En la obra cumbre de Miguel de Cervantes Saavedra, El Quijote de la Mancha, en el capítulo XLVIII hace una fuerte crítica a la literatura de su tiempo, por las comedias que se escribían y se representaban. Algo que me resultó muy interesante por la vigencia que mantiene después de varios siglos.
La literatura de hoy, y la de los días de Don Quijote, difundida por la clase dominante al grueso de la población, como dice Cervantes personalizado en el canónigo: “sin atenerse al buen juicio ni al arte y reglas por donde pudieran guiarse…” tiene una explicación científica que Cervantes ilustra de manera genial en su obra.
En primer lugar. Cervantes deja en claro que el pueblo es capaz de asimilar los pensamientos más elevados y de difícil entendimiento, al manifestar que también los “ignorantes” han dado buen crédito a las cien hojas que ha escrito sobre caballerías “ … y si he de confesar la verdad, tengo escritas más de cien hojas, y para hacer la experiencia si correspondían a mi estimación, las he comunicado con hombres apasionados a esta leyenda, doctos y discretos y con otros ignorantes, que solo atienden al gusto de oír disparates, y de todos he oído agradable aprobación”. Y más adelante sentencia: “Así que no está la falta en el vulgo, que pide disparates, sino en aquellos que no saben representar otra cosa”.
La pregunta obligada salta a la vista ¿por qué al vulgo no se le presenta cultura que lo eduque, que lo despierte y lo anime a luchar por una vida mejor, teniendo en claro su historia, su enemigo de clase y el método para crear un mundo más justo y equitativo? La respuesta de algunos mezquinos “creadores de arte” lacayos del poder, a los cuales el Quijote llama “pertinaces” e “ignorantes”, que persisten hasta el día de hoy, es la siguiente: el pueblo es incapaz de entender buena música, buena poesía, buen teatro, una buena pintura; es, por lo tanto, que se le debe presentar lo más bajo y vulgar, que es a lo que al pueblo le gusta.
En cambio, Cervantes pega en el clavo cuando en su obra nos da una respuesta materialista, al decir que, de fondo, es porque el arte “las comedias” se han convertido en una mercancía:
“…Y no tienen la culpa de esto los poetas que las componen, porque algunos hay de ellos que conocen muy bien en lo que yerran y saben extremadamente lo que deben hacer, pero, como las comedias se han hecho mercadería vendible, dicen, y dicen verdad, que los representantes no se las comprarían si no fuesen de tal jaez; y así, el poeta procura acomodarse con lo que el representante que le ha de pagar su obra le pide”.
Para terminar, quiero rescatar una cosa muy importante: El pueblo es capaz de entender las grandes obras. Y es menester presentarle arte que sea espejo de la vida humana, ejemplo de las costumbres e imagen de la verdad, lo que ve y escucha el pueblo a través de los medios de comunicación masivos, así como la literatura que le alcanza a llegar, son espejo de disparates, ejemplos de necedades e imágenes de lascivia.
Debe saber la burguesía de nuestro tiempo que presentarle vulgaridades al pueblo es en perjuicio de la verdad y en menoscabo de la historia, y aun en oprobio de los ingenios. El fin de entretener y divertir de manera vil para distraer a la clase trabajadora de su explotación y se olvide de sus problemas, al final nos mete en un laberinto sin salida. Mejor objetivo es educar a través del arte.
Es lo que hace el Movimiento Antorchista: presentar verdadero arte al pueblo, sin fines de lucro (por ejemplo las espartaqueadas nacionales culturales y los concursos nacionales de teatro), y no es hacer labor de sastre de cantillo (sastre de esquina que cosía de balde y ponía el hilo; refrán que subraya cuan sin pago es un trabajo), la más grande ganancia es que al final de cada evento cultural cada ama de casa, campesino, obrero, comerciante, albañil, mecánico, etc. salga “(…) alegre, enseñado con las veras, admirado de los sucesos, discreto con las razones, advertido con los embustes, sagaz con los ejemplos, airado contra el vicio y enamorado de la virtud”.
Hoy más que nunca es necesario armar al pueblo de una conciencia sana, progresista, solidaria y humanista, que nos ayude a enfrentar y a vencer, los grandes problemas que se le presentan a la humanidad entera y que los ricos con sus millones, son incapaces de resolver.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario