Es de todos conocido el apoyo masivo y decisivo que el Movimiento Antorchista le brindó, cuando era candidato, al hoy alcalde de Soteapan, Rafael Hernández Hernández, y gracias a eso conquistó la presidencia de este municipio.
Por ello, existe una gran confusión en torno a algunos sucesos protagonizados por funcionarios de la administración municipal, que no tienen nada que ver con los antorchistas ni con el Movimiento Antorchista, pero que los enemigos del pueblo organizado aprovechan para atacar el trabajo cotidiano de la organización, y buscan desacreditar la lucha social que, por casi tres décadas, ha encabezado Antorcha para desarrollar a los pueblos de esta demarcación, misma que ha prestigiado a esta organización como la más fuerte y consecuente en la defensa de los pobres de toda la región popoluca.
Resulta necesario precisar algunas cuestiones para esclarecer a la opinión pública lo que realmente ocurre y con ello evitar que se deje engañar por personas sin escrúpulos, que sólo procuran satisfacer sus intereses personales o de grupo.
En primer lugar, debe quedar claro que, como parte de la vida social, económica y política de nuestro país, todos los mexicanos, no sólo tenemos derecho sino, incluso, el deber de participar en las decisiones acerca del rumbo que tome nuestro país, estado o municipio; los antorchistas lo tenemos muy preciso y, por ello, también tomamos parte en las elecciones de todos los niveles de poder en nuestro país. Así que fue nuestro derecho y deber haber participado en la elección pasada, como lo hemos hecho en todas las elecciones durante el tiempo en que llevamos trabajando en Soteapan.
De la misma manera, hay que aclarar que el apoyo que el antorchismo brindó a Hernández Hernández fue meditado y firme; los antorchistas confiamos en que por su perfil como maestro rural y ex funcionario responsable, una vez que llegara a la presidencia municipal cumpliría con sus compromisos y pondría en práctica un proyecto de gobierno al servicio de todos los habitantes de Soteapan; aunque ahora reconocemos que nos equivocamos.
Ya como alcalde, Hernández Hernández por decisión propia e influido, quizá, por el manejo de recursos o porque se rodeó de personas cuya fin principal no era el de trabajar por el pueblo, el hoy alcalde se deslindó del trabajo antorchista el pasado 4 de mayo y el mismo día Antorcha fijó postura y sostuvo que a partir de ese momento los actos y acciones del Ayuntamiento y su presidente no tendría que ver de ninguna manera con nuestra organización.
Hay quienes, a sabiendas de nuestro apoyo brindado durante su campaña electoral, pretenden endilgarnos todos los errores que la administración municipal de Soteapan ha cometido en el desempeño de su encargo, sin embargo, debe quedar claro que, a partir de que no tenemos injerencia como organización en el Ayuntamiento, de ninguna manera tenemos una mínima responsabilidad de las fechorías y desaciertos que cometan o pudieran cometer los funcionarios de este municipio.
Es cierto que nos equivocamos al pensar que el hoy alcalde sería fiel a sus compromisos y que tendría una actitud de apertura y humildad para con todo el pueblo de Soteapan y por eso lo apoyamos, pero en todo caso, quien se desvió de sus propios compromisos fue él y no Antorcha. Y nosotros siempre fuimos claros con nuestros compañeros que así como le brindamos el apoyo, llegado el momento exigiríamos el cumplimiento de todo lo comprometido con el pueblo durante las elecciones.
Por ello, hoy que vemos actitudes contrarias a las que él mostró cuando pidió nuestro apoyo y, al ver que ha cedido, prácticamente, el poder a quienes lo manipulan a su manera para sacar grandes tajadas imponiendo constructoras, haciendo malas obras, ninguneando al pueblo y queriendo vivir de los impuestos del pueblo; los antorchistas hemos decidido dar la lucha, tal y como se lo hemos dicho siempre a la gente: el desarrollo y el progreso de los pueblos no se lograrán con ganar una elección o simplemente porque llegue al poder un partido o un mesías, sino con la lucha organizada del pueblo trabajador, para exigir que sus impuestos sean bien utilizados para que el pueblo viva mejor.
Las recientes comisiones representativas de autoridades y compañeros antorchistas al Ayuntamiento de Soteapan, pidiendo se atienda la problemática y la correcta ejecución de las obras son prueba de que, poco a poco, en todo Soteapan el pueblo empieza ya a pedir que el presidente vuelva por el camino que prometió seguir, que atienda a la gente y que le resuelva tal como se comprometió, de lo contrario, seguramente la exigencia irá creciendo. Al tiempo.
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