A propósito de buenos deseos para la humanidad, mi mejor deseo es que todos alguna vez en la vida tengamos la fortuna de tener contacto con la poesía, de poder leer un poema, de reflexionarlo y hacerlo parte de nuestro acervo cultural. Hoy cuando la violencia es el pan nuestro de cada día, cuando, como dijo Belmonte, “hoy es el egoísmo torpe maestro”.
El egoísmo, parte de los pecados del capitalismo, y que esconde la sed insaciable de ganancias, que exprime hasta la última gota de fuerza de trabajo del obrero, que sin clemencia utiliza desde su tierna infancia a los niños, que sume en las entrañas de la fábrica a la mujer, que se asume en un movimiento feminista, compitiendo codo a codo con la fuerza del hombre, normalizando su rol actual de proveedora de alimentos para su familia.
En un sistema capitalista donde la vida de los niños poco importa. El hombre necesita leer poesía, porque es parte de la literatura y ésta a su vez junto con la arquitectura, la escultura, la pintura y música, forma parte de las cinco bellas artes clásicas.
A través de la literatura podemos conocer la historia de los pueblos, sus usos y costumbres, sus grandes enseñanzas y el ocaso de grandes imperios que hasta nuestros días nos han transmitido leyes, como las decretadas por los romanos y que son la base de algunas normas que se dictan en la sociedad actual.
La literatura refleja el alma de los hombres y la poesía los sentimientos de alegría, de soledad, de tristeza, tragedias terribles, lo bello de la naturaleza, las contradicciones de una sociedad decadente: como el capitalismo, las contradicciones que viven los individuos frente a determinados problemas, los problemas psicológicos de terribles sanguinarios que cual Nerón, en medio de sus locuras, no les importa acabar con el planeta entero, si fuese necesario para saciar su sed inagotable de riqueza y poder.
El maestro Aquiles Córdova Morán, en su libro Poesía y lenguaje define que “se le puede llamar poesía a toda la literatura, porque poesía es el arte de crear belleza con la palabra y, por tanto, si esa es también la misión de la literatura, una novela puede ser poesía y una tragedia en prosa puede ser poesía; de acuerdo con esta definición, no sólo lo que está en verso es poesía, sino que todo lo que crea belleza con la palabra humana es poesía. La cual puede tener dos formas: la forma prosa y en verso.”
La literatura refleja el alma de los hombres y la poesía los sentimientos de alegría, de soledad, de tristeza, tragedias terribles, lo bello de la naturaleza, las contradicciones de una sociedad decadente
“¿Qué es poesía? ¿Y tú me lo preguntas? Poesía… eres tú”, Gustavo Adolfo Bécquer
Para enfrentar los problemas de esta sociedad, necesitamos mentes ecuánimes, espíritus de acero, mentes entrenadas para pensar y no permitir que otros decidan nuestro futuro. Sobre todo hoy cuando la conducción de nuestro país se ha convertido en un show mediático, donde las descalificaciones, ofensas y mentiras, es lo mínimo con lo que tratan a los que se atreven a pensar diferente. México necesita científicos, estadistas, políticos profesionalmente capaces de dirigir a los mexicanos. Prepárate, recuerda lo que escribió Bertolt Brecht. “¡Asiste a la escuela, desamparado! ¡Persigue el saber, muerto de frío! ¡Empuña el libro, hambriento! ¡Es un arma! Estás llamado a ser responsable.”
Para alimentar tu espíritu te invito a leer este hermoso poema, que espero alegre tu día. Un mundo mejor sí es posible.
La fuga de los cisnes
Augusto Winter
Reina en el lago de los misterios tristeza suma:
los bellos cisnes de cuello negro de terciopelo,
y de plumaje de seda blanca como la espuma.
Aún no hace mucho que sus bandadas eran risueños
copos de nieve, que se mecían con suavidad
sobre las ondas, blancos y hermosos como los sueños
con que se puebla de los amores la bella edad.
Eran del lago la nota alegre, la nota clara,
que al panorama prestaba vida y animación;
ya fuera un grupo que en la ribera se acurrucara,
ya una pareja de enamorados en un rincón.
¡Cómo era bello cuando jugaban en la laguna
batiendo alas en los ardientes días de sol!
¡Cómo era hermoso cuando vertía la clara luna
sobre los cisnes adormecidos su resplandor!
El lago amaban donde vivían como señores
los nobles cisnes de regias alas; pero al sentir
cómo implacables los perseguían los cazadores,
buscaron tristes donde ignorados ir a vivir.
Y poco a poco se han alejado de los parajes
del Budi hermoso, que ellos servían a decorar,
yéndose en busca de solitarios lagos salvajes
donde sus nidos, sin sobresaltos, poder formar.
Quedaban pocos, eran los últimos que no querían
del patrio lago las ensenadas abandonar,
sin contagiarse con el ejemplo de los que huían
Confiando siempre de los peligros poder salvar.
Mas desde entonces fue su destino, destino aciago
ser el objeto de encarnizada persecución:
vióseles siempre de un lado a otro cruzar el lago,
huyendo tímidos de la presencia del cazador.
Y al fin, cansados los pobres cisnes de andar huyendo,
se reunieron en una triste tarde otoñal,
en la ensenada, donde solían dormirse oyendo
la cantinela de los suspiros del totoral.
Y allí acordaron, que era prudente tender el vuelo
hacia los sitios desconocidos del invasor;
yendo muy lejos, tal vez hallaran bajo otro cielo
lagos ocultos en un misterio más protector.
¡Y la bandada gimió de pena, sintiendo acaso
tantos amores, tantos recuerdos dejar en pos!
¡Batieron alas; vibró en el aire frufrú de raso
que parecía que era un sollozo de triste adiós!
Reina en el lago de los secretos tristeza suma,
porque hoy no vienen sobre sus linfas a retozar,
como otras veces, los nobles cisnes de blanca pluma
nota risueña que ya no alegra su soledad.
Si, por ventura, suelen algunos cisnes ausentes,
volver enfermos de la nostalgia, por contemplar
el lago amado de aguas tranquilas y transparentes,
lo hallan tan triste que, alzando el vuelo, no tornan más.
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