El mundo en que vivimos, así se titula una película de la época de oro del cine mexicano, dirigida por César Galindo, que narra los infortunios de una familia pobre, la de los Fernández de Peralvillo, cuyo sostén son los escasos ingresos de un hijo vendedor ambulante, que es cooptado por vivales que están triunfando en la vida, que se codean con los grandes empresarios, que con el fraude en medicina y leche se hacen millonarios. Así simplemente retratada la realidad, nos hace ver como la acumulación de muchas fortunas viene del fraude, de la rapiña realizada por sus antepasados, como dijo Marx, así es de brutal la acumulación originaria del capital.
Vivimos en un mundo muy desigual, donde la riqueza se acumula cada vez más en unas pocas manos, pero dejando a su alrededor millones de desposeídos. Recientemente, en un informe de Oxfam, apenas en este mes de enero de 2023 dice que “el mundo está atravesando una época sin precedentes marcada por la acumulación de múltiples crisis. Decenas de millones de personas más pasan hambre. Cientos de millones más se enfrentan a subidas imposibles en el coste de los productos básicos o de la energía para calentar sus hogares. La pobreza se ha incrementado por primera vez en 25 años. Sin embargo, unos pocos han logrado sacar un inmenso provecho de estas crisis. Los ultra ricos han visto crecer drásticamente su riqueza, y los beneficios empresariales han alcanzado niveles récord, haciendo que la desigualdad se dispare”.
Ese mundo de desigualdad lo vemos a diario, mientras la riqueza de los dos hombres más ricos de México: Slim y Larrea es igual a lo que posee la mitad de la población de toda Latinoamérica, en nuestro país 50 millones de mexicanos viven en pobreza.
No se necesita ver ninguna película, solo con visitar las casas de los campesinos pobres nos daremos cuenta de sus necesidades, de que no se pueden alimentar bien porque el aumento de precios no les permite ya ni hartarse de tortillas, también en las grandes ciudades, donde existen cinturones de miseria, o en los basureros la gente come entre la basura. La inflación hace que el aumento al salario mínimo no le sirva para nada. Ni la entrega directa de recursos a través de las tarjetas del bienestar sirve porque el alza de precios no se detiene.
Otros datos que da la Oxfam:
Desde el 2020, el 1% más rico ha acaparado casi dos terceras partes de la nueva riqueza generada en el mundo, casi el doble que el 995 restante.
La fortuna de los milmillonarios aumenta en 2,700 millones de dólares cada día, mientras que los salarios de al menos 1,700 millones de trabajadores, crecen por debajo de la inflación.
En 2022, las empresas energéticas y de alimentación duplicaron con creces sus beneficios, distribuyendo 257,000 millones de dólares en dividendos a sus ricos accionistas; todo ello mientras que más de 800 millones de personas se iban a la cama con hambre cada noche.
Estos tiempos de crisis está generando enormes fortunas para una minoría privilegiada.
Oxfam propone impuestos más grandes a los milmillonarios, algo que el Movimiento Antorchista Nacional ya había propuesto en los cuatro grandes ejes para desarrollar nuestro país: 1. Creación de empleos. 2. Aumento de salarios. 3. Gasto social para donde más se necesite. 4. Impuestos a los que más tienen. Les recomiendo leer el artículo completo “La ley del más rico”.
Primero debemos hacer conciencia de que no estamos así porque Dios así quiere, estamos mal porque los multimillonarios acaparan la riqueza, para distribuirla Antorcha tiene una propuesta, basada en el conocimiento de la realidad.
Segundo, todos debemos explicar a nuestros amigos y conocidos que sí se puede cambiar esta situación, solo que necesitamos trabajar arduamente para formar un partido político que auténticamente defienda ese proyecto.
Tercero, debemos impulsar y desarrollar ese partido, luego ganar el poder de la Nación y respaldar con todo el proyecto. La base está en que realmente contemos con gente que sin miedo defienda el proyecto, que desde ahora los jóvenes lo entiendan y lo abracen. El trabajo es difícil pero si queremos salvar al mundo en que vivimos es más que necesario hacerlo.
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