El presidente Andrés Manuel López Obrador no dejó pasar la oportunidad de treparse mediáticamente en la conmemoración del Día Internacional de la Mujer por el que decenas de miles de mujeres mexicanas hicieron acto de presencia en las principales calles de varias ciudades del territorio nacional.
Protegido por el bunker que ordenó colocar, días antes, vallas metálicas con una altura de hasta de tres metros, al interior del Palacio Nacional, realizó su evento feminista, acompañado por un muy reducido grupo de mujeres donde declaró: “Creo que eso ya se quedó atrás, porque ya la 4T es feminista. Ya eso se logró, fue una lucha de muchos años de mujeres y del movimiento democrático, y ahora lo que tenemos que tomar como objetivo es consolidar la transformación”. Y dale con lo mismo. A río revuelto, ganancia de pescadores.
Si lo dicho por López Obrador fuera verdad, en los cinco años que lleva destruyendo al país, sería una hazaña de su gobierno haber resuelto los reclamos de la mujeres para declarar con razón ahora, que la 4T es feminista. Pero al contrario, durante el gobierno de Morena se ha acentuado y normalizado la violencia contra las mujeres en todo el territorio nacional.
Los datos duros evidencian que el 45% de las mexicanas ha sufrido algún tipo de agresión o acoso sexual de manera cotidiana. De acuerdo con la encuesta de Enkoll para el diario español El País, las trabajadoras mexicanas ganan entre un 13% y un 27% menos que los trabajadores varones, por realizar las mismas tareas.
Espeluznantes datos evidencian que en México, mueren al menos 10 mujeres asesinadas cada día, por el hecho de ser mujer, de las cuales el 95% de los casos quedan impunes. De enero de 2015 a enero 2023 se registraron 6,543 muertes clasificadas como feminicidios. La ciudad de México gobernada por Morena, a través de la “corcholata” Claudia Sheinbaum, preferida de AMLO, ocupó el tercer lugar durante 2022 con 75 feminicidios, casi igual que Veracruz con 60, la entidad con el mayor número de casos de violencia familiar, seguida de Nuevo León, con 81, y el Estado de México, con 120 feminicidios.
Por su parte la organización Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe, con datos que proporciona la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), demuestra que el feminicidio es un problema acentuado en esos países, registrando una tasa igual o superior a una víctima de feminicidio por cada 100 mil mujeres, en que México ocupa un lugar especial junto con Argentina, Bolivia, Brasil, etcétera.
En plena transformación, según Amlo, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública( SESNSP), en 2020, último año que registra información completa, la tasa de feminicidio promedio nacional fue de 1.5 víctimas por cada 100 mil mujeres, pero entidades como Morelos, alcanza una tasa de 3.3; Sonora 2.1; Colima con 2.0; Nayarit 1.9 y San Luis Potosí, Coahuila, Baja California, Oaxaca y Quintana Roo registran 1.8 feminicidios. Coincidentemente, las manifestaciones más nutridas con tintes violentos para protestar contra la violencia, fueron: Cuernavaca, Oaxaca, Guadalajara, Monterrey, Veracruz. Querétaro, Nuevo León, Zacatecas, Colima Michoacán, Ciudad de México.
Si la 4T es feminista, Morena es la responsable la violencia sobre las mujeres mexicanas al menos en lo que va de su gobierno. No se trata de hacer “politiquería” como acostumbra Amlo a decir, con estos asesinatos. En su gobierno no hay ninguna medida seria, que erradique esta violencia, y continuar con los gobiernos de la Cuarta Transformación es continuar y multiplicar las cifras de feminicidio. Desde luego que no es quemando las puertas de los edificios históricos, o destruyendo comercios al paso de las protestas, como se va a combatir la violencia contra las mujeres.
La alternativa es exigirle al gobierno de López Obrador que cumpla lo estipulado en la Constitución mexicana en su artículo cuatro. El varón y la mujer tienen las mismas obligaciones y derechos ante la ley, y ésta deberá establecer mecanismos e instituciones eficientes para garantizar la igualdad y promover la equidad de género, especialmente en el caso de mujeres trabajadoras y jefas de familia, además de proteger la organización y el desarrollo de la familia.
Si a López Obrador no cumple con la Constitución, está claro qué no le interesa en absoluto la vida de las mujeres mexicanas y debemos votar contra su continuidad al frente de los mexicanos.
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