Luego de que un grupo de padres de niños con cáncer se manifestara, nuevamente y como lo ha realizado desde hace cuatro años, por el desabasto de medicamentos oncológicos y quimioterapias, el secretario de Salud (SSa) Jorge Alcocer Varela se comprometió, por enésima ocasión a garantizar el abasto; incluso, como si su dicho fuera una garantía, dijo que el suministro para 2024 está en camino, muestra, según él, de la disponibilidad del Gobierno federal por atender la demanda, a través de la compra consolidada y la distribución de medicamentos.
El discurso de las autoridades morenistas enfatiza la atención inmediata y garantía de abasto de medicamentos, desde que se presentaron las primeras movilizaciones de los familiares de pacientes con cáncer; sin embargo, a cuatro años de la administración morenista, el problema persiste, se dan soluciones inmediatas o a medias, y en el discurso se oculta la verdad.
En agosto de 2019, tras las protestas por el mismo asunto, la SSa publicó en Twitter: “Atendimos la demanda de medicamentos por parte de padres de familia de pacientes del Hospital Infantil de México "Federico Gómez" (HIMFG)”; infobae.com en la misma fecha publicó: “La SS solicitó apoyo del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) para abastecer de Metotrexato, para el tratamiento de cáncer, con tal de cubrir las necesidades inmediatas, en tanto la empresa distribuidora cumple con la entrega al hospital”.
Sin embargo, la falta de medicamente otra vez llevó a los padres a movilizarse en enero de 2020, con el cierre de los accesos al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), porque las autoridades del Hospital General Infantil de México “Federico Gómez” informaron que la vincristina, un fármaco de quimioterapia, registraba desabasto; la respuesta que en esta ocasión la dio la Secretaría de Hacienda, dos días después, fue “que ya había entregado 451 piezas de vincristina, el medicamento faltante. Sin embargo, a los padres de familia no les gustó la solución. Dijeron que para una semana se necesitaban por lo menos 800 unidades, por lo que la entrega de los químicos era insuficiente”, (infobae.com).
El 30 de junio de 2021 se repiten las protestas y, nuevamente, en diciembre del mismo año, movilización que se realizó “un mes después de la reunión que sostuvieron funcionarios del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) con los padres de menores con cáncer a quienes les aseguraron que la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) estaba por liberar un nuevo lote de fármacos” (latinus.com).
El sábado 27 de agosto, sobre otra protesta, el vocero de la presidencia Jesús Ramírez Cuevas tuiteó: “El secretario de Salud, Jorge Alcocer se reunió con madres y padres de niñas y niños con cáncer en Palacio Nacional. Está garantizado el abasto de oncológicos en 2022 y se integrará un padrón nacional para personas con cáncer para garantizar medicamentos y la atención médica”; no habla de acuerdos y solución con quienes se manifestaron, solo de garantía de abasto.
En la reunión, publicó el periódico El Universal, Alcocer “aceptó también que la distribución de fármacos sigue siendo un reto que se debe resolver cuanto antes”, es decir, hay que esperar a que la administración de la 4T resuelva uno de los problemas con los que ha cargado ya cuatro años. Esperar ha sido una constante de la administración del gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador, quien dijo alguna vez que “no tiene mucha ciencia gobernar. Eso de que la política es el arte y la ciencia de gobernar no es tan apegado a la realidad; la política tiene que ver más con el sentido común, que es el menos común, eso sí, de los sentidos”, pero que ahora no es capaz de resolver el desabasto de medicamentos.
Quien desprecia la ciencia, quien desprecia al pueblo trabajador, quien no defiende los intereses de quienes lo llevaron al poder, no va a aplicar las medidas correctivas que garanticen un servicio de salud de calidad, que eleven el nivel educativo del pueblo mexicano, que mejoren las condiciones materiales de sus gobernados. El problema del desabasto de medicamentos no es el único, ni un hecho aislado y mucho menos un suceso temporal en el gobierno de la 4T, es parte del retroceso al que ha llevado el mal gobierno de López obrador al país y que se ha visto reflejado claramente en el acelerado crecimiento de la pobreza en su administración: 3.8 millones de personas más en situación de pobreza en contraste con 2018, según el Coneval.
Por eso, quienes tenemos familiares que su vida pende de un tratamiento de quimioterapia, radioterapia o de algún otro medicamento, necesitamos quitarnos la venda de los ojos para darnos cuenta de que el discurso oficial no es consecuente con la realidad, para dar la lucha más decidida por el cambio de la situación actual de nuestra sociedad; ese cambio solo se logrará con un proyecto que encabece el pueblo trabajador y que garantice mayor bienestar, y en eso solo el Movimiento Antorchista trabaja día con día, con rumbo seguro y con una meta establecida, en la que ha venido trabajando desde hace 48 años. A luchar por un cambio verdadero y profundo.
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