Yo no sé con precisión lo que pase en los otros estados del país, pero en Colima, en cuanto al gasto social y en obra pública, que ejerce y ejercerá- el gobierno de la Cuarta Transformación (4T), no son primero los pobres.
Casi desde hace una década, el dirigente nacional del Movimiento Antorchista, el ingeniero Aquiles Córdova Morán, viene opinando certeramente y cada vez con más contundencia, que lo que México necesita con urgencia para mejorar la situación social y económica de todos los mexicanos, es un cambio en el modelo económico neoliberal que hoy nos rige y domina, un cambio que, de operarse, necesariamente debería contemplar cuatro ejes fundamentales: 1) Una política fiscal progresiva, es decir, que paguen más impuestos los que más tengan para aportar, y que, de ser posible, los más pobres no paguen ni un centavo; 2) Una repartición más equitativa del gasto social, esto quiere decir que el gobierno gaste más dinero en las obras, servicios y bienes de las clases económicamente más pobres, pues es sabido que hoy se gasta mucho más en las clases ricas; 3) Creación de empleos suficientes para todos los mexicanos; y 4) Aumento sustancial de los salarios, lo suficiente para que todas las familias puedan completar los bienes y servicios que requieren.Desde antes del triunfo electoral de López Obrador, los antorchistas lo advertimos oportunamente, pero hoy vemos que el gobierno de la 4T, en nombre de "primero los pobres", hace justamente lo mismo que sus antecesores neoliberales y conservadores, a quienes tanto critican.
Hoy, para ejemplificar esto último que digo del gobierno federal, trataré de exponer de manera concisa, la tendencia claramente clasista que muestra el gobierno de López Obrador, en su afán por ganarse la simpatías y adhesiones de los grandes inversionistas y empresarios de Colima, con miras al ya próximo proceso electoral.Veamos.
Hace unos días, me topé con una nota periodística en un medio local, que anunciaba a tambor batiente una noticia promovida por la Delegada de los programas federales en el estado, Indira Vizcaíno; "Cien mil familias reciben apoyos", se dijo con letras muy grandes y en primera plana; "más de 250 millones de pesos bimestrales está derramando el gobierno federal en Colima […]", se lee en la nota; "101 mil 508 beneficiados", precisó la Delegada.Pero lo que realmente me interesa destacar fue lo que dijo líneas adelante: "[…] esta derrama económica está moviendo la economía local, ya que en la medida en que las familias tienen un ingreso mínimo indispensable, reactiva el mercado […]" (EL NOTICIERO, 3/09/19, primera plana).
Al leer todo esto, supuse que, como ya es toda una tradición, la nota era mera propaganda lanzada por la resaca del primer informe presidencial, y que lo exagerado en las cifras era eso, pura propaganda.Pero no pude reprimir una pregunta tendenciosa que hoy enderezo: ¿necesita la 4T decir tales exageraciones para convencer a los colimenses de las bondades de su Gobierno? Y la respuesta a tal pregunta llegó el día 11 de septiembre, en una de las planas principales del medio arriba citado: "$21 mil millones de pesos para 7 megaobras".Confieso sinceramente que consideré esta nota como parte de la exagerada propaganda ya mencionada, pero no era así.Veamos de qué se trata.
Esta última nota, a diferencia de la referida a "los apoyos" para los colimenses pobres, la dio el mismísimo Secretario de Comunicaciones y Transportes (SCT) Javier Jiménez Espriú, quien, según se dijo, visitó el puerto de Manzanillo exclusivamente para conocer a detalle, y anunciar, 7 megaobras para la ciudad portuaria: 1) 20 mil 303 millones de pesos para la ampliación del puerto al Vaso II de la Laguna de Cuyutlán; 2) 200 millones de pesos para un Paso Inferior Vehicular a la entrada del puerto actual; 3) 500 millones de pesos para la ampliación de 13.5 kilómetros del Libramiento el Naranjo; y sin dar cifras precisas, también anunció las siguientes: 4) Un libramiento que comunicará el Valle de las Garzas con la parte norte de Jalipa; 5) Un Viaducto en Tepeixtles para librar las vías del tren; 6) Un puente nuevo, de cuatro carriles, en Tepalcates II; y 7) Un Libramiento Sur en Colima.¡Cuantos millones de pesos!, lástima que la inversión no es esencialmente en beneficio de los colimenses más pobres.
Conociendo ahora estos datos, ya podemos entender por qué les urgía exagerar un poquito la información destinada a los más pobres de Colima.No hay, por donde se le busque, comparación alguna, entre los más de 21 mil millones de pesos que la 4T invertirá para facilitar los negocios de los grandes empresarios e inversionistas de Colima, sobre todo del Puerto, y los 250 millones bimestrales que suponiendo que sean ciertos- anuncian para los colimenses más pobres.
Suponiendo que se diga que me equivoco, entonces que expliquen por qué el Gobierno del Estado se queja de que en el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la federación (PPEF 2020), la 4T propone reducir en un 5.7% las participaciones económicas que por ley le corresponden a todos los colimenses; o que digan por qué el presidente de la CEMIC se queja de que el 17% de las empresas de la construcción están al borde de la quiebra, porque se ha tenido la mayor crisis de los últimos 18 años en el sector de la construcción, debido a la falta de inversión federal.
Finalmente, es necesario aclarar que no hay oposición alguna ni de ningún tipo, cuando menos del Movimiento Antorchista, en que se inviertan miles y miles de millones de pesos en las clases empresariales, pues entendemos bien cuál es la importancia que tiene este sector para el desarrollo económico del país.En lo que no estamos de acuerdo es en que, mientras esto se hace, se olviden de la obra pública, los servicios y los bienes necesarios también para las clases trabajadoras.Que se invierta para que mejoren los ricos, pero también que se invierta para que mejoren verdaderamente los pobres.Por eso Antorcha dice: ¡urge una repartición más equitativa del gasto social!
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