Tras la adopción del cristianismo como religión oficial del imperio romano, el emperador Teodosio I prohíbe toda celebración pagana, incluyendo los Juegos Olímpicos, por lo que los últimos juegos de la antigüedad se celebraron en el 393 D. C., casi doce siglos después de sus comienzos. Sin embargo, las olimpiadas reaparecieron a finales del siglo XIX en Europa, cuando el barón de Coubertin organizó la nueva olimpiada en 1896, otra vez sería cada cuatro años, pero ya no se realizaría en un lugar fijo y se introdujeron pruebas nuevas.
Durante la transición del modo de producción esclavista hacia el feudal y durante la Edad Media, el deporte pierde importancia y los que prevalecen, como las carreras del circo, los juegos de polo, la equitación, la cacería y las luchas festivas de grupos de las ciudades, los practicaban las clases privilegiadas y el pueblo acudía, en algunas ocasiones, solo para observar los espectáculos.
Ya en la época moderna, en el capitalismo, el deporte se organiza, se reglamenta y se modifica después de la revolución industrial ocurrida en Inglaterra en el siglo XVIII. A partir de aquí, Inglaterra, Francia y después Estados Unidos se convierten en los grandes organizadores, reglamentadores y legalizadores del deporte. Recogieron la herencia milenaria que ya tenía la humanidad y la organizaron de otra forma y crean nuevas disciplinas deportivas. Estados Unidos inventó el beisbol, el basquetbol y el voleibol.
La revolución industrial permite que la gente tenga más tiempo disponible. Inicialmente los obreros organizan los juegos para distraerse, como un acto de libertad, como un acto de escape de la explotación capitalista; el trabajador quiere vivir su vida, quiere ser dueño aunque sea de un pedazo de su vida.
El deporte entre los trabajadores representa un breve y corto ejercicio de libertad en el que libera sus emociones y deja de ser el esclavo del patrón. Con el tiempo, los patrones descubren también este carácter libertador del deporte y lo consideran subversivo, razón por la cual cooptan el deporte, lo controlan y se adueñan de él. Hoy, las grandes empresas transnacionales son las dueñas del deporte mundial y el deportista se ha convertido en un semiesclavo de esos dueños.
En 1901, México ingresó al Comité Olímpico Internacional (COI), su representante fue el destacado porfirista Miguel Beistegui. La primera medalla olímpica que obtuvo México fue en polo en la edición de París de 1900. A finales del siglo XIX y principios del XX aparecen los deportes más comunes en su forma actual. En este periodo se crea también la FIFA y en este lapso llega también el deporte formal a México, como el futbol traído por los ingleses. Algunos dicen que inició en Pachuca y otros que en Orizaba. Existen estas dos opiniones y debe ser porque ambos lugares ya eran zonas industriales. Los países desarrollados les enseñaron sus deportes más famosos a sus colonias.
Al final de la parte anterior, señalé que en el deporte está presente la política, aunque haya personas que nos quieran hacer creer lo contrario. La política siempre ha estado presente en el deporte, pues desde la antigüedad, en las olimpiadas solo participaban los griegos de género masculino y los ciudadanos libres; los esclavos y las mujeres tenían prohibido participar en éstas actividades, es más, las mujeres casadas tenían prohibido ver las olimpiadas, solo las solteras podían verlas, pero nunca participar, es decir, las mujeres estaban totalmente al margen. La incorporación de la mujer al deporte fue una cosa muy posterior, fue uno de los grandes conflictos que se dio en el seno del deporte.
En la primera edición de la nueva olimpiada en Atenas 1896 no participaron mujeres; participaron por primera vez en los Juegos Olímpicos de París 1900 con una delegación de solo 22 mujeres, con restricciones en la mayor parte de las disciplinas. En Ámsterdam, en 1928, participaron 300, representando un poco más del 10 por ciento del total de los deportistas: la participación de las mujeres fue ampliando su porcentaje cada cuatro años. Finalmente, se acabó normalizando la presencia de las mujeres deportistas en todas las disciplinas en las Olimpiadas de Atlanta, en 1976.
El conflicto social en el deporte ha sido un campo de batalla entre clases sociales y sectores de clases por mucho que los ideólogos burgueses quieran meternos en la cabeza la idea contraria y, con ello apartar a los deportistas de la política, convirtiéndolos en entes dóciles y manipulables. Veamos otros aspectos.
Hay deportes de gente rica y deportes de gente pobre. El golf, el tenis, el polo, la charrería y los deportes hípicos en general son deportes que practican los ricos. El pueblo practica fútbol, basquetbol, voleibol, beisbol, atletismo y natación, en menor medida porque este requiere alberca y en muchos lugares no existen o cobran caro por usarlas.
Otro lugar en donde alcanza a verse el conflicto social, es el racismo. Desde que Jesse Owens desafió a Adolf Hitler y se convirtió en la figura de los Juegos Olímpicos de Berlín, en 1936, el deporte ha estado marcado por la grandeza de un sinnúmero de atletas negros que a través de sus logros han servido como fuente de inspiración mucho más allá de las canchas o las pistas.
Mohamed Alí, Jackie Robinson, Tiger Woods, Walter Tull, Althea Gibson o el mismo Roberto Clemente son algunos de los nombres que también lograron vencer las barreras raciales y de género para demostrar que no hay límites.
El Black Power de Tommie Smith en las Olimpiadas de México 68 y la protesta que continúa medio siglo después en la que exigen respeto a los negros. Los deportistas de raza negra le han dado gloria a los Estados Unidos y cuando regresan a sus casas prácticamente los están esperando para agarrarlos a patadas, hay discriminación. Con los éxitos obtenidos en el terreno del deporte, la música y la academia, se demuestra que es falso que existan razas inferiores y razas superiores.
El tema más delicado de la sociedad actual, es que el capital se adueñó del deporte, se lo ha quitado al pueblo y lo ha convertido en una actividad puramente empresarial, en una mercancía. En que el deporte dejó de ser una actividad humana, una actividad para la satisfacción del hombre, para su realización plena. El deporte forma parte indispensable de la libertad del hombre y todo aquel que impida que haga deporte, sometiendo a los obreros a jornadas laborales agotadoras, está coartando la libertad humana.
El capital ha convertido al deporte en mercancía, en torno al cual giran inmensos negocios a nivel mundial, situación que ha llevado a que, hoy en día, a pesar de que el deporte es un derecho constitucional, el porcentaje de la población mexicana que tiene acceso a éste es bajo, apenas un 39 por ciento. El resto de los mexicanos está excluido de la cultura física y el deporte, trayendo consigo serios problemas de salud, ubicando a los mexicanos en los primeros lugares mundiales de obesidad y sobrepeso.
Antorcha, al impulsar el deporte, busca regresarlo al pueblo como factor de libertad; nuestro objetivo es recuperar para el pueblo esta actividad liberadora, que los grandes empresarios le han arrebatado. Actividad en la que estamos ocupados desde hace muchos años y que con el trabajo tesonero de muchos jóvenes hemos logrado masificar el deporte, de muchos puntos del país.
En el siguiente número aportaré algunos datos que demuestran lo que estoy afirmando.
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