Alejandra Selene Santoyo Ramírez, madre de una familia con tradición basquetbolista, acompañó a tres de sus hijos a competir en la XXI Espartaqueada Deportiva Nacional en diferentes categorías de los equipos de Michoacán, Alejandra enfatizó el impacto negativo que ha representado la desaparición total de los apoyos a deportistas desde que los gobiernos morenistas llegaron al poder, “llevo casi 27 años en el ámbito del básquetbol, desde que era novia de mi esposo lo he estado apoyando en torneos locales, regionales y ranchazos, en casi todos esos eventos los gastos salen de nuestra bolsa, antes, cuando se hacían los estatales, el gobierno sí apoyaba con los viáticos, o sea la alimentación y hospedaje, un monto que cubría para quedarnos en casitas u hoteles, el nuevo gobierno (de extracción morenista) no brinda ni siquiera esas facilidades simbólicas, y esto ha servido para que los niños vean la realidad y lo poco que al gobierno le interesa el apoyo e impulso del deporte”.
Santoyo Ramírez, quien también ha fungido como una miembro destacado de la porra de todos los equipos michoacanos que han participado desde el inicio de la justa deportiva, destacó que su competencia en gran medida ha dependido del apoyo brindado por los Antorchistas: “tres de mis hijos están participando en este torneo, la mayor está en la categoría libre, la menor está en la categoría juvenil B y el niño, mi hijo más pequeño, está en la categoría 11-12, él ya se coronó campeón, estuvimos a punto de regresarnos, pero decidimos quedarnos ya que el Movimiento Antorchista nos ofreció hospedaje y los alimentos, algo que representa un gran apoyo para nosotros”.
La reciprocidad, el trabajo en equipo y el apoyo de todos con todos, dijo Alejandra, es algo que debe volverse una realidad no solo en el deporte, sino en la vida diaria; “No es nuestra intención aprovecharnos, a nosotros también nos gustaría ayudarles, tienen razón al criticar a los de arriba para que no sea todo para ellos, que se distribuya parejo y se invierta sobre todo en el deporte. Nosotros, mientras, vamos a seguir motivando a los muchachos y a los padres para seguir echando porras y que nuestro estado dé muy buenos resultados”.
La alegría, sin embargo, no ha sido el único sentimiento presente en el representativo michoacano, pues como es natural en cualquier competencia, si hay ganadores también debe haber perdedores, ese es el caso de la escuadra representativa de volibol en la categoría infantil, misma a la que le tocó protagonizar una de las escenas más conmovedoras y aleccionadoras de la Espartaqueada Deportiva; luego de que en el enfrentamiento por el tercer lugar fueran derrotados por el equipo proveniente de Chiapas, los pequeños michoacanos, después de dar su mejor esfuerzo a lo largo de los 40 minutos que duró el encuentro, no pudieron superar al selectivo del sureste; la tristeza era enorme al darse cuenta de que sus esfuerzos habían sido superados por la escuadra contraria. El sentimiento de frustración entre los pequeños deportistas provocó sus lagrimas, sin embargo, la nobleza que caracteriza a los niños y en un gesto de sana competencia y total respeto, los ganadores se acercaron a brindarles un abrazo colectivo y reconocer el digno papel hecho por los michoacanos.
Aquella escena donde los niños de ambos equipos brindaban un intercambio de porras para el equipo rival sintetiza el espíritu de formación al que aspira el deporte del Movimiento Antorchista, formar hombres y mujeres fuertes, inteligentes, competitivos, pero también humanos capaces de sentir el sufrimiento de sus semejantes y reconocer la derrota para tomarla como un nuevo punto de partida y sobreponerse hasta conseguir la victoria.
En los días que restan de esta gran justa deportiva, no será raro seguir encontrándonos con victorias y derrotas, pero sobre todo, seguiremos viendo el surgimiento de miles de hombres y mujeres nuevos, capaces de sentir, llorar, reír y pelear hasta el final por alcanzar sus metas.
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