De acuerdo con las cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), hasta enero de 2023, para adquirir los alimentos básicos en México son necesarios 1,644 pesos mensuales por persona, sobre todo en zonas rurales, y en las zonas urbanas el monto incrementa a 2,144 pesos. Una familia de cuatro integrantes, por ejemplo, necesitaría un ingreso total de 8,576 pesos al mes para costear solo la alimentación de sus miembros.
La inflación en nuestro país no ha logrado ceder al ritmo que se esperaba, según el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), sigue presionada por alzas en los precios de algunos alimentos, productos de higiene y servicios del hogar, que son de alto consumo.
El alza de los precios en toda la república ha sido un tema muy tocado durante este primer trimestre del año; a pesar de que el presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que no habría un alza en los precios de la canasta básica, pero como bien lo sabemos los mexicanos, esto no ha sido posible, pues en productos tan indispensables como el huevo, el azúcar, la tortilla, entre otros, no han bajado su precio, todo lo contrario, han alcanzado precios muy por arriba de lo que habían estado en otros tiempos, batiendo récords.
En enero de 2023, la inflación general aumentó a 7.91 por ciento, la más alta desde 2001. El componente subyacente, que refleja la tendencia de la inflación, se situó en 8.45 por ciento, sorprendiendo al alza, ello ante un descenso más lento que el previsto en la inflación de los alimentos y el repunte de los servicios.
Para 2023 y 2024, las expectativas de inflación se incrementaron nuevamente, mientras que las de mayor plazo disminuyeron ligeramente, aunque permanecen por arriba de la meta, esto según el Banco de México (Banxico).
El incremento del salario ha sido mínima, es decir, no compensa el que la tortilla aumentará a los 26 pesos, o que la cartera de huevos ya esté por arriba de los 100 pesos, hoy día es común escuchar decir “que sale más barato comprar un kilo de carne que comprar una carta de huevo”, esto es real actualmente, pues, los precios tienen una tendencia hacia arriba, y los llamados que ha hecho el presidente a que las empresas no aumenten los precios, son escuchados por oídos sordos, pues más allá de eso, no se implanta una regulación en el mercado.
A pesar de esto, el peso ha cobrado mayor valor frente al dólar, pero, aunque muchos se consuelen con ello, está claro que los precios en la frontera se han mantenido, incluso en incremento; la medida económica que ha dictado el dólar queda muy por abajo que lo que requiera la necesidad de los habitantes del norte del país.
Las políticas económicas que ha implementado el Gobierno federal han quedado rebasadas por la necesidad que tienen los mexicanos más pobres, el hambre se hace cada vez más grande y los salarios cada vez más bajos, a pesar de los incrementos, ya no hablemos de las necesidades sociales que existen en cada familia o comunidad alejada, esto se hace cada vez más pesada.
Se hace cada vez más necesario una política económica que desarrolle la economía de nuestro país, no ejecutando obras faraónicas, sino proyectos que realmente saquen a nuestra nación de este bache en el que nos encontramos.
Para ello, es necesario pues, que el pueblo entienda que este gobierno, ha llevado en picada a nuestro país, que no bastan los programas de transferencia monetaria directa, los grandes proyectos puestos en marcha y que es seguro que no darán resultados, urge que el pueblo se organice y ponga de manifiesto que urge un gobierno que responda al pueblo de México.
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