Una de las tan sonadas y preocupantes decisiones del presidente, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), es el cierre del programa Escuelas de Tiempo Completo (PETC), con lo que afectó, según la organización Mexicanos Primero, a 3.6 millones de estudiantes mexicanos. La eliminación de las ETC significó un duro golpe a los derechos de la educación y a la alimentación de los niños.
La cancelación del PETC se dio a conocer el pasado primero de marzo en la mañanera presidencial, donde Delfina Gómez Álvarez, secretaria de Educación Pública, anunció esta decisión y justificó que fue para darle prioridad a las escuelas que necesitan recursos para garantizar un regreso seguro a las aulas.
Con este tipo de decisiones queda claro que a la 4T le quedó grande la silla presidencial y que el despotismo de López Obrador ha cobrado una costosa factura al pueblo mexicano, aunque sus seguidores sigan creyendo que su ideología curará todos los males de México.
Un claro ejemplo de lo errado que es el estilo de gobernar del morenismo, es el estado de Colima, donde la gobernadora Indira Vizcaíno Silva lo ha puesto en marcha y no le resultó nada bien y, como consecuencia, la entidad vive una de sus etapas más violentas y escala a niveles nunca vistos.
Según datos oficiales, Colima sigue pintado de rojo, lo que indica que la ola de violencia no ha parado, así lo dio a conocer el vocero Gustavo Joya Cervera, a través de un comunicado de prensa, en el que se puede leer lo siguiente: “sobre hechos relevantes del 1 al 7 de abril, Joya informó que hubo 30 homicidios y 72 personas fueron detenidas; instalaron 61 filtros de revisión; revisaron 8 mil 738 personas y 7 mil 314 vehículos; realizaron 6 cateos y aseguraron 7 armas, 24 cargadores, 38 cartuchos y 14 vehículos”.
Como lo dije en párrafos anteriores, la violencia ha escalado a un nivel escalofriante; por ejemplo, ya suman tres policías asesinados; al respecto, en el documento menciona sobre el último acontecimiento: “(...) el asesinato de un elemento de la Policía Estatal en la colonia Villas de Oro en Villa de Álvarez, ocurrido este jueves 7, al ser agredido con arma de fuego, hecho que lamentan la FGE y la Secretaría de Seguridad Pública, y adelantó que se trabaja para detener a los sujetos que agredieron a este elemento”.
Ahora lanzo esta interrogante sobre la estrategia de seguridad que se ha implementado en Colima ¿Estos son los resultados de los que habló la gobernadora Indira Vizcaíno?, no, creo que, al estilo de López Obrador, ella también tiene otros datos.
Regresando al tema central de este texto. El pasado 11 de marzo se publicó una nota en el portal de internet de El Occidental titulada “Docentes de Colima solicitan al Gobierno proyecto para regreso de Escuelas de Tiempo Completo”, en la que menciona la cantidad de escuelas y alumnos que fueron impactados por dicho programa.
«En Colima había 330 Escuelas de Tiempo Completo de nivel básico, cuya desaparición impacta a 44 mil 514 estudiantes» se puede leer en la nota. También mencionada que «La federación otorgaba un presupuesto anual de un aproximado de 134 millones 131 mil pesos».
En ese producto periodístico también viene una declaración del dirigente de la sección 6 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), José Jaime Niñez Murguía, quien mencionó que tanto el Congreso local, el Gobierno del estado y el Congreso de la Unión, deberían buscar una estrategia e invertir recursos ante la decisión del Gobierno federal.
Aunque honestamente se ve muy difícil que ellos intervengan para evitar el cierre de las Escuelas de Tiempo Completo, esto teniendo en cuenta el actuar del Gobierno estatal y los diputados locales morenistas ante las problemáticas de los colimenses porque está claro que son fieles seguidores del lopezobradorismo y tengan enfrente las fallas de esa ideología, van a seguir diciendo que todo ello es provocado por los malos manejos de las administraciones pasadas, como hasta la fecha lo ha estado haciendo.
El desempeño de los funcionarios morenistas en Colima solo ha hecho más sombra que gloria al presidente de México. Otro factor que no jugará en su contra es la atmósfera de inseguridad que para muchos colimenses será un argumento sólido para no salir a votar en las próximas elecciones; incluso, considero que en esta ocasión no votar es un acto democrático.
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