*"Si esto sigue así, vamos a tener que pedir ayuda, para no dejarse uno morir de hambre".
Nadie cuestiona lo necesario de la disposición de reducir la movilidad social, coma una de las medidas, tal vez la fundamental, para contener y reducir los posibles contagios de covid-19 o coronavirus en la actual contingencia sanitaria, que tiene a todos los países del mundo en una crisis social cuya duración y resultados son aún imprevisibles.
Pero es igual de incuestionable que la medida es sencillamente inaplicable si no se toman las prevenciones que la hagan posible y que le permitan a quienes la tiene que aplicar, es decir a la población en general, ajustarse a la misma, sino de buen grado, al entender la necesidad de ella, aunque les cause algún tipo de incomodidad o malestar, siempre y cuando estas incomodidades no sean tan inaceptables como dejarse morir de hambre o ver morir en sus brazos a sus seres queridos por falta de lo más básico que es el alimento.Esto nadie lo va a sufrir quietecito en casa.
El planteamiento no es exagerado, son millones de mexicanos que viven en la economía informal, cuyos ingresos son tan insuficientes e inseguros que viven realmente al día y no salir a trabajar un día significa dejar a su familia sin comer al día siguiente.
Son cada vez más los casos y se habrán de multiplicar al correr de los días, de personas que han aguantado y respetado la orden de quedarse en casa pero que se ven prácticamente obligados a romper la cuarentena para salir a buscar el sustento diario.Y aun así, quienes lo intentan se encuentran con la imposibilidad de hacerlo, no solo por las mismas restricciones, que al decretarse la fase tres ya tienen en casi todos lo lugares del país el carácter de obligatorio y se pretende hacer cumplir con el uso de la fuerza, sino porque no encuentran como realizarlo.Vendedores ambulantes no encuentran quien les compre sus mercancías, o quien les dé trabajo y aun los que tenían un empleo fijo, hoy ya no lo tienen ni tienen quien les pague un salario por quedarse en casa.
Tal es el caso de José Adán Rejón Tejero, a quien entrevistamos brevemente.él se dedica a vender productos naturistas en las calles, y ahora no encuentra como sobrevivir y depende de la buena voluntad de su hija y su yerno.
¿Cómo hace para sobrevivir y cuánto gana al día en su trabajo?
Yo vendo vitaminas naturistas, ando en las colonias y rancherías.Normalmente saco entre 100 y 200 pesos al día libres, que apenas me sirven para irla pasando, pagar algunos gastos, para ayudarle a mi hija y mi yerno.Pero ahorita no puedo salir a vender pues todos los ejidos están cerrados, me mantengo todos los días guardado en mi casa.
¿Cuántos días lleva sin trabajar y cómo le está haciendo?
Ahorita si ya tengo sin trabajar como veinte días y me ha estado apoyando mi hija con la comida pues no tengo de donde sacar dinero.Somos cinco en la casa, mi hija mi yerno y mis dos nietos.Mi yerno trabaja en la joya, es chofer de un camión cañero y todavía tiene trabajo gracias a dios, porque no han parado la fábrica, si llegaran a parar la fábrica, no tendríamos de dónde comer.
¿Qué opina de la obligación de quedarse en casa para evitar el contagio por Coronavirus?
Sé que va muy duro el Coronavirus, y nos dice López Obrador que debemos de cubrirnos, que no salgamos, pero si no tenemos para comer, tenemos que salir a buscar una monedita para poder comprar… ¿si me entiende usted? … si esto sigue así, vamos a tener que pedir ayuda, no quedaría de otra, para no dejarse uno morir de hambre.
¿Le parecería una solución que el gobierno distribuya alimentos?
Eso estaría muy bien, pues lo principal es el alimento, para que pueda uno aguantarse.Yo creo que sí, con eso ya bien podría uno aguantarse en casa, hasta que pase la enfermedad.
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