La problemática que existe en México, en temas educativos, se ha agravado en los últimos años, dando por resultado una excesiva deserción escolar en los diferentes niveles educativos. Esta situación es resultado de las medidas erróneas de los gobiernos en el poder y, en parte, a la pandemia que dejó más claras las condiciones socioeconómicas en las que se encuentran millones de mexicanos.
Recordemos la evolución de la educación en México, a lo largo de la historia; dejando al descubierto el gran privilegio de una minoría, que busca a toda costa mantener sus status quo, haciendo creer a la inmensa mayoría ser ella misma la causante de todos sus males.
En la época donde existían las civilizaciones antiguas era muy clara la desigualdad educativa, ahí solo la clase de los más poderosos disponía de buena educación y era la encargada de tomar las decisiones, esas que les garantizara mantener el control de la población; siendo un sistema educativo selectivo y excluyente; a raíz de la llegada de los españoles, la postura no cambio del todo, a su llegada al territorio mexicano, implementaron una educación religiosa, donde se pretendía evangelizar a los indígenas; construyeron iglesias por todo el territorio, con el fin de consolidar la conquista del “Nuevo Mundo”. Pero esto solo logro un gran rezago educativo y un alto nivel de analfabetismo entre los habitantes, ya que solo los blancos tenían una educación más especializada, especialmente los criollos, los blancos peninsulares iban a México ya preparados en España, mientras que los criollos usualmente eran educados dentro de la misma región. De igual forma, las niñas y niños mestizos o de clases sociales menos favorecidas tenían pocos privilegios educativos. A finales del siglo XVIII se empezaron a implementar otro tipo de metodologías. Se comenzó a hacer más énfasis en la enseñanza de asignaturas, aunque todavía se daba prioridad a la religión. No fue, sino hasta el siglo XIX, donde intervino Agustín Iturbide, quien trató de establecer un sistema educativo en México, pero la falta de dinero dentro del país, no le permitió realizar esta labor. Sin embargo, sentó las bases para las reformas de Valentín Gómez Farías. Con México ya independiente, Gómez Farías fue considerado el padre de la educación pública del país y el gobierno se convirtió en el principal responsable de la educación mexicana, dejando a la Iglesia de un lado y dando prioridad a otros temas más allá de la religión. Es en este momento donde se da un salto importante para la educación en Mexico y pasa a ser más popular; se crean instituciones de todos los niveles educativos, y a partir del siglo XX la profesión de profesor recibió un nuevo grado de prestigio; los años 60 también fueron productivos para la educación mexicana, pues se actualizaron los libros de texto para dar más énfasis al conocimiento científico e histórico de los alumnos.
A partir de 1970 se comenzó a dar prioridad a la educación de la mujer mexicana, pues la cantidad de estudiantes de género femenino era bastante reducida en comparación al de su contraparte masculina.
Pero, a pesar de todo este desarrollo a lo largo de la historia, aún es insuficiente, ya que no han beneficiado a la clase trabajadora de nuestro país, aun se tiene un rezago educativo muy alto, con cifras descomunales y una desigualdad atroz.
El Economista realizó una nota donde se logra ver el gran atraso en tema educativo que se vive en Mexico, y describe el panorama en México donde alrededor de 1.4 millones de niños y jóvenes en edad estudiantil invierten tiempos excesivos de traslado a sus instituciones. En el plan de estudios único para educación básica no se contempla a las personas con discapacidad y hablantes de lenguas indígenas. En la educación primaria indígena hay 21.8 alumnos por cada docente. El 36.2% de los profesores de primarias indígenas no cuenta con programas de estudio. El nivel más alto de demora en entrega de libros de texto gratuitos se presenta en escuelas indígenas. En las comunidades rurales 6 de cada 10 jóvenes de 15 a 17 años se encuentra viviendo aislado y sin escuelas cercanas. El 13.2% de los niños y jóvenes en pobreza extrema por ingresos no asiste a la educación obligatoria. El rezago educativo en el decil I de la población es de 30.8%, 27.2 puntos porcentuales mayor que el del decil X (3.6%). A escala nacional 3 de cada 10 alumnos abandona los estudios por falta de dinero. Sólo 1 de cada 100 estudiantes del decil I tiene una beca pública, en el decil X la proporción asciende a 6 de cada 100. Los estudiantes con padres que concluyeron niveles superiores de educación son los que tienden a obtener los mejores resultados académicos. Los hogares con mayor nivel económico presentan el mejor desempeño en actividad escolar.
Con estas cifras, no queda duda alguna de la problemática tan grave del país, y que nos demuestra la gran brecha social que existe y es un mal curable donde los verdaderos responsables de tan vil escenario, es el mismo Gobierno, que debe garantizar la educación a los millones de mexicanos en edad de estudiar y asi poder tener la preparación que se necesita para poder lograr un país más próspero, donde todo aquel que quiera estudiar, tenga las posibilidades de hacerlo.
Por esto, en el Movimiento Antorchista luchamos para que la educación sea de calidad, que esté al alcance de todos y sobre todo sea científica y crítica, para crear jóvenes profesionistas que el día de mañana, sirvan a la clase trabajadora de la que han salido.
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