Sin duda los desastres naturales provocan pérdidas materiales y de vidas humanas que difícilmente se pueden prevenir y más si los gobiernos no le ponen mucha atención. Algunos de ellos son, calor intenso, huracanes, incendios forestales, sequía, terremotos, tornados, entre otros.
Recientemente, con la llegada del gobierno que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador se eliminaron 109 fideicomisos, mismo que fue aprobado por sus diputados de Morena y aliados, el 19 de octubre del 2020, que consistían en bolsas de recursos orientados para prevenir, disminuir, y combatir los efectos y contingencias derivadas de fenómenos naturales.
Uno de los que fueron eliminados fue el Fondo de Desastres Naturales (Fonden), que contaba con alrededor de 28.7 mil mdp para su ejecución, pero tambien fue desaparecido con el pretexto de que había corrupción, que ya era una práctica de los gobiernos anteriores declarar emergencias, zonas de desastre y autorizar compras masivas o hacer obras sin licitación, o transferir dinero del gobierno federal a los estados para que hicieran lo propio.
Hoy se sabe que el recurso de esos fideicomisos fue usado en emergencias financieras, para sostener los programas sociales; adultos mayores, Jóvenes Construyendo el Futuro, Sembrando Vida, Becas Benito Juárez, etc. Ademas de sostener los proyectos capricho de obra pública como el Tren Maya, la refinería Dos Bocas y el aeropuerto de Santa Lucía.
En estos últimos días, se han registrado desastres naturales en varios estado de la república mexicana, debido a las fuertes lluvias, casos como la inundación en Tabasco, la muerte de 17 pacientes en el hospital del IMSS en Tula Hidalgo, por inundarse el primer piso y por ende, el corte del suministro de luz eléctrica; en Ecatepec, en Chiquihuite, Tlalnepantla, Estado de México donde siguen buscando desaparecidos por el deslave de un cerro, en donde quedaron bajo toneladas de piedra a tres familias enteras, o la onda tropical en Oaxaca, entre más casos.
El apoyo gubernamental (municipal, estatal y federal) brillan por su ausencia, pues no hay apoyo de ningún tipo para las familias que han perdido todo su patrimonio de la noche a la mañana, urge que se apruebe y se implemente un fondo para este tipo de contingencias naturales.
De paso menciono a nuestro municipio de El Mezquital, Durango, de las muchas necesidades que tiene solo menciono uno: las dos vías de comunicación más importantes, la carretera, Mezquital-Nayarit y Mezquital-Jalisco, se encuentran prácticamente destruidas, pues no se le ha dado mantenimiento desde que se concluyeron los trabajos en el último tramo, a pesar de que el presidente López Obrador en su visita a la cabecera municipal en noviembre del 2019, se comprometiera con la primera a repararla y darle mantenimiento y la segunda, a concluir el tramo que conecta a Canoas.
Hasta ahora lo que se ha notado, es que no hay la mínima voluntad de apoyar en cuestión de desastres naturales, menos en infraestructura carretera, en vivienda, apoyos al campo y otras carencias importantes, a los pueblos originarios como él los llama. Tal parece que la consigna es: "conformarse con los programas sociales".
Esperamos que ahora el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF), los diputados federales que recientemente tomaron protesta, aprueben una parte del presupuesto para este tipo de desastres naturales, que se haga realidad el eslogan tan sonado del presidente de la república de "por el bien de todos, primero los pobres", si no, va a ser necesario que los que verdaderamente sufren, los campesinos, los obreros, las amas de casa, los estudiantes, los comerciantes, hagan un solo frente de manera consciente y organizada, para alzar la voz y exigirles a los legisladores federales en primer término, y luego, a los gobiernos, un mejor reparto del presupuesto; que realmente se atienda este tipo de contingencias naturales y le demostremos que la sociedad no aguanta más a este Gobierno morenista, insensible, indiferente y mentiroso.
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