De enero a la fecha han muerto al menos 111 migrantes en el desierto de Sonora-Arizona. Lo mismo que dos tráileres de la muerte, pero en cámara lenta. Esos son los que han sido encontrados dispersos por aquí y por allá, según entrevista de Expreso, diario sonorense, al cónsul de México en la ciudad de Tucson, Rafael Barceló Durazo, el pasado jueves 30 de junio, quien a su vez expresa que son las cantidades de hallazgos macabros que, al momento, le reportan autoridades forenses y policiales de aquel estado de la unión norteamericana.
Otra nota señala que en 2017, en ese desierto, aparecieron 123 conjuntos de restos óseos en la frontera entre Arizona y Sonora; en el primer semestre de 2020 se habían recuperado 96 cadáveres y en el mismo periodo de 2021 ya iban 127 (“En aumento las muertes de migrantes entre Sonora y Arizona”, michellerivera.com.mx del 18 de julio de 2021). El paso por Sonora, pues, aunque duela decirlo, es como abordar tráileres de la muerte y la 4T ha sido totalmente ineficaz para contener estas tragedias entre los ríos de migrantes mexicanos y latinoamericanos, en los ya casi cuatro años que tiene gobernando México.
Queda claro que los morenistas engañaron a los votantes. Andrés Manuel López Obrador prometió atemperar el fenómeno migratorio, enfrentándolo con desarrollo, trabajo, bienestar y con pleno respeto a los derechos humanos, en vez del uso exclusivo de la fuerza.
Prometió que, a partir del 1 de diciembre de 2018, su gobierno daría a conocer la oferta de empleo para migrantes centroamericanos —oferta que también se quedó en el paraíso morenista de las promesas de campaña—. "Se trata de dar opciones, de dar alternativas, de que quienes salen de sus pueblos tengan oportunidades de trabajo. Nosotros en México, a partir del 1 de diciembre, vamos a ofrecer empleo, trabajo a migrantes centroamericanos, ese es un plan que tenemos, que el que quiera trabajar en nuestro país, va a tener apoyo, va a tener una visa de trabajo, estamos viendo eso", agregó el presidente (El Economista, 17 octubre de 2018). Todos sabemos que eso nunca sucedió, ni para los propios mexicanos: la mayoría de los muertos del tráiler mortal de Texas eran compatriotas nuestros.
Esa ocasión, López Obrador ilusionó a millones de mexicanos y mencionó, entre las opciones para la generación de puestos de trabajo, la plantación de un millón de hectáreas de árboles frutales maderables en el sudeste del país, la construcción del tren maya, los planes de inversión en el istmo de Tehuantepec y la zona libre de Matamoros a Tijuana. Después agregó el aeropuerto de Santa Lucía y la refinería de Dos Bocas a su plan, son oportunidades para que nadie se vea obligado a abandonar el país. Ya usted sabe, lector o lectora, del fracaso rotundo en generación de empleos que ha tenido la 4T: ante su inutilidad nuestra gente sigue emigrando, corriendo todos los riesgos. Un nudo de desesperanza y opresión en la garganta recorre nuestros caminos y rieles.
En lugar de desarrollo y abrazos a los inmigrantes y emigrantes desde nuestro suelo, el gobierno de la 4T los ha recibido o a garrotazo limpio o ha permitido a miles de funcionarios corruptos, coludidos con mafias ilegales, que lleven a cabo un trafico ilegal de personas escandaloso que de vez en cuando deja ver su monstruosa dimensión, como cuando en diciembre pasado volteó aquel otro tráiler en Chiapas, con 160 migrantes de los cuales murieron al menos 57 y el resto quedó invalidado de por vida. Este proyecto político de López Obrador va dejando su estela de muerte por todas partes.
En el negocio del tráfico de personas no hay transformación alguna, ni abrazos ni bienestar ni nada. Hay impunidad y corrupción creciente. Hay inexistencia de cualquier tipo de gobierno serio, racional y preocupado por las vidas —antes de perderlas, después ya para qué—. “Esos batos [los narcotraficantes que también trafican personas] están en todo, no se les escapa una y pos no hay de otra que pagarles lo que piden o darles un porcentaje. A veces ponen a sus hombres de polleros, pero aquí es la ley de ellos y no hay pa dónde hacerse. El gobierno —federal y estatal— es pura jalada, no sirven pa ni madres”, describe Abigaíl, prima de un pollero, según nota de El Universal de este 1 de julio.
Los huesos del desierto de Sonora, los tráileres de la muerte, los niños migrantes separados de sus padres, las familias destruidas, las ilusiones y dineros perdidos, la pena y el sentimiento de profunda desilusión que recorren nuestros caminos lo dicen a las claras; no fue la 4T de López Obrador lo que los oprimidos de México necesitaban, no sirve a sus intereses políticos; hoy tienen que construir su propia alternativa política para transformar esta realidad enemiga. En Antorcha tenemos la propuesta de los Cuatro Ejes. Te invitamos a conocerla en www.movimientoantorchista.org.
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