Es sabido por todos que en nuestro país el próximo 6 de junio tendremos elecciones, las más grandes y trascendentales de la historia de México, pues en ellas se disputan 21 mil 368 cargos locales: 15 gubernaturas (entre ellas, la de Michoacán), 500 diputados federales (300 por el principio de mayoría relativa y 200 por representación proporcional, es decir, 300 por votación directa y 200 de regalo a los partidos políticos de acuerdo a la votación obtenida); 1,063 diputaciones locales y 1,926 ayuntamientos en 30 estados de la República. La elección de la nueva Cámara de Diputados es la de mayor importancia, pues allí se decide y se determina el futuro de nuestra nación; o continua una cámara controlada por Morena, con las características que ya conocemos: obediente y aplaudidora a todo lo que diga "su majestad&rdquo, o se cambia por una cámara crítica, que le haga contrapeso al poder ejecutivo, una cámara a la que el presidente le rinda explicaciones de sus actos de gobierno.
Los diputados federales tienen dos tareas esenciales: legislar (es decir crear leyes o modificarlas) y aprobar el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF), por lo tanto, son ellos los responsables de lo que se haga o deje de hacer en nuestro país. En la cuestión de legislar, en favor del pueblo prácticamente no han hecho nada, pero sí en su contra, por ejemplo, han aprobado una serie de leyes a petición del presidente sin modificar ni una coma. Les mencionaré algunas: aprobaron la desaparición de los fideicomisos, como el Fondo de Ayuda para Desastres Naturales (Fonden), a tres meses de las inundaciones y allí está Tabasco en el abandono, y los pocos apoyos llevan un tinte electorero. Aprobaron la ley que iguala la defraudación fiscal con el delito de delincuencia organizada, con el argumento de aplicar los mismos castigos, y eso es un absurdo, son dos cosas diferentes que no se pueden equiparar, como dijera alguien, esto equivale a decir que las bofetadas prosperan porque la ley no las considera un asesinato.
Aprobaron la ampliación del catálogo de delitos que ameritan la prisión preventiva oficiosa de 20 a 200 delitos, es decir, delitos que no alcanzan fianza, esto es grave para el ciudadano común, porque se presta a corrupción, al manejo discrecional de los jueces y habrá más presos inocentes. Aprobaron la "ley de extinción de dominio&rdquo, que faculta al gobierno a confiscar los bienes de una persona acusada de enriquecimiento ilícito y a disponer de ellos sin que haya una sentencia, si resulta inocente el gobierno se obliga solamente a "indemnizarlo” sobre un avaluó elaborado por el mismo gobierno. Esta ley es anticonstitucional, pies viola el derecho a la propiedad y viola la garantía de que ninguna persona puede ser molestada en su domicilio, papeles, bienes o posesiones sin una orden judicial. Otra vez nos deja indefensos ante una falsa acusación. Las leyes están pensadas no en los intereses de la sociedad, no en el derecho y la justicia, sino en los intereses de los diputados, en este caso de Morena.
En cuanto a la segunda función que debe desempeñar la Cámara de Diputados como es la discusión y aprobación del PEF; es decir, en qué y cómo se va a gastar el dinero de nuestros impuestos, lo hicieron sin un análisis serio y sin defender los intereses de quienes los eligieron, por ejemplo, los PEF 2020 y el 2021 fueron aprobados sin modificar ni una coma de la propuesta que hizo el señor presidente, por ello, son los diputados de MORENA los responsables de la desaparición de Seguro Popular, de que no haya medicina para los niños con cáncer, para enfermos de SIDA, para diabéticos y demás enfermedades crónicas. Son los responsables de los recortes al presupuesto a estados y municipios y de la desaparición del Ramo 23.
Finalmente, son los diputados de Morena responsables de que no haya dinero suficiente para atender adecuadamente a las víctimas de la pandemia: no aprobaron presupuesto para comprar vacunas contra la covid-19. Se anunció un programa nacional de vacunación con millones de vacunas, con un sesgo electorero y ahora resulta que no hay vacunas suficientes, mientras hay países que van a vacunar a su pueblo en cuatro meses, en México se calcula que se tardará el gobierno de la 4T 8 años y 9 meses para vacunar a toda la población. Triste historia, queda más que evidente que vivimos en un mundo esencialmente capitalista, donde la ganancia está por encima hasta de la vida misma de la humanidad y los países con más dinero están acaparando la mayor parte de las vacunas, rebasando el número necesario para vacunar a toda su población, mientras que los países con más rezago estamos quedando fuera.
Nos urge a los mexicanos un Congreso que no esté dominado por el presidente y por Morena, es una necesidad patriótica cambiar la composición de los representantes del pueblo, no puede seguir existiendo una cámara de diputados agachona, sumisa y obediente a ciegas. Nos urge un congreso que vea por los mexicanos, que cuestione, que investigue, que obligue al ejecutivo a convencer con razones sus propuestas de ley o de modificación de ley. Es apremiante una representación popular a la que el gobierno se obligue a trasparentar verdaderamente su actuar y le rinda cuentas de sus acciones; solo así habrá un equilibrio entre los tres poderes que garanticen un desarrollo y un equilibrio en el desarrollo de nuestro país.
Es cierto que en la oposición no hay mucha tela de donde cortar, que no hay tal oposición con un buen proyecto alternativo a Morena con nuevas ideas; solamente se están acomodando a las circunstancias y garantizando su bienestar personal. A pesar, de que no hay una actitud crítica y transformadora, al pueblo mexicano no le queda de otra que votar por ellos y establecer un balance de poderes. Mientras tanto, debemos entender que vamos al precipicio con Morena, pero que tampoco queremos regresar a lo anterior que ya el pueblo rechazó, debemos seguir formando una verdadera organización popular que nos puede llevar a buen puerto, que construya una sociedad donde se genere bastante riqueza, tanta o más que en el neoliberalismo, pero que la distribuya con justicia social entre los empresarios y los que la generan con el sudor diario de su frente, que es el pueblo trabajador.
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