Los jaliscienses que integran las filas del antorchismo se pusieron en alerta máxima desde el momento en que se enteraron del asesinato de los dirigentes antorchistas del estado de Guerrero, Conrado Hernández, Mercedes Martínez y de su pequeño hijo, un niño de apenas seis años, ocurrido el 12 de abril en un paraje cercano a Chilpancingo. Al momento de escribir estas líneas, han pasado 52 días del terrible asesinato y no han sido detenidos los autores intelectuales y materiales de estos crímenes atroces.
Por lo anterior, a medida que pasan los días, crece el clamor popular que exige justicia. De esta manera, muchos campesinos, amas de casa y estudiantes agregados en las filas del Movimiento Antorchista, sin necesidad de haber conocido a las víctimas del bestial crimen, con indignación y sin titubeos de ninguna índole se han sumado a la campaña nacional de denuncia que van desde volanteos, pintas en bardas, participación en cadenas humanas en el centro histórico de la ciudad de Guadalajara, así como denuncias en redes sociales y en medios de comunicación en forma permanente.
En tanto las autoridades no den con los asesinos, la lucha continuará escalando. No podía ser de otra forma. Los auténticos luchadores sociales como los que dirigen a los antorchistas de Jalisco, de los que modestamente formo parte, al igual que los del resto del país, sentimos el dolor ajeno y por eso cualquier agresión contra cualquiera de nuestros compañeros, es un agravio en contra de todo el antorchismo nacional. Por eso, con todas nuestras fuerzas desde Jalisco, exigimos castigo ejemplar para los asesinos de los líderes antorchistas de Guerrero y su pequeño hijo.
El próximo 6 de junio, junto con miles de antorchistas de varios estados del país, el antorchismo jalisciense acudirá a Chilpancingo, Guerrero, para conmemorar el “Día de los Mártires Antorchistas”, el que año con año se conmemoraba en Tecomatlán, Puebla, pero en esta ocasión se llevará a cabo en la capital guerrerense, y la exigencia será la misma: cárcel para los asesinos de Conrado, Mercedes y su hijo.
Al pueblo de Jalisco, aunque seguramente no haya necesidad de ello, pues basta ver las muestras de solidaridad que ha demostrado en nuestras actividades de denuncia, lo invitamos a ver que esta lucha no le es ajena. La opinión pública está informada que, pese a la presencia en la entidad de los efectivos de la Guardia Nacional, muchas familias jaliscienses sufren la pérdida de algún ser querido. Pero en medio de esta lamentable realidad, el gobierno federal, sigue maquillando cifras de homicidios, feminicidios, desapariciones, secuestros y extorsiones en el país, y echando culpas a gobiernos anteriores.
Para el caso de Guerrero, si bien gracias a las movilizaciones y protestas en todo el país, exigiendo justicia, la gobernadora Evelyn Salgado y la fiscal se han solidarizado con nuestra demanda y han empeñado su palabra ante una comisión de nuestra dirigencia nacional, a que pondrán todo su empeño y los recursos con que cuentan sus instituciones para castigar a los asesinos, además de que el pasado 25 de mayo, la Secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Isela Rodríguez Velázquez por indicaciones del presidente de México, ha manifestado el compromiso de apoyar a la fiscalía estatal con todos los medios a su alcance, para que este lamentable hecho sea esclarecido y castigados los responsables, no dejan de ser promesas y muestras de solidaridad.
No es momento de aplaudir todo lo que digan los gobernantes de cualquiera de los tres niveles de gobierno. Ante la terrible realidad que está viviendo el pueblo de México, lo que realmente interesa es que se resuelvan los problemas de seguridad. A nadie le queda duda de que se trata de un problema muy complejo y con raíces muy profundas, pero es obligación de nuestras autoridades dar resultados concretos, ya que ellos son los que tienen en sus manos las herramientas tecnológicas y todos los recursos necesarios para impartir justicia pronta y expedita a sus gobernados. En este contexto, de nada sirve que estén repitiendo todos los días y a todas horas “que les dejaron un cochinero”.
Desde este espacio, me dirijo a los antorchistas de Jalisco para recordarles que estamos en pie de lucha y llamarlos a no bajar la guardia en ninguna circunstancia. Los llamo a estar listos para emprender las acciones que debamos realizar en los próximos días o semanas. Asimismo, al pueblo jalisciense le pedimos, no solo su comprensión para esta lucha tratando de encontrar justicia en Guerrero, sino a sumarse con el mismo objetivo que está buscando en estos momentos, poner alto a la ola de violencia, inseguridad e impunidad.
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