Desde hace dos semanas tenemos ya nuevas autoridades a nivel estatal y municipal; como todos sabemos, el triunfo de Morena en Nayarit fue contundente, ganando la mayoría de las diputaciones locales, las presidencias municipales y la gobernatura, suceso que explica el hartazgo del pueblo nayarita hacia los partidos políticos que gobernaron anteriormente y que se caracterizaron por prometer muchas cosas pero que no las cumplieron.
Ya iniciaron las nuevas autoridades, en Tepic está como presidenta municipal, la Ing. María Geraldine Ponce Mendoza, y en el estado el doctor Miguel Ángel Navarro Quintero. Al respecto hay que decir que las autoridades emanadas de Morena generaron muchas expectativas en la gente, han dicho que a “Nayarit le llegó su momento”, que “el progreso está por llegar”, en fin, que ahora sí se le hará justicia al reclamo social.
Por nuestra parte deseamos sinceramente que a las nuevas autoridades les vaya bien, que cumplan con las promesas que le hicieron a la gente y que el progreso llegue a Nayarit.
Un grave problema sale a relucir en estos días de transición con las nuevas autoridades, el problema financiero; “Al rendir protesta como nuevo gobernador de Nayarit para el periodo 2021-2027, Miguel Ángel Navarro Quintero afirmó que enfrentará deudas bancarias con los servicios de salud y de educación federales por más de 10,200 millones de pesos, por lo que pidió más recursos a la federación” política.expansión.mx del día 19 de septiembre de 2021.
Y el occidental.com.mx del día 12 de septiembre dice: “Asfixiante, es como describió el gobernador electo, Miguel Ángel Navarro Quintero, la deuda del Estado que sostiene con el SAT, IMSS, ISSSTE, INFONAVIT y algunos proveedores, la cual asciende a 9 mil 800 millones de pesos y que, a raíz de ello, anunció que no hay recurso para pagar la nómina de la próxima quincena.”
Ahora, veamos cómo andan las cosas a nivel municipal. Según el portal de noticias vallartaindependiente
Este problema, el del endeudamiento del estado y municipios, no es exclusivo de Nayarit, también se ve a nivel federal y en otros estados, por lo que es una señal de alarma, los estados no tienen ya dinero para operar, menos los municipios, esto amerita una urgente revisión de cómo o de qué forma hacerse de más ingresos, donde entraría a otro problema, ya que como es sabido, a los que más ganan en este país, no se les quiere obligar a pagar más impuestos, cargándoselos, como siempre, al grueso de la población, al pueblo pobre.
Pero, me interesa resaltar este asunto, para que el pueblo nayarita vea, y que sirva de lección, que si no hay recursos es porque el gobierno en turno a nivel federal no está haciendo bien las cosas, pues debe de buscar más ingresos en los que ganan más en este país, es decir, en los grandes empresarios, los que concentran la mayor parte de la riqueza social en sus manos.
El otro problema y que es muy notorio, es el mal uso que se hacen de los recursos que se reciben. ¿Qué nos dan a entender las notas antes mencionadas? Que no hay dinero para trabajar, ni siquiera para pagarle las quincenas a la burocracia, y agreguémosle nosotros, menos para la obra social. Y entonces, viene la pregunta obligada, ¿qué se hace con el dinero? Porque el estado no se caracteriza por ser próspero, pujante y en desarrollo, el estado tiene a muchas familias viviendo en la pobreza y pobreza extrema, hay zonas completas que están en el atraso, con muchas carencias, etcétera. Llegamos pues a la conclusión de que el poder se utiliza para robar, para el enriquecimiento personal y de camarilla, para afianzar aún más a la clase económica que ha ostentado el poder en el estado y en el país, para eso pelean tanto el poder, pero menos para sacar de la pobreza a miles y miles de nayaritas que sufren y viven mal por tener muchas carencias.
Mi invitación es a conocer lo que está pasando, a no confiarnos, a que no pensemos que, porque llegó la 4T a Nayarit, ahora, de forma automática llegará el progreso y el bienestar. Mi opinión es que las cosas no serán así de fáciles, en Antorcha le apostamos a que se nos escuchará por nuestra fuerza y grado de organización, porque si no estamos unidos, el saqueo de los recursos públicos seguirá cayendo al barril sin fondo, -llámese malos gobernantes-, en vez de destinarse al bienestar de los pobres.
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