Ya lo decía Camilo Taufic, en su libro Periodismo y Lucha de Clases, “no existe la información por la información” porque esta está ligada siempre a un grupo en el poder. La información emitida no depende del receptor, sino simplemente de lo que el emisor quiere dar a conocer a su público, sin importar si esa información es falsa o verdadera. Eso poco o nada importa.
Con el planteamiento de esa lógica, al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador le es más fácil negar u ocultar los verdaderos problemas que asumir la responsabilidad de lo que ocurre en el país manifestado en crisis económica, social, de delincuencia e inseguridad, mención aparte merecen los feminicidios y violencia de género, rezago en infraestructura, educación deficiente, un sistema de salud pública deplorable.
Según el medio Expansión Política, a septiembre de 2021 López Obrador había emitido más de 61 mil afirmaciones no verdaderas, en el periodo del 31 diciembre de 2018 al 31 agosto de 2021, en las 684 conferencias mañaneras que realizó en el mismo lapso, pero eso no es todo, también la revista Proceso dio a conocer cifras similares al titular una de sus notas de la siguiente manera: “Aseguran que AMLO miente, en promedio, 80 veces en sus mañaneras”.
Actualizando los datos, recientemente otro portal de noticias encabezaba una de sus notas así: “Sin sustento, 57 por ciento de los datos emitidos en las mañaneras sobre seguridad”, esto tomando en cuenta solo las 420 mañaneras en las que se habló sobre el asunto de la seguridad nacional, pero los datos y el incremento de la inseguridad en el territorio mexicano todos los días nos muestran lo equivocado de las afirmaciones presidenciales.
No hemos llegado ni a mitad del año 2022 y la inseguridad ha escalado ya a niveles alarmantes; con 3 mil 632 personas asesinadas, marzo se ha posicionado como el mes más sangriento del año, pero no solo hablamos de los homicidios; también deben sumarse los más de 4 mil casos de personas desaparecidas que se han registrado en el país desde enero a la fecha.
Pero todo esto, amable lector, toda la sangre derramada en el país, todas las notas rojas que dan a conocer los medios, todas las desapariciones, asesinatos, masacres y feminicidios suceden a la par de otros fenómenos sociales; suceden mientras López Obrador prefiere inaugurar el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) que, a casi un mes de su inauguración, se sostiene con 12 vuelos diarios.
Todos los sangrientos crímenes en México suceden mientras todos los reflectores se centraron en la revocación de mandato, que como manifesté en un escrito anterior no obtuvo los resultados que el presidente esperaba, y fue un completo fracaso al que se destinó un recurso que, al final de cuentas, fue tirado a la basura. Crece también el crimen en medio de la necedad de López Obrador por construir el Tren Maya, que no solo no reducirá la pobreza ni mucho menos la pobreza extrema en la península yucateca, sino que la ha incrementado al pasar de 6.5 al 11.3 por ciento.
Pese a que López Obrador intenta ocultar y desmentir las cifras sangrientas con su famosa frase de “yo tengo otros datos”, el informe que presenta la secretaria de Seguridad Pública, Rosa Icela Rodríguez, señaló que el 50 por ciento de los homicidios se concentraron en Guanajuato, Michoacán, Estado de México, Baja California, Jalisco y Sonora, estados en los que, según las declaraciones dadas a conocer por el diario El País, suman 42 millones de mexicanos, esto quiere decir que un tercio de la población mexicana vive en condiciones de terror.
Y a pesar de que las cifras son, no solo bien conocidas, sino sobre todo sufridas y vividas de cerca por los mexicanos, López Obrador sigue diciendo que el pueblo está feliz, feliz, feliz. Nada más alejado de la realidad que intenta ocultar.
Según el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, México lleva ya tres años como epicentro de la violencia homicida, y dentro de este territorio el municipio de Zamora, en el estado de Michoacán, se ha colocado como el más violento al concluir el año 2021 porque lidera con 196 mil 63 homicidios por cada 100 mil habitantes, y todo esto ocurre bajo el lema de “abrazos, no balazos” del señor presidente.
Mientras todo esto sucede, mientras miles de familias deben sepultar los cuerpos de sus allegados por culpa de la mala política de seguridad del gobierno de la 4T, al pueblo mexicano se le llena la cabeza con información que en nada le ayudará a garantizar su vida.
Lo anterior nuevamente es descrito por Taufic, al indicar que “cuanto más desorganizado está un sistema, más cantidad de información se requiere en su seno”, esto con la idea de que el pueblo humilde, la masa trabajadora que es la que sufre todas las consecuencias, se mantenga alejada y no busque una alternativa y un mejor país.
Mexicanos, ya para nadie es un secreto que tenemos un Estado roto y desorganizado que seguirá llevando al país por un despeñadero hasta que el pueblo decida hacer oídos sordos a la información basura que a diario nos arrojan y se decida a luchar y a exigir una patria más segura para todos; no tenemos permitido olvidar que, como dijo el secretario general del Movimiento Antorchista Nacional, Aquiles Córdova, en su pronunciamiento del jueves 21 de marzo, “la libertad y los derechos de los pueblos no se mendigan, se conquistan mediante la lucha organizada”.
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