“Primero los pobres”; esa fue una de las frases con las que el actual presidente de México, Andrés Manuel López Obrador hacía campaña política, su objetivo era vender la idea de que, si los mexicanos le daban el voto, automáticamente la pirámide social se invertiría, y ante un pueblo, por siglos lastimado y olvidado, la frase les venía como una fuente de esperanza redentora.
Su discurso prometedor de resolver los problemas del país desde el primer día de su gobierno fue el gancho para que millones de mexicanos creyeran en su proyecto de nación, pues les daba a los más de 60 millones de pobres del país, una esperanza de salir de sus condiciones y aspirar a una vida mejor.
El Movimiento Antorchista Nacional, en repetidas ocasiones, hizo un llamado para que la población no cayera en las mentiras de AMLO, demostrando con pruebas claras y científicas que las promesas del entonces candidato, sencillamente eran imposibles de cumplir dada la situación económica de nuestro país.
Con su triunfo en las elecciones presidenciales del 1 de julio de 2018, AMLO se convirtió en el presidente elegido con el mayor número de votos de la historia, su discurso de campaña hizo efecto en más de 30 millones de mexicanos.
Prometer no empobrece, dice un dicho popular, pero una vez consumado su triunfo, AMLO aseveró que su gestión conllevaría un cambio profundo y radical en el país, que catalogó como “la Cuarta Transformación de la vida pública de México” (4T), proceso en el cual se renovaría el país porque se acabaría con la corrupción y la impunidad, se ejercería el presupuesto público con austeridad, se aboliría el neoliberalismo y, sobre todo, se daría prioridad a los pobres. En sus palabras pronunciadas en su toma de protesta el 1 de diciembre de 2018, afirmó: “Por el bien de todos, primero los pobres. Nuestra consigna de siempre es, a partir de hoy, principio de gobierno”.
La realidad se impone y le da la razón a los fundamentos planteados por el Movimiento Antorchista Nacional (MAN). El 5 de agosto de 2021, el Coneval presentó los resultados de la medición de pobreza en México para el año 2020. Según sus estimaciones, el porcentaje de la población en situación de pobreza aumentó dos puntos porcentuales, al pasar de 41.9% en 2018 a 43.9 por ciento en 2020; en términos reales, esto significó que 55.7 millones de personas fueron consideradas como pobres, mientras que en la medición previa fueron 51.9 millones de personas, con lo que la pobreza en 2020 se registró en 3.8 millones de personas más que en 2018.
La frase de “primero los pobres” sólo quedó en el discurso porque, en la práctica, el gobierno de la 4T ha hecho todo lo contrario, incluso, en una de las mañaneras del presidente afirmó que ayudar a los pobres es parte de su estrategia política, que ayudando a los pobres va uno a la segura, es decir, utiliza la pobreza de millones de mexicanos como capital político.
Su política social, fundamentada en el “Primero los pobres”, ha tenido vacíos, contradicciones e insuficiencias que han limitado su eficacia. No cabe duda, para el gobierno de la 4T no son primero los pobres, nunca fueron ni serán, todo lo contrario, su política social, disfrazada de cordero, ha hecho más pobres a los pobres, por eso y por muchas razones más, los mexicanos no debemos continuar con este tipo de gobierno. No más Morena.
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