Es de todos conocido, el incremento de la violencia que se ha venido manifestando en nuestro país en estos tres últimos años, a tal punto que hay voces internacionales que manifiestan que el crimen organizado domina más de la tercera parte de nuestro país, otras que no son alentadoras dicen que es la mitad o más del territorio nacional y es que las pruebas saltan a la vista. En lo que va de la presente administración, las cifras han ido acercándose peligrosamente a las 100 mil víctimas de homicidio doloso en el país. Esta cifra se obtiene al considerar los dos mil 842 homicidios intencionales del mes de diciembre de 2018; una suma de 36 mil 661 contabilizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) para el 2019; una cifra de 34 mil 515 del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) para el año 2020 y las ya mencionadas 17 mil 034 víctimas en el primer semestre de 2021.
Contabilizando de diciembre de 2018 a agosto de 2021, la presente administración encabezada por el licenciado Andrés Manuel López Obrador, se asoma a sus primeros mil días de gobierno, por lo que el promedio diario de homicidios dolosos es de al menos 97 víctimas por día, es decir, un promedio de cuatro víctimas de homicidio intencional cada hora. Esto sin contar a las más de 80 mil personas que han sido víctimas de las desapariciones forzadas y que no se consideran en las cifras ya mencionadas. Para que nos demos una idea, estimado lector, en el periodo de Felipe Calderón hubo 122 mil 448 homicidios reconocidos por el Inegi, si continúa la tendencia de este gobierno, superaremos la cifra en mayo del 2022.
Como nos podremos dar cuenta, salta a la vista la fallida estrategia de “abrazos, no balazos” que desde el día uno de esta administración ha implementado el Presidente de la República, que, ante la incompetencia para resolver un problema de tal magnitud, solo cierra los ojos y espera que se solucione por sí solo, sin una estrategia real, sin una inversión que vaya directamente a atacar el problema de raíz. Sabemos que atacar de manera frontal al crimen organizado es algo así como darse un balazo en el pie, pero sí se pueden implementar varias medidas para ir disminuyendo su presencia, tales como la creación de más y mejores empleos que den oportunidad para que las familias tengan un ingreso suficiente para cubrir sus necesidades inmediatas, mejorando los servicios básicos como educación, salud y vivienda.
Michoacán, es uno de los estados con mayor presencia de la delincuencia organizada del país, pues en gran parte de su territorio se puede ver a simple vista la presencia de civiles armados y algunos municipios son señalados como los más violentos incluso a nivel nacional; asesinatos, robo de vehículos, cortes de carreteras para incomunicar a municipios enteros, quema de vehículos de carga, extorciones, secuestros, desapariciones forzadas, etc., etc.
Pues bien, en este mismo panorama, con todas las agravantes ya mencionadas se encuentra el municipio de Tepalcatepec, que apenas alcanza una población de alrededor de 24 mil habitantes, es uno de los municipios más violentos del estado y del país y aunado a eso tiene una precaria infraestructura de caminos y puentes, tal como lo muestran las carreteras que comunican a la cabecera municipal, con la tenencia más grande que es Loma Blanca, donde más del 70% del trayecto es terracería y para poder llegar a ella se tiene que cruzar el río que divide a las comunidades de El Bejuco y El Cansangue y que en cada temporada de lluvias se torna intransitable, ya que desde hace más de 40 años se han construido tres vados, mismos que el río se ha llevado con la creciente y otras cuantas veces que lo han querido reparar; compromisos son muchos como lo recuerda Don Santiago, uno de los afectados “Candidatos de presidentes municipales, diputados locales y federales, incluso de Gobernadores han pasado y han prometido la construcción de un puente. Y después de 40 años siguen en la misma situación”.
Por lo cual, un grupo de pobladores, a pesar de que han luchado por ver realizado su sueño de la construcción de ese puente, y de ver cómo son burlados una y otra vez con una saña descarnada por parte de estos políticos, decidieron adherirse al Movimiento Antorchista, pues como algunos de ellos dicen, si Antorcha no logra que construyan el puente nadie lo hará. Que estén seguros que lo lograremos.
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