Los triunfos obtenidos en las urnas el pasado 6 de junio por Josué Elías Velázquez y Rosendo Morales Sánchez fueron, sin duda, contundentes e inobjetables; los electores de los municipios de Huitzilan de Serdán y Santa Clara Ocoyucan, eligieron a quienes los gobernará el próximo trienio. Sin embargo, los tentáculos de Miguel Barbosa Huerta, gobernador de Puebla, se pusieron en acción y, en contra de toda lógica y ley que lo ampare; movió a sus títeres, es decir, a los candidatos perdedores de Morena y el Partido Acción Nacional (PAN) para que impugnaran la elección ante el Instituto Electoral del Estado y del Tribunal Electoral Estatal, con el perverso propósito de anular las elecciones, imponer consejos municipales y repetir los comicios el próximo año.
Dice bien el dicho popular: “Dios los cría y ellos se juntan”, quienes, en política, y en particular en la contienda electoral se declararon enemigos acérrimos, se unen para tratar de nulificar, sin rubor alguno, la decisión de dos pueblos que ya decidieron sus futuras autoridades municipales, obedeciendo a los intereses mezquinos de la autoridad estatal en turno. El “juego” perverso no es nuevo, el PAN lo experimentó en las pasadas elecciones, pero olvida que el pueblo de Santa Clara Ocoyucan ratificó su voluntad y Rosendo Morales volvió a ganar, por un amplio margen, la elección municipal; este año lo volvieron a intentar, solamente que ahora la delantera la lleva Morena, auspiciada por el mismísimo titular del ejecutivo que en todo momento ha mostrado fobia en contra de lo que sea antorchista.
No hay duda, Miguel Barbosa emula a pie juntillas la política liquidacionista de Andrés Manuel López Obrador en contra del Movimiento Antorchista, quien, desde el primer día de su victoria electoral, denostó a diestra y siniestra a esta importantísima organización popular que aglutina a más de dos millones de mexicanos; ni más ni menos, a escala estatal, el Gobernador poblano vuelve a embestir con todo.
En Puebla no es la primera ocasión en la que el Gobernador violenta el Estado de Derecho y utiliza todos los medios a su alcance -que son muchos-, para “desaparecer” del escenario político a los antorchistas, quienes de manera repetida han expuesto la problemática social de obras y servicios que tienen sus agremiados y la negativa reiterada de las autoridades estatales de solución a las mismas.
También, ante las instancias electorales correspondientes, esta importante organización realizó su petición de constituirse en partido político estatal (Movimiento Antorchista Poblano), solicitud que cumplió con creces cada uno de los requerimientos establecidos para tal fin, se les negó de manera contundente utilizando una serie de burdas maniobras leguleyas acompañadas de una campaña negra en contra de los peticionarios. Todo esto promovido y auspiciado por el Gobierno estatal. “Nada para los antorchistas”.
Ahora, en un escenario distinto, no menos importante, se pretende a toda costa desconocer los triunfos obtenidos en la pasada contienda electoral en Huitzilan de Serdán y Santa Clara Ocoyucan, dos municipios emblemáticos en los que los ciudadanos confiaron nuevamente en los candidatos de extracción antorchista que han demostrado en los hechos que saben gobernar y le han cambiado el rostro a estos municipios; pero también, en esta ocasión, Miguel Barbosa se ha topado con pueblos aguerridos que no están dispuestos a postrarse ante su tiranía, que marcharon en miles por las principales avenidas de la capital poblana para anunciar que defenderán su voto y que no permitirán un atropello a la voluntad popular.
Ahora bien, queda claro que las impugnaciones realizadas por la “santa alianza” de Morena y el PAN no fueron presentadas en tiempo y forma en el comité municipal como correspondía, sino extemporáneamente ante las autoridades estatales electorales, aquellas mismas que en meses pasados les negaran a los antorchistas su registro como partido, obedeciendo a las órdenes del Gobernador, buscando que la historia se repita; pero el pueblo organizado defenderá sus triunfos legítimos.
Todos los antorchistas del país exigimos que Miguel Barbosa saque las manos de los conflictos post electorales creados artificiosamente por él, que respete la decisión popular de los huitziltecos y ocoyuquenses expresada en las urnas el pasado 6 de junio. El pueblo ya decidió y eligió a sus mejores representantes, no hacerlo provocará un enfrentamiento frontal y desgastante para todas las partes. El Tribunal Electoral del Estado de Puebla deberá dar su fallo próximamente y esperamos éste sea con profesionalismo e integridad moral como organismo autónomo que es, respetando el triunfo legítimo de los ganadores y la voluntad de los electores.
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