeado, las veladoras que iluminan el camino de los muertos hacia su ofrenda para disfrutar de los alimentos de su agrado, que les trajeron sus vivos, el pan, la sal, el ofrecimiento del agua para satisfacer la sed de los espíritus.En cada una de las cuatro ofrendas de los altares, estaban presentes todos los elementos en los diferentes niveles que parten del caminito de luz y que suben y se distribuyen de acuerdo a las creencias y las posibilidades de cada uno de los equipos; porque ha de saber el lector que, por ejemplo, uno de los altares, el más modesto y el que más a duras penas mostró los elementos básicos, tenía como complemento una novedad para compensar las omisiones ¡y las compensó con creces! Eran unas tarjetitas que, a manera de trípticos con el tema del día de los Muertos, posaban semiabiertas en el suelo, como una decoración extraordinaria y colorida.
Pero como era concurso y alguien tenía que ganar, el primer lugar se asignó al altar conjunto de los grupos de 3° y 5°; el segundo sitio correspondió al combinado de 4° y 6° grados, y el tercero fue un empate entre los grupos de 1° y 2°.Fue así como concluyó la jornada, que a todos sorprendió con la caída del sol y con la llegada repentina de una oleada de frío que terminó por romper el encanto, ¡ah!, porque el paciente lector no está para saberlo, ni nadie para contárselo, pero por cierto, nadie se quería ir a su casa, de ese tamaño fue la alegría, la convivencia, la fraternidad.Al final, a todos les quedó claro que hay que seguir luchando, más organizados cada vez, más solidarios y unidos para llevar a buen término el proyecto de la escuela primaria.Lo que sigue es la obtención del terreno (ya avanzado con el Municipio), y el reconocimiento oficial y la asignación de la clave, que también está ya pactada con la Secretaría de Educación Pública, por lo menos verbalmente.
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