Acabamos de pasar el mayor momento decisivo de nuestro país, momento en que nos decidimos por uno de entre todos los lobos vestidos de ovejas, después de haber razonado y analizado los acontecimientos más relevantes que han sucedido en nuestro país; se acabaron las elecciones, hay nuevos legisladores en el Congreso de la Unión, ¿qué le espera al pueblo mexicano?; la realidad es que no hay mucho que celebrar, quienes compitieron por la representación en el Congreso fueron los partidos de siempre, los mismos viejos grupos de poder, no hubo variación de discursos, no hay algo esencial, que nos indique que ahora las cosas se harán de otra manera. La participación de los mismos partidos, históricamente han demostrado que no hay razones de peso para tener esperanzas de que ahora sí ocurrirá algo diferente, no están pensando en cómo llevar bienestar al pueblo desprotegido.
Si bien es cierto que el descontento social ha ido en aumento con los sucesos de los últimos meses, Morena ha reprobado la prueba del pasado domingo, aunque siga teniendo poder político y AMLO mantenga por el momento, algo de su popularidad, la fuerza arrasadora de 2018 que lo llevó a la silla presidencial, ya no es la misma, su discurso está muy desgastado y cada vez más alejado de los hechos y la realidad de los mexicanos que exigen justicia.
Por lo pronto, con los resultados de la contienda electoral del pasado domingo, no podrá modificar la Constitución, aunque aún seguirá disponiendo del presupuesto federal.
A mediados del sexenio de la de la “Cuarta Transformación”, ya vimos que el pueblo mexicano se está dando cuenta de la farsa del gobierno morenista, consecuencia de ésta, ha visto mermada su mayoría absoluta en el Congreso. En contraparte muchos ya sabíamos lo que sucedería en estas elecciones y no es por presunción de predicadores, solo hemos puesto atención a lo que viene haciendo desde que asumió el cargo, sabíamos que trataría a como diera lugar y a cualquier costo de retener el poder.
Pero quienes diferimos de la política del presidente López Obrador creemos firmemente que el verdadero problema no es quitarlo a él para colocar a otro igualmente improvisado, ya que, con base a un estudio científico de la sociedad, sabemos que el verdadero reto es sustituir el modelo económico, por un proyecto de país más equitativo y más justo con los mexicanos. México necesita impulsar un plan viable que asegure el bienestar económico, la superación científica, cultural y espiritual y plenas libertades civiles, sociales y políticas para todos los mexicanos.
Estamos en tiempos difíciles y las mismas estadísticas oficiales indican que la inmensa mayoría de los mexicanos se debate en la pobreza extrema o de carencia de uno o varios de los factores del bienestar material. Los informes de organismos como el Coneval indican que los apoyos asistencialistas de López Obrador no han repercutido en el combate a la pobreza. Aunque según las mejores casas encuestadoras, estas transferencias monetarias directas a los más necesitados, justas y necesarias, son la base de la amplia y sostenida popularidad del presidente.
La política de primero los pobres del gobierno morenista, simplemente no ha dado da resultados efectivos, la verdadera base de nuestro bienestar y al que debemos aspirar; es decir, a un mejor nivel de vida, debe ser con base al apoyo en el desarrollo de la ciencia, la investigación, la participación de las organizaciones populares y en las instituciones sociales derivadas de ellos, incluido el respeto a la ley.
Morena ha hecho bien dos cosas: robar a manos llenas y santificar a sus corruptos. Los recortes al presupuesto y las medidas de austeridad, han generados recursos que nadie sabe a dónde fueron a parar. El mismo Inegi publicó que en 2020 hubo más corrupción que en el último año de gobierno de Peña Nieto, esos datos cualesquiera los puede consultar, si así lo desea.
Sabemos que las necesidades de los más pobres son muchas y la respuesta de los funcionarios, son las mismas, negar solución a las obras y problemas de la gente; pero ya llegó el momento en que se pongan por delante los intereses de la mayoría, porque los que están llegando al poder no lo harán. Para que las autoridades le pongan atención a la gente, el pueblo debe de estar organizado, debe defender sus derechos y dar la lucha para que se le respete o de lo contrario, seguiremos padeciendo de malos gobernantes.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario