El regreso a las clases presenciales para el ciclo escolar 2021-2022 inició el lunes 30 de agosto en las escuelas del país; sin embargo, la nueva modalidad educativa, debido a la pandemia por la covid-19, permitirá que aquellos padres y madres de familia que no deseen enviar a sus hijos a las aulas, tengan la opción que los menores tomen clases desde casa. En este sentido, el plan educativo de la Secretaría de Educación Pública (SEP) se llevará a cabo con clases bajo un modelo híbrido o semipresencial, bajo el cual los estudiantes tendrán la oportunidad de llevar a cabo una parte del aprendizaje en casa y otro en las aulas. Los alumnos que prefieran quedarse en el hogar podrán tomar clases mediante plataformas virtuales como Zoom, las cuales se utilizarán de manera paralela por parte los maestros mientras imparten las clases presenciales.
Pero, ¿cuál es la urgencia de regresar a clases presenciales? Esa es la pregunta de los mexicanos, esa es la pregunta de los padres de familia, de los maestros, de los niños y jóvenes estudiantes, por qué regresar a clases presenciales en plena pandemia, en plena tercera ola, pues la covid-19 aún no termina, este virus sigue activo y matando, terminando con las familias mexicanas, y esto lo sabe el Estado, lo sabe el presidente de la república y todas las dependencias públicas, los gobernadores, los presidentes municipales, los diputados, toda la sociedad, y ¿qué se está haciendo al respecto? ¿Cuáles son los planes o estrategias para combatir con los contagios o terminar con ellos? Andrés Manuel López Obrador y su gabinete no cuentan con ellos, no hay un plan de vacunación que pueda terminar o evitar los contagios.
AMLO no tomó todas las medidas sanitarias para el país al inicio de la pandemia ni ahora, invitó a la gente a salir, a visitar a sus familiares, que no pasaba nada, pero la realidad era y sigue siendo otra, se ocultaron muchos datos del covid-19, como su letalidad, se ocultaron las cifras reales de todas las muertes causadas por éste. Se le quiso engañar al pueblo mexicano y reactivar la economía, que lo negocios funcionaran y no cerraran, las empresas no quebraran, pero en dónde quedamos nosotros, pareciera que lo más importante era proteger el capitalismo del país y no su bienestar, pero lo cierto era que al reactivar la economía y abrir los locales, activar el comercio o la fuente de empleo, de todas maneras, los contagios se darían y aumentan, pues esto implicaba salir a las calles, pero la realidad era que la gente no tenía que salir para nada, pero la situación se complicó, la gente empezó a salir porque trabajaban o morían de hambre, y sí, esta opción provocó muchas muertes, mucha gente respetó las indicaciones de la cuarentena y optaron por encerrarse, esto provocó el desempleo y en algunos casos la pandemia provocó daños psicológicos en niños, jóvenes y adultos que no podían más con el encierro. Otros países como Vietnam, Rusia, China, Japón y Corea del Sur o Cuba adoptaron rápidamente medidas sanitarias, se preocuparon por obtener la vacuna y algunos otros métodos, pero en nuestro país no se ha hecho mucho por esta situación que aqueja a México. ¿En dónde está el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF)? Pareciera que está destinado para los proyectos del presidente de la República, para el aeropuerto, el Tren Maya, la refinería de Dos Bocas en Tabasco, no hay dinero, no se puede comprar vacunas ni mucho menos crearlas, aunque México es un país con potencia mundial, no hay condiciones para resolver este este asunto que invade a toda la sociedad.
Llevamos más de un año y medio con pandemia, lo cual ha provocado problemas económicos, políticos, sociales y culturales, muchos niños y jóvenes estudiantes desertaron de sus escuelas, porque algunas de ellas públicas o privadas tomaban clases en línea, muchos de ellos no contaban con las condiciones para tomar sus clases a través de internet, pues algunos de los estudiantes viven en provincia y esto provoca que no haya una buena red o señal de internet para poder conectarse y tomar las clases, pero a pesar de este tiempo y esta desesperación por regresar a clases presenciales por parte de la Secretaría de educación Pública (SEP) y el Gobierno federal, no se debe hacer, pues hay una falta de conciencia en ello, hacer esto en plena tercera ola sería exponerlos y hasta terminar con sus vidas, antes que nada se debe llevar a cabo pasos a fin de evitar contagios de covid-19 entre los menores de edad, como programas de pruebas de detección de coronavirus, un sistema de vacunación para menores de edad, se debe instruir a las y los docentes para tengan conocimiento de las herramientas que previenen el incremento de contagios, en ese sentido, el uso correcto de la mascarilla, la ventilación y la permanencia en el salón de clases son factores que los maestros deben de tomar en cuenta ante el retorno a clases, pero a ninguna de estas opciones se les ha dado pie.
Muchos padres de familia están molestos con esta decisión, pues tienen miedo de mandar o ir a dejar a sus hijos a las escuelas, esto implica salir de casa, caminar en las calles, tomar algún transporte, y lo más seguro, toparse con covid-19, se está provocando un gran pánico, una desesperación, pues es muy alarmante salir y exponerse por una decisión que viene mal desde los altos mandos.
De acuerdo con datos proporcionados por la Secretaría de Educación Pública (SEP), en el nivel de educación básica, hay 25 millones 680 mil 370 alumnos en México, 12 millones 649 mil 395 son mujeres y 13 millones 30 mil 975 hombres, de los cuales más de 60 mil niños y adolescentes se han contagiados (EMEEQUIS del 24 de marzo), y solamente en el estado de Puebla han fallecido 560 docentes desde el comienzo de la pandemia (Milenio). ¿Ahora nos quedaremos a ver cómo mueren los estudiantes?
Es por eso que los padres de familia prefieren que sus hijos pierdan un ciclo escolar, a que pierdan la vida.
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