El pasado 19 de febrero inició la feria regional con la cual los habitantes de Tecomatlán, en el estado de Puebla, conmemoran a San Pedro Apóstol. Anteriormente, sólo se celebraba el miércoles de ceniza, y los actos litúrgicos y actividades sociales eran muy ordinarias y sin trascendencia en la región donde se realizaban eventos similares.
Actualmente, se le denomina Feria de la Unidad Entre los Pueblos, y es la de mayor importancia en toda la región porque se ha multiplicado y diversificado el contenido de esta. No sólo realiza jaripeo con la participación de las mejores ganaderías y los más afamados jinetes, sino que cuenta con atractivos como su carnaval donde participan todas sus instituciones educativas y grupos culturales de diferentes estados del país, su verbena popular donde los comerciantes de la región pueden ofrecer sus mercancías al público con la mejor infraestructura y todos los servicios; además, la gente goza de palenque, bailes populares, juegos pirotécnicos, muestra gastronómica, programa cultural diario, obras de teatro, los actos litúrgicos en una iglesia remodelada y con mobiliario nuevo y todo en un ambiente familiar, con toda seguridad y completamente gratis.
Asimismo, es importante por el impresionante desarrollo social que se aprecia en Tecomatlán.
Todos los habitantes cuentan con todos los servicios, calles adoquinadas que preservan los mantos acuíferos tan necesarios en esta calurosa zona, unidad deportiva con pista de tartán y canchas para todos los deportes, balneario con alberca semi olímpica y fosa de clavados, auditorio con aire acondicionado y modernas butacas, una unidad habitacional para que todos los tecomatecos tengan una vivienda digna, hospital regional a donde acuden pacientes hasta de otros estados vecinos.
En el aspecto educativo, basta decir que cuenta con las instalaciones necesarias para ofrecer un sistema educativo completo desde ludoteca para los más pequeños hasta el Instituto Tecnológico y la Escuela Normal Superior, así como un gigantesco albergue estudiantil para dotar de las condiciones materiales óptimas a los más de dos mil jóvenes que conforman su población estudiantil. En Tecomatlán no existe el desempleo, antes bien, se absorbe mano de obra hasta de estados como Oaxaca y Guerrero y, como todos tienen garantizada la satisfacción de todas sus necesidades, no hay delincuencia ni inseguridad.
Y esta radical diferencia con los municipios de la zona y del país entero, no se explica por cualidades excepcionales de sus pobladores, generosidad de alguna autoridad o buena suerte. Se explica porque hace cerca de 50 años un grupo reducido de campesinos y maestros nativos de Tecomatlán, cansados de la marginación, pobreza e injusticia en la que se vivía, decidieron unirse y organizarse para luchar por mejores condiciones de vida.
Se dice fácil, pero en el camino para lograrlo no sólo enfrentaron la oposición de los poderosos, que han alcanzado esa posición aprovechándose y esquilmando a los pobres de la región, también han superado la política de represión presupuestaria y física de las autoridades ante sus legítimas protestas. Pero la lucha más difícil ha sido vencer la enorme resistencia de los propios paisanos y vecinos pobres para reconocer que la lucha organizada es el único y mejor camino para los pobres en Puebla y México. Ello debido a las campañas orquestadas desde las cúpulas del poder para desprestigiar a la organización popular.
Por ello, la realización en este año de la feria no sólo significa la victoria del pueblo organizado de Tecomatlán ante tantos y tan difíciles obstáculos. Es también la prueba inobjetable de la razón que le asiste al Movimiento Antorchista Nacional, al llamar al pueblo trabajador a unirse, a organizarse, a luchar no sólo por mejorar su pueblo, su colonia, su municipio o su estado. Los mexicanos nos debemos organizar para salvar a nuestra patria, para cambiar el modelo económico que permite a unos amasar insultantes fortunas cuando la mayoría carece de lo más indispensable como servicios, salud, educación, empleo, vivienda y seguridad. Y si todavía hay alguno que se envilezca y prefiera las migajas a sentarse en la mesa y disfrutar de una vida mejor conquistada con su lucha y trabajo, que siga agradeciendo el mísero apoyo que le entrega el Gobierno federal.
Pero la Feria de Tecomatlán nos dice a todos que es posible otro México si nos unimos y luchamos. Por eso es la Feria para la unidad del pueblo de México, porque nos pone el ejemplo a seguir. Es la muestra de lo que Antorcha es, realiza y aspira para nuestra patria. Y los Antorchistas luchamos porque estamos seguros que algún día, más temprano que tarde, como es Tecomatlán, así será todo México para todos los mexicanos. Así será.
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