¿Cómo se puede sacar dinero de un país saqueado y llevarlo a un paraíso fiscal sin que pase nada? Es inmoral, ha dicho hasta el cansancio el presidente en sus mañaneras y donde tiene oportunidad, dándose baños de pureza. Y sí, México ha mantenido una tasa promedio de recaudación de impuestos que rebasa apenas el 16% del PIB, menor al 22,9% que promedian los países de América Latina y el Caribe y el 33,8% de los países de la OCDE.
El bajo porcentaje se explica como ha sido evidenciado, por la investigación de más de 600 periodistas de 150 medios de comunicación del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) que analizaron y cotejaron 12 millones de documentos filtrados de operaciones en paraísos fiscales internacionales donde aparecen jefes de estado, empresarios, políticos y narcotraficantes, conocida como Pandora Papers.
La investigación revisó correos electrónicos e informes financieros, encontrando que cerca de 27 mil empresas están relacionadas con estos actos, que aunque pueden no ser ilegales, normalmente son empresas fantasmas que se utilizan para esconder dinero y evadir impuestos, costándole al fisco mexicano más de 8 mil millones de dólares al año. Se sabe que 3 mil mexicanos, 80 de ellos políticos, han sacado millones de dólares a paraisos fiscales en el anonimato como sociedades pantalla, fideicomisos o fundaciones fuera del alcance de las autoridades hacendarias.
Entre los involucrados aparecen cercanos amigos y colaboradores de López Obrador, como Jorge Arganis Díaz, secretario de Comunicaciones y Transportes, propietario de Desbond Finance Limited, empresa ubicada en las Islas Vírgenes Británicas, creada por Alemán Cordero, Galindo & Lee y el Stanford Financial Group, de Allen Stanford, sentenciado a 110 años de prisión en EU por fraude millonario.
Julio Scherer, hasta hace días consejero jurídico del presidente. Propietario de una empresa en las Islas Vírgenes Británicas, con dos millones de dólares en activos; poseedora del 100% de las acciones de una compañía y dueña de un departamento lujoso de más de un millón de dólares. El senador por Morena, Armando Guadiana, creador del fideicomiso The Hawaii Trust con 50 mil acciones de Atlantic Industries International Limited, en las Islas Vírgenes Británicas.
Julia Elena Abdala, pareja del director de la CFE, Manuel Bartlett, vinculada a la compañía panameña Roybell International Inc., empresaria que al revelarse millonarias propiedades, le otorgaron poder para operar una cuenta en el Bank Lyford International Band en Las Bahamas. Ciertamente, también aparecen personajes como Germán Larrea, María Asunción Aramburuzabala, Enrique Martínez y Martínez, exgobernador de Coahuila, Francisco Labastida Gómez de la Torre, pero eso no es noticia, nunca han presumido de no ser corruptos, de ser honestos y puros; son de la mafia del poder, con razón criticados por López Obrador.
Claro, en otros países casi la totalidad de los recursos recaudados por el gobierno se reflejan en obras de infraestructura, seguridad y desarrollo; mientras en México los impuestos pagados se gastan en repartir dinero para ganar votos en beneficio del partido en el poder, consultas, revocaciones de mandatos, o se los roban los funcionarios con una impunidad mayor al 95%. La Cepal y la OCDE calculan una evasión fiscal anual del 4% del PIB en México, donde el 1% de los mexicanos más ricos concentra el 29% de los ingresos y las 50 empresas más grandes representan el 40% del PIB, según Naciones Unidas.
¿Y qué ha dicho el honestísimo presidente de la república al respecto? Nada. ¿Desconocía la evasión de impuestos y el posible manejo de recursos de procedencia ilícita, o se hecía de la vista gorda? Claro que no. Ha insistido que es “inmoral” el uso de paraísos fiscales en un país “saqueado”. Ahora sólo dice: “Que se investigue”, son 3 mil los mexicanos descubiertos y sólo salen cuatro”, refiriéndose a los morenistas.
Reconoció estar enterado de que iba a salir esta investigación porque su secretario de comunicaciones, Arganis le dijo estar “preocupado” por las revelaciones, pero desestimó su inclusión porque “fue una operación de tres millones de pesos y lo transaron”. Sobre Julio Scherer, su exconsejero jurídico, expresó, “ya no trabaja en el Gobierno y él tendrá que aclarar”. La lista de corruptos es interminable: Pio, Martinazo, Felipa, Bartlett, Arganis, Sherer, Guadiana, Mier…
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