“La tierra proporciona lo suficiente para satisfacer las necesidades de cada hombre, pero no la codicia de cada hombre”, decía Mahatma Gandhi, dirigente más destacado del movimiento de independencia de la India, instauró métodos de lucha social como la huelga de hambre y en sus programas rechazaba la lucha armada. Hoy, tal parece –como nos muestra la frase-, que nuestra realidad nos está cobrando un largo proceso de explotación de los recursos naturales de la tierra, la situación nacional que estamos padeciendo para poder adquirir el agua.
A nivel nacional, en el norte del país (alrededor de 15 entidades federativas), están en focos rojos por la carencia del vital líquido, como nunca visto. De acuerdo con el decreto del pasado 13 de julio, cuando la Comisión Nacional del Agua (Conagua) decretó el inicio de emergencia, en Baja California dos municipios tienen una condición de sequía extrema: Ensenada y Mexicali. Mientras que Tecate tiene una sequía severa.
Ante esta situación los más afectados son las familias mexicanas de las periferias, pues tal parece que los gobiernos le apuestan a dotar del líquido al centro de las ciudades más importantes de cada entidad.
Ante tal situación y demostrando una vez más la política incongruente de la 4T, tal y como lo expresó nuestro dirigente nacional, Ing. Aquiles Córdova Morán, durante su pronunciamiento del pasado jueves, el gobierno morenista se muestra incompetente ante la severa escasez de agua que enfrentamos y que nos advierte que las medidas aplicadas por el Gobierno Federal que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), son insuficientes y sólo exponen a un gobierno que trata de salir bien librado de la crisis, pero sin atacar de fondo el problema.
Tenemos claro que, de no resolverse, se repetirá y crecerá con el tiempo. El vital líquido no es perenne, debemos cuidarlo, debemos exigir que las autoridades se tomen en serio la problemática y actúen para tratar el asunto de fondo.
La única salida será que el pueblo organizado exija un plan hídrico nacional integral, donde las grandes empresas colaboren, no para sostener equilibrada la problemática por un momento, sino que deben pagar impuestos acordes a sus ganancias de producción, que se cree una política fiscal progresiva, donde paguen más impuestos quienes más ganan, y así se invierta en mejoras para impulsar el desarrollo del país. Por eso, llamamos a los mexicanos a sumarse a las filas de Antorcha, no somos intermediarios de nada, somos quienes buscamos la unión de todos lo trabajadores para que juntos salvemos a la nación de caer en un abismo de miseria, al cual el gobierno actual nos está llevando aceleradamente. Actuemos conscientemente, defendamos nuestros recursos naturales ante la codicia de los poderosos.
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