En la sociedad hay diferentes etapas de desarrollo que quizá ya se conoce, pero que el pueblo pobre ignora de manera científica, porque eso no la enseñan en la escuela, o cuando menos lo sufriente para entender nuestra realidad. La sociedad en la que vivimos actualmente es una sociedad capitalista. Es una relación social de producción, explotando trabajo ajeno, el sistema capitalista no sólo se manifiesta en el ámbito de la producción, distribución y consumo de determinados artículos o mercancías, sino que también tiene alcances políticos, sociales y culturales que nos hablan de una estructura capitalista múltiple y en constante transformación que, a su vez, se expresa en diferentes modelos de desarrollo. El modo de producción capitalista es histórico, porque no perdurará todo el tiempo, pues éste tiene un origen y tendrá un fin, así cono surgieron y desaparecieron los diferentes modos de producción anteriores al capitalismo; desde la comunidad primitiva, el esclavismo y el feudalismo. Dicho de otra forma, La existencia de las diferentes etapas o modos de producción, no siempre han existido al igual que la pobreza, no es algo eterno, por lo que nace se reproduce y muere. Por lo tanto, lo que hoy conocemos como capitalismo, tiene un día que desaparecer y dar paso a otro sistema de producción.
En nuestro país, vivimos en un modelo económico que ha generado una concentración de la riqueza y a la vez un empobrecimiento insultante de la sociedad, y el gobierno que se dice ser de izquierda no hace nada por cerrar esa brecha que hay entre los mas ricos y los que menos tienen, pues el gobierno de la 4T dice una cosa y hace totalmente lo contrario. Si bien se considera a AMLO como un defensor de las clases menos favorecidas, sus propuestas, en ocasiones, no están tan encaminadas a su bienestar. Su proyecto económico claramente tiene tintes capitalistas, como el desarrollo del Tren Turístico Transpeninsular y el Corredor Transístmico para el Desarrollo Integral del Istmo de Tehuantepec, los cuales apuntan a una visión futurista y moderna, en donde la inversión privada se ve claramente beneficiada.
Recientemente, Obrador anunció que desea aumentar las jornadas laborales a los empleados de confianza del gobierno, de lunes a sábado, 8 horas diarias. De acuerdo con los datos de la OCDE, los países con mayor productividad y bienestar se caracterizan por tener jornadas laborales reducidas. Si su objetivo es tener un mejor desempeño de la función pública, definitivamente está cometiendo un gran error con grandes repercusiones sociales. Cabe mencionar que una visión socialista, apelaría más al bienestar del trabajador. López Obrador no es para nada un líder socialista, más bien busca el orden dentro de la sociedad capitalista y de las clases sociales. Más que luchar por el bien de los pobres, desea empoderar al país como potencia. La cuestión es: cuál será su plan, si no es muy claro en sus métodos, ni firme en sus declaraciones.
Andrés Manuel López Obrador es el primer presidente mexicano que llega con una de las más altas expectativas sociales de las últimas décadas, con mayor porcentaje de aceptación entre la ciudadanía, confiriéndole un 53% de votaciones. Las principales expectativas -tras 18 largos años de campaña- tienen que ver con la seguridad, la economía y la política, tres aspectos que a nivel social se encuentran muy vulnerables. En definitiva, el ánimo de la sociedad estaba afanoso, en espera de resultados claros en el primer año de su gubernatura. Ya casi son cuatro y no hay resultados. A pesar de que la mayoría de la población recibió con alegría, entusiasmo, satisfacción, seguridad, tranquilidad y confianza el triunfo de López Obrador, por el otro lado, se encuentra el porcentaje de la población que recibió la noticia con enojo, decepción, tristeza, inseguridad, incluso miedo. Aún no termina el nuevo sexenio y la administración de López Obrador ya está en la mira, tanto a nivel nacional como internacional. La entrega de resultados es un objetivo que tienen en común los simpatizantes y personas que no confían en el candidato, estas personas, desconfiadas de AMLO, tienden a mostrarse más exigentes.
Andrés Manuel López Obrador sabe que tiene la responsabilidad de cumplir con sus promesas, con su plan de trabajo, y sobre todo dar buenos resultados, finalmente ha prometido ser parte de la cuarta transformación de México, la gente quiere que se note el cambio de gobierno que tanto ha promulgado, sin importar que el país siga su desarrollo dentro de una sociedad capitalista, sin embargo, no ha podido con el gobierno. Por todo lo anterior tenemos que reflexionar y buscar juntos una salida, buscando científicamente, el diagnóstico y la cura, y con ello curar a este país. Un nuevo régimen, un nuevo sistema de producción, un nuevo modelo económico es posible.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario