El gran dramaturgo Víctor Puebla decía acerca del teatro que este había sido “frecuentemente manipulado en la historia de la humanidad por aquellos que tienen el poder para hacerlo, ha sido arrancado muchas veces de las manos del mismo para aprovechar sus múltiples beneficios y ponerlos al entero servicio del consumismo mercenario”. Es decir, se le ha arrebatado al pueblo el teatro y ahora es usado por la clase poderosa que aprovecha este bello arte para mantener en la enajenación a los más humildes, a quienes solo les llegan obras carentes de un mensaje reflexivo o, de plano, se les despoja con boletos cuya adquisición significaría dejar sin pan en la mesa a una familia.
Sin embargo, decía El Divo de Puebla, “este rebelde del arte se resiste a apartarse de su veta madre y retorna, ineluctablemente, a sus orígenes ancestrales". O sea, al pueblo. Y eso fue lo que pudimos ver este fin de semana en el Maratón de Teatro 2022 que organizó el Movimiento Antorchista. Dos días en los que se presentaron ocho obras de teatro de altísima calidad y, lo mejor, ¡sin costo alguno para los asistentes!
El Maratón de Teatro tuvo dos sedes: el emblemático y bellísimo Teatro de la Ciudad y el gran Teatro del Complejo Cultural Universitario de la BUAP. En los dos días hubo lleno total y la gente se formó durante horas para poder entrar, pues adentro estaba a reventar de público que quería ver las obras. Esto es algo que dificilmente ocurre con el teatro actual; la gente no va al teatro y, la principal causa, es la económica. Pero el teatro que hace Antorcha está pensado para la masa, porque siguen el ideal del gran Víctor Puebla: “hacer teatro no para hacerse rico y famoso, dándole al público aquello que lo aletarga o engaña, sino con el claro, firme, decidido e imperioso propósito de educarlo, sensibilizarlo, es decir, con un fin más alto: abrirle los ojos y convocarlo al cambio”.
En la inauguración del Maratón tuvimos la dicha de contar con la presencia de nuestro querido Maestro Aquiles Córdova Morán, líder indiscutible de los pobres de México; el Maestro vio y aplaudió las ocho obras que se presentaron: "Cabaret", "Tierra Baja", "El avaro", "El Quijote", "La fiera del Ajusco", "La fonda de las siete cabrillas", "La evitable ascención de Arturo Ui" y "El Monte Calvo". Y, la cereza del pastel fue el profundo mensaje que nos dirigió, en el que resaltó que “la actividad artística no solo es para divertir, no es el opio de las masas, no es el anestésico de las masas: es el tábano de las masas que las despierta y las pone alertas, las hace entender su situación y las decide a cambiar su situación para vivir mejor”.
Llamó a los asistentes a entender la situación mundial, en la que el nuevo fascismo estadounidense busca hacerse del control del mundo, tal como lo hiciera Hitler con la Segunda Guerra Mundial. “El mundo está sufriendo un nuevo fascismo, encarnado por Estados Unidos. Los tambores de la guerra nuclear están sonando fuerte. El mundo está en riesgo de la destrucción nuclear, el mundo no es el paraíso que nos quiere dibujar Estados Unidos. Tenemos entender por qué pasa lo que pasa y también entender que está en nuestras manos cambiar nuestra situación y lograr que todos, como seres humanos, como hermanos de una misma especie, compartamos la riqueza y la felicidad del mundo”.
El público, que escuchaba atento, aplaudió ante el grandioso mensaje que recibió y, contento y con una nueva perspectiva, se dispuso a seguir disfrutando del teatro. Los dos recintos se llenaron de gritos de sorpresa, de emoción, de risas y de lágrimas; era el teatro, con su don de transformar a todo aquel que lo ve. Estamos seguros que esta jornada cultural cumplió su objetivo y dejó en el público que la vio, en vivo y por redes sociales, el llamado a querer cambiar su realidad, a ver su vida en las obras que se presentaron y, con ello, darse cuenta de que una vida mejor es posible. Y a eso los llama Antorcha. A organizarse y luchar, como uno solo, por una patria más justa para todos.
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