El gobernador de Yucatán, Mauricio Vila Dosal volvió a colocarse en el primer lugar del Ranking de Gobernadores de México, que suma y promedia las calificaciones que se otorgan en seguridad, salud, trabajo para superar la pobreza, creación de empleo, manejo de las finanzas estatales y capacidad. Los resultados más recientes han tenido gran cobertura, todas las publicaciones enaltecen las cualidades extraordinarias del líder que conduce al estado a niveles de bienestar nunca vistos.
Es sabido que la revista de la consultoría en comunicación política, gobierno y campañas electorales, C&E Campaigns and Elections México, genera la tabla de posiciones a través de 19 mil 200 llamadas telefónicas, 600 por cada estado de la república mexicana. Es decir que la percepción de 600 yucatecos, el 0.026 por ciento de la población total, colocó al gobernador de Yucatán, como el mejor evaluado, poco le importó que el resultado final se desprendiera de un reducido muestreo, lo primordial era aprovechar la noticia para vanagloriarse de sus exiguos resultados.
A los poderosos que detentan el poder político y económico, les sigue funcionando manipular a la gente con encuestas para hacerse del prestigio del que carecen, pero por mucho que lo intenten, la realidad termina siempre imponiéndose. Veamos algunos parámetros que sí permiten calificar el desempeño de Mauricio Vila:
Durante su gobierno, la pobreza aumentó del 43 al 47.8 por ciento y la pobreza extrema lo hizo del 6.1 al 11.4 puntos porcentuales. Según datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), la pobreza creció en 47 de los 106 municipios, destacan Tinum, Yaxcabá, Cuncunul, Espita y Ticul. En los tres municipios más pobres, Tadhziu, Chikindzonot y Chacsinki, el 97 por ciento de la gente vive en situación de penuria; en esos lugares los programas sociales no llegan. No hay una política redistributiva que impacte en la economía de la gente y les permita salir de los umbrales de la pobreza.
De acuerdo con la agrupación “México, ¿cómo vamos?”, Yucatán fue el estado con mayor inflación anual en la primera quincena de febrero de 2023 (10%), “en Mérida se encuentra la canasta básica más cara del sureste del país”. El salario mínimo de 207 pesos, resulta insuficiente para que una familia adquiera la canasta básica, un trabajador debería ganar, mínimo, 500 pesos diarios para lograr mantener a una familia de cuatro personas. Es innegable que el aumento de precios de artículos básicos como el jitomate, limón y huevo, impacte los bolsillos de quienes cuentan con un trabajo formal, pero se vuelve aún más catastrófico para aquellos que se encuentran en la informalidad laboral y que carecen de un ingreso seguro.
Como consecuencia, 575 mil yucatecos no cuentan con una alimentación nutritiva y de calidad, aquí también aumentó el indicador en 5.6 por ciento. Que sea el estado con el mayor número de municipios en que se extendió la pobreza nutricional, revela el corto alcance del programa “Hambre Cero”, impulsado por el gobernador.
Suma y sigue. En materia educativa, hay 510 mil personas que tienen rezago educativo, representa el 21.8 por ciento de la población, cifra por encima del 19.2 por ciento de la media nacional, esto coloca al estado en el noveno lugar nacional. Hay 24 mil nuevas personas con rezago educativo en comparación con 2018, a pesar de que el gobernador presuma la entrega de becas que abarca apenas al 14.8 por ciento de la población estudiantil.
¿Cómo se explica entonces que a pesar de los malos resultados, la percepción de algunos ciudadanos sea positiva? En parte se debe a un excelente manejo de campaña de comunicación, tan eficaz que ha logrado adormecer las conciencias de los yucatecos. Mauricio Vila resultó ser un hábil manipulador, ha logrado reconstruir y pulir su imagen de líder carismático, virtuoso, trabajador y preocupado por sus gobernados.
No sorprende que la inversión en medios haya superado lo proyectado en 2022. Por concepto de Servicios de Comunicación Social y Publicidad, gastó 228 millones de pesos. Tal cantidad es casi similar a lo destinado al presupuesto en el Poder Legislativo, que fue de 248 millones, diez veces más de lo que destinan para becas a estudiantes de escasos recursos.
A cuatro años de gobierno de Vila Dosal, no llega la tan prometida “transformación de Yucatán”, ni el cambio se ve ni se siente. Para mantener la credibilidad emplea la manipulación para sembrar en la gente la idea del progreso y bienestar. Las personas terminan por creer el espejismo, porque aún confían en los políticos, no pierden la esperanza de que ahora éste sí es de los suyos porque muestra empatía con los pobres, no le da pena abrazarlos, los trata con respeto y les habla con sencillez.
Cada día le resulta más difícil al ciudadano común, descubrir la verdad entre el torrente de mentiras a medias, las encuestas sesgadas o la manipulación de la información, es necesario dotarlo de herramientas que le permitan analizar su entorno y sacar las lecciones pertinentes. El pueblo yucateco no debe permitir que lo manipulen, que lo engañen y lo vuelvan conformista cuando le entregan algunas dádivas para ganarse su confianza. Volverse crítico de la sociedad en la que vive le ayudará a encontrar la verdadera solución a sus problemas.
Por eso resulta alentador que miles de ciudadanos organizados en el Movimiento Antorchista en Yucatán, sean los primeros en despertar y encabezar la lucha por un cambio de modelo económico, por uno más justo; los antorchistas han adquirido conciencia, saben que todos los partidos y políticos que han gobernado el estado, no tienen sus mismos intereses; el verdadero cambio se dará cuando el pueblo organizado tome en sus manos el gobierno y logre una distribución más justa de la riqueza. A esta vanguardia le toca el gran desafío de transformar en roca el polvo humano.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario