Las expectativas que ha levantado en los medios de comunicación el Plan de Desarrollo Estatal que está elaborando la nueva administración del gobierno local, contrastado con el alto grado de carencias sociales que existe en las comunidades, despierta la inquietud en las regiones, municipios y localidades, de cómo se resolverán las demandas en esta nueva administración.
En realidad, no sería la primera vez que se lanza un “plan de desarrollo social-económico” para sacar adelante al estado “para combatir”, por ejemplo, la pobreza. Algunos de esos planes han llevado nombres muy atractivos como “la cruzada nacional contra el hambre” y que en el momento en que se lanzó fue toda una noticia. Sin embargo, han sido también tema controversial siempre que llega un nuevo gobierno por la novedad de que los ciudadanos esperan cambios reales que se concreten y que puedan mejorar la suerte de todos.
Pese a lo anterior, la experiencia que hemos tenido los mexicanos durante varios sexenios de gobiernos federales y estatales es que en la realidad pocos cambios ha habido, pero los antorchistas confiamos que en Oaxaca se pueda hacer un plan si no ambicioso, cuando menos que ataque los problemas más sentidos de los sectores abandonados en el estado y así lo hemos planteado al Gobierno estatal.
Pero para atacar la crisis en que se encuentra nuestra entidad, es importante decir que hay que conocer perfectamente la realidad, conocer la causa de los fenómenos con el cual estamos tratando, para encontrar cómo se dice en medicina… “la pastilla que cure el mal”, es decir, que para poder corregir el problema del desarrollo social en Oaxaca, es necesario conocer bien el fenómeno en cuestión, a fondo, no solamente en la teoría sino en la práctica, para poder recetar programas que ataquen estos problemas y que puedan impulsar el desarrollo social de nuestro estado.
Hoy en día, existen organismos especializados que han medido los rezagos sociales y que lo han puntualizado periódicamente y esa parte de la investigación, de la medición por ejemplo de los índices de carencias y de la pobreza, ya está suficientemente expuesto por ejemplo por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) y es a partir de esos datos que se debe ubicar la realidad en la que vivimos y que es el fundamento teórico del pliego petitorio del Movimiento Antorchista en Oaxaca, que debe y puede ser un parámetro para para atender y resolver las necesidades de los oaxaqueños.
El Coneval, organismo público descentralizado de la administración pública federal, especializado para entregar informes sobre la situación de la política social y la medición de la pobreza en México, detalló la información sobre la evolución de carencias sociales entre 1990-2020. Este organismo estima la evolución de algunas carencias sociales como: el rezago educativo, el acceso a los servicios de salud, calidad y espacios de la vivienda y, los servicios básicos en la vivienda. Dicho documento es preciso en la información por entidades federativas como el caso de Oaxaca que es el que nos ocupa.
Resulta que en acceso a los servicios de salud, para el año 2020, las entidades con mayor porcentaje de la población con esta carencia fueron: Michoacán, Chiapas, Estado de México y Oaxaca en el cuarto lugar. En rezago educativo del mismo año, Chiapas (31.4%), Oaxaca (26.3%) y Michoacán (25.8%). Sobre calidad y espacios de la vivienda con carencia por material de pisos, las entidades de Guerrero, Chiapas y Oaxaca, fueron las que presentaron un mayor porcentaje de la población con esta carencia, con 13.3%, 12.6% y 12.5%, respectivamente. Sobre el acceso a los servicios básicos en la vivienda, carencia por servicio de drenaje, Oaxaca ocupa una vez más, el primer lugar a nivel nacional con 21.6% de la población sin acceso a este servicio. Algo parecido sucede con servicios de energía eléctrica, de agua potable y demás. Hasta aquí los datos.
Es pues, esta la cruda realidad de los oaxaqueños, la de ocupar los primeros lugares en rezagos sociales a nivel nacional. Los antorchistas oaxaqueños, por nuestra parte, atentos al desarrollo de la sociedad y tomando partido desde siempre a favor de los menesteres, hemos exigido esto, precisamente a las diferentes instancias del Gobierno federal, estatal y municipal, labor que desde hace muchos años hemos venido realizando, de documentar, armar expedientes, de recabar firmas, en colonias y poblaciones, algunas de éstas, las más alejadas, donde la mirada de los gobiernos y medios no alcanza a observar, cubriendo escrupulosamente las reglas de operación de las dependencias y ahora nuevamente haciendo este trabajo, hemos recogido las necesidades más sentidas de los pueblos, de las colonias en los municipios en donde tenemos presencia para planteárselo al gobierno del estado.
Hemos entregado nuestro pliego petitorio y está en el proceso de revisión de evaluación según las reglas de operación del nuevo gobierno del estado para que en el mes de marzo nos puedan dar una respuesta general sobre los lineamientos, los requisitos que ahora nos van a permitir acceder a algunos de los programas para poder resolver nuestras necesidades, estrictamente en los puntos que plantea el Coneval.
En los medios de comunicación y a través de los funcionarios, resuena que ahora va a haber proyectos insignias, es decir, basados sobre ciertos ejes para impulsar el desarrollo de Oaxaca y, desde ese punto hablamos de una política correcta, pero es necesario no olvidarse en términos de desarrollo social los datos que entrega el Coneval que data la realidad que viven muchos hombres y mujeres en la Sierra Sur, en la Mixteca, en el Istmo, en la Cuenca, en la Cañada, que no solamente requieren de servicios como un techado de aulas, la construcción de una agencia municipal o de un mercado, sino que requieren otras acciones urgentes como materiales para la construcción de las viviendas, energía eléctrica, drenaje, agua potable que son los más esenciales.
Olvidarse completamente de estas carencias y enfocarse solamente al desarrollo de la movilidad o programas que sujetan al individuo a estar sometido al control de el partido en el poder, es hacer exactamente lo contrario de lo que se está planteando, es decir, hacer un plan meditado y pensado por quienes tienen el poder político y no en las mayorías. Por ahora nuestra organización se reserva el derecho y le damos el voto de confianza para que el gobierno actual con su plan de desarrollo no se le olviden los rezagos sociales y destine recursos para los servicios más elementales, como los que aquí se señalan y los antorchistas nos sumaremos a la estabilidad y a la paz social que requiere Oaxaca, para poder avanzar por los senderos del desarrollo.
De lo contrario, los antorchistas comprometidos con nuestro estado y patria, tendremos que hacer una vez más uso de nuestro derecho constitucional a la manifestación pública como siempre hemos estado acostumbrados para que se garantice el desarrollo social en Oaxaca, la estabilidad política, su desarrollo económico y sobre todo que haya un verdadero plan no para sujetar ni depender a los individuos del partido en el poder, sino para liberar a los pobres, requerimos de individuos libres, educados, orgullosos de su cultura y preparados intelectualmente y prácticamente para competirle a los países de primer mundo y hacer que esta patria mexicana, sea justo para todos sus hijos y sea la patria poderosa que todos los mexicanos necesitamos éste es el planteamiento del movimiento antorchista en el terreno del desarrollo social.
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